3 de febrero, 2021

Siento que si no empiezo a contar un poco de nuestra cultura, esto que estoy escribiendo va a ser al pedo. Quiero dejar de divagar y hacer lo que tengo que hacer. Creo que lo primero que tengo que contar es quienes somos.

Muchos dicen que los vampiros tenemos una enfermedad, básicamente nos contagiamos por transferencia de fluidos o por sangre. Como si fuera una ETS o algo así. Se podrán imaginar como me “contagié”. No es para todos lo mismo, y como no quiero generalizar voy a contar lo que me pasó a mi.

Estuve con Botánica varia veces,  ninguna de esas veces usamos ningún tipo de protección, ni campo de latex, ni guantes, ni nada. Después de la primera vez me acuerdo que me había agarrado síntomas de gastroenteritis. Casi que me había deshidratado. Botánica estaba desesperada, no dejaba de pedirme perdón. Ahí me enteré de todo. Por nuestro descuido era muy probable que me hubiera contagiado.

Los días siguientes fueron un verdadero infierno. Me fui de la casa de mis viejos con la excusa de que iba a Córdoba para ir a ver una amiga. Me quedé en la casa de Botánica, con ella y Raul. El proceso fue la peor cosa que me pasó en toda mi vida. No dejé la cama por 2 meses. Después de los síntomas de gastroenteritis empecé a tener dolores en el pecho. Botánica me dijo que era probable que mi corazón estaba cambiando y por eso me dolía tanto. Lo último que me pasó fue como… si alguien me inyectara hielo por las venas. No tengo otra manera de explicarlo. El frío era insoportable. Lo sentía desde la frente hasta la punta de los dedos del pie. Esa sensación duró casi 5 horas. Quería morir, le había pedido a Botánica que me matara, pero ella no podía.

Cuando paso esa horrible sensación, todo había terminado. Sentía que mi piel había cambiado, mi forma de ver los colores, de oler, hasta de hablar. Odié a Botánica por un tiempo, porque sabía que me había condenado a la mierda. Hasta que entendí dos cosas: que en parte también fue culpa mia por no haberme cuidado, y que justamente necesitaba de Botánica para entender y aprender como sobrevivir. Es casi simbiótico lo nuestro, y lo acepto de esa manera porque si no nos apoyamos entre nosotras estamos solas en el mundo.

Escribe: Not_Edward_Cullen