Viktor

Capítulo 03. Atracción Animal

VIKTOR

Por
WingzemonX & Denisse-chan

Capítulo 03.
Atracción Animal

La reacción de Cedric al ver por primera vez al señor Wallace, podría haber parecido algo exagerada, o incluso grosera. Permaneció por unos segundos pasmado, intentando asimilar la figura que se había posado ante él de forma tan repentina, y que ahora lo miraba fijamente con esos brillantes, y algo amenazadores, ojos verdes. Irremediablemente se sentiría apenado por ello luego de un rato, pero dicho sentimiento no le duraría mucho.

Los Ikravens, por lo que tenía entendido, no acostumbraban habitar en las catorce ciudades. En su lugar, solían vivir en comunidades tribales, cerradas y autosuficientes, en pueblos más pequeños adyacentes a los bosques y montañas. Pero era evidente por la presencia de ese hombre, que no era algo que aplicara para todos.

—¿Qué pasa, muchacho? —Cuestionó Wallace, inclinando su gran cuerpo hacia él, como si lo acechara—. Te ves... pálido... —remató su comentario, seguido por una aguda carcajada, que resonó con ímpetu, e incómodo aún más al nuevo detective.

Luego de ello, y aún con un escaso rastro de risa en su tono, les dio la espalda y comenzó a andar hacia un escritorio del lado derecho del cuarto, pasando el trapo por el rifle que aún sujetaba en sus garras. Al andar, Cedric pudo notar que cojeaba del lado derecho, de una forma bastante difícil de ignorar. Esa forma de caminar, sumada al evidente estado de una de sus alas, llamaron su atención de inmediato.

—Así que, detective Helsung —murmuró el Ikravens, pronunciado su nuevo puesto y apellido con un tono bastante irónico—, ¿qué clase de arma le gustaría usar?

Cedric se paró derecho, y con una mano se acomodó el nudo de su corbata sin pensarlo mucho. Era verdad, estaba ahí para que se le asignara su nueva arma; con toda la conmoción, lo había olvidado por un segundo.

—Bueno... en mi jefatura anterior me desempeñé con un Revolver Wenzley de 11.5, con cargador de 8 balas. —Miró de reojo a los estantes con armas bajo llave que había a su lado. En ellos, se veía una gran variedad, entre revólveres, rifles, escopetas, cañones, e incluso espadas y cuchillos—. ¿Tendrá algún arma parecida?

—¿Que si la tengo? ¡Ja! —Bufó con fuerza, aunque más que bufido había sonado más como un graznido—. Entre mi repertorio tengo infinidad de armas mucho mejores que ese vejestorio.

—¿Vejestorio? A mí me parecía un arma muy confiable...

—Claro, y enserio cree que en estas calles ocupará sólo algo "confiable", ¿cierto? —le interrumpió de pronto, a lo que Cedric no supo bien cómo reaccionar.

Wallace se levantó entonces de su asiento, recargó el rifle que limpiaba contra la pared, y sacó un manojo de llaves de uno de los bolsillos de su mandil de trabajo.

—Síganme, paliduchos.

Comenzó a continuación a guiarlos por un pasillo entre vitrinas, al paso que su pierna le permitía. Jolly le siguió de inmediato de manera despreocupada y tranquila, mientras Cedric, algo dudoso, les siguió unos pasos por detrás. No fueron muy lejos, sólo hasta una vitrina en especial a la mitad de dicho pasillo, en donde se desplegaban varios revólveres de distintos modelos; todos de apariencia bastante moderna. Wallace introdujo una de sus llaves en la cerradura de la vitrina, y la abrió.

—Éste será el estándar dentro de un par años —comentó, al tiempo que tomaba una pistola de forma cuadrada, con el cañón delgado y alargado—. Es una Mayanes A500, último modelo... bueno, último modelo disponible al público general, al menos. Semiautomática, con una cavidad para recargarse con una fila de balas entera.

De la misma vitrina, sacó además un cartucho negro y rectangular, del que sobresalían de un lado las puntas metálicas de varias balas.

—¿Semiautomática? —Cuestión Cedric, ya que el término no le resultó familiar.

—Significa, en términos simples que un novato como tú pueda entender, que no tienes que accionar manualmente un martillo, y puedes disparar más rápidamente —explicó Wallace al tiempo que introducía el cartucho en la pistola, y sin ningún aviso se la aventó justo después al recién llegado. El Nosferatis se sobresaltó al ver esto, y se apresuró a atraparla entre sus manos—. Tendrás que actualizarte pronto, flacucho. Los chicos malos de por aquí tienen armas aún peores que esa. Tómala, ¿cómo la sientes?



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En el texto hay: vampiros, hombres lobo, detective

Editado: 23.05.2019

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