Victoria lo dulce del dolor

Cap.:18

Su ceño se frunce enseguida y abre la carta rápidamente, para luego comenzar a leerla, por lo que sus ojos se abren con fuerza.

...

Unos minutos después Keidan aparece bajando las escaleras y al verla allí parada se detiene en el último escalón.

- Vic ¿Quién era? ¿Pasa algo?

Preguntó, más ella seguía de espaldas a él frente a la puerta, muy quieta, sin mover ni un músculo, tampoco decía nada, por lo que se acercó lo antes posible. Enseguida vio lo que tenía en la mano.

- Victoria ¿Qué pasa? - dijo más que preocupado al ver que ella no se movía.

- ¿Qué significa esto Keidan? - dijo y le pasó todos los papeles del sobre.

Keidan no sabía a qué se refería, por lo que de inmediato comenzó a leer, era un periódico el cual llevaba como título "se encuentra restos de niña desaparecida en orfanato" también la forma de adopción de Victoria y el nombre de su verdadera madre, el otro era una carta donde decía que su familia adoptiva la había alejado de su madre para vengar la muerte de su hija.

Keidan quedó en shock de inmediato, aunque Victoria estaba peor, le costaba creer que eso fuera cierto, pero la reacción de Keidan era la única confirmación que necesitaba. Todo este tiempo había creído que su familia nunca la había buscado y resulta que todo era mentira, las personas en las que confiaba se reían de ella en su cara. Aun así, no acaba de procesar esto y aún no lo podía creer, necesitaba que él se lo dijera.

- Keidan ¿Tú sabias esto? - preguntó con lágrimas en los ojos y dolor reflejados en ellos.

- Yo-yo pensaba decírtelo... - dijo con los ojos llenos de lágrimas, pero Victoria lo interrumpió.

- ¿Desde cuándo lo sabías? - logró decir con un nudo en la garganta, el cual le impedía seguir ablando.

- En serio te lo pensaba contar. - las lágrimas recorrieron sus mejillas mientras intentaba acercarse a ella, pero ella se alejó, lo cual le dolió, necesitaba que le creyera, no podía perderla de nuevo.

- ¡¡¿Cuándo, Keidan, cuando?!!  ¿Cuándo te pudieras vengar por la muerte de tu hermana? - dijo con rabia y odio en la mirada. - ¿Eso es lo que soy para ti?

Eso le dolió, le dolía que lo mirara de esa forma, esa mirada de odio le partía el corazón.

- No, yo nunca te vi así, es solo... - intentaba explicarse, explicarle a ella, pero no encontraba las palabras, no encontraba una excusa que valiera.

- ¿Desde cuándo Keidan? - dijo está vez con la voz quebrada. - ¿Fue por eso tu repentino arrepentimiento? Soy una estúpida, yo pensé que eras sincero, pensé que en realidad... - baja la cabeza y un gemido de dolor se escapa de sus labios, una lágrima inoportuna rodó por su mejilla trazando el camino para las demás, la verdad ya no podía más con el dolor, el cual empezó a oprimir su pecho tan de repente como si un agujero negro succionara su corazón dejando un hueco allí ¿Acaso así se sentía la traición? - ¿Nunca me amaste o sí?

Él tomó su mano o al menos lo intentó pues ella dio media vuelta y se echó a correr, no sin antes pronunciar esas palabras que lo destruyeron por dentro, lo desarmo y dolió en lo más recóndito de su corazón: "Te odio"

Enseguida corrió tras de ella y la vio, casi la alcanzaba cuando vio a un par de personas taparle la boca y meterla a un coche negro. Esto lo hizo correr con más desesperación, pero aun así no logró alcanzarlo, al ver el carro desaparecer por la carretera su desesperación aumento y sólo pudo gritar su nombre una y otra vez hasta que no pudo más.

No sabía qué hacer y la lluvia volvía a ser fuerte por lo cual no había visto bien el auto o la matrícula, entonces decidió volver rápidamente a la casa y llamar a la policía, ellos sabrían que hacer, ellos lo ayudarían.

Minutos después estaba en la Jefatura de Policía rindiendo su declaración.

- Repítalo otra vez ¿dices que ella recibió un sobre con "algo" adentro, que no sabes que es, eso la alteró, salió corriendo y la atraparon dos tipos que no vio bien, los que la subieron a un coche que tampoco vio bien, pero cree que era negro? - Dice el oficial con algo de burla en la voz.

- Si, eso mismo. - aseguró.

- ¿Y el correo que le llegó? - pidió éste.

- Yo... No lo sé. - respondió algo nervioso.

El policía comenzaba a sospechar que había algo que Keidan no le decía, aun así, no podía retenerlo así que sólo lo dejo ir, no sin antes decirle a su compañero.

- Quiero que vigiles al chico, creo que oculta algo.

Al Keidan salir pudo ver a sus padres afuera muy preocupados y enseguida comenzaron a hacerle preguntas.

- ¿Qué te dijo el policía hijo? - preguntó desesperado su papá.

- Sólo que hay que esperar. - desvío la mirada.

- Ellos siempre dicen lo mismo, mientras tanto quien sabe dónde está mi niña. - dijo su madre entre lágrimas.

- ¿No creen que sería mejor ir con la madre de Victoria? - dijo Keidan.

Esto dejó atónito a sus padres y sin habla.

- ¿De qué hablas Keidan? - su madre lo miró severa.

- No creen que todo esto está su sucediendo por no decir la verdad... - trató de decir, pero lo interrumpieron.

- ¡Tú te callas Keidan! ¡No sabes nada sobre esto! - dijo histérica su madre.

Y ahí se dio por terminada la conversación. Keidan estaba enojado con sus padres, todo esto pasó por su culpa, además la madre de Victoria era rica, podía ayudar a buscarla con mayor facilidad, pero ellos no querían su ayuda, ellos sólo pensaban en sí mismos. Además, no había podido decirle todo a la policía, también por su culpa, esto lo tenía enloquecido.

Al llegar a casa lo primero que Keidan vio fue una nota que levantó con cautela para que sus padres no la vieran y espero estar en su habitación para leerla.

" Te espero en la casa de tu amigo Víctor y será mejor que vengas sólo. "



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En el texto hay: secretos, amor, odio

Editado: 15.01.2023

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