Tener que ir a la escuela no era el plan predilecto de Helena. No era que no le gustara estudiar, por el contrario, siempre le había gustado aprender, pero lo que no quería era tener que lidiar con Missi. No sabía que tenía ella en su contra, la feria de ciencias no era motivo suficiente para odiarla ¿o sí? de todos modos tampoco quería averiguarlo. Estaba demasiado concentrada en la organización del interrogatorio que le haría a Ela en cuanto llegara a su casa. Su madre en verdad necesitaba dinero porque a pesar de lo preocupada que estaba se había ido a terminar el pedido que había quedado incompleto. Eso le dejaría el camino libre para investigar. El domingo su madre no se había despegado de ella. Una voz familiar la saco de sus pensamientos.
— Hola— Lisa le sonrió radiante— ¿cómo estás?
—Bien— le respondió devolviéndole la sonrisa—y ¿tu?
—De maravilla, estoy avanzando en mi proyecto para la feria de ciencia.
Cierto el proyecto, lo había olvidado por completo. Rayos cuanto faltaba, ¿dos, tres semanas? no podía recordarlo. Mientras arrugaba el ceño tratando de recordar la fecha exacta sintió que una ráfaga de aire caliente le pasaba por la espalda. Levanto la cabeza estresada por no recordar nada de la feria. Uno de sus compañeros paso diciéndole algo ofensivo sobre ser una nerd, ni siquiera volteo. Vio como Lisa la miraba expectante frente a una respuesta, un comentario sobre las ideas científicas que tenía. Pero antes de que pudiera responder, un grupo de niños se detuvo a saludar a Lisa. La abrazaron, preguntaron algo sobre la tarea e incluso contaron un chiste. Helena sintió un inesperado ramalazo de cólera. ¿Porque los compañeros de Lisa eran tan amables? ella igualmente había avalado la feria de ciencia, según le había dicho, pero nadie la molestaba. Era injusto, si iban a molestar a una persona mejor que molestaran a todas. ¿porque solo a ella? o acaso ¿tenía una suerte tan mala que solo ella tenía compañeros insensatos que la molestaban?
—¿Quieres venir a mi casa? —pregunto Helena—mi madre preparo galletas
—Oh, lo siento, pero quede con unos amigos para estudiar—dijo señalando al grupo que acababa de saludarla— ¿te parece otro dia?
—No lo sé—respondió Helena secamente, de pronto se sentía muy irritada—talvez este ocupada
—Ok, no importa —Dijo Lisa sintiendo confusión ante tal comportamiento—nos vemos luego.
Helena se retiró sin decirle adiós y se dirigió a su salón con la sangre tan caliente como el viento que había sentido hace un rato. En cuanto entro su enojo solo aumento sus niveles de peligrosidad. En el tablero, con tinta roja, alguien había escrito FUERA LAS NERDS, NADIE QUIERE A LOS HELENOS. Bueno al menos la señorita Miller podía sentirse orgullosa, las clases de literatura de la edad antigua no habían sido en vano. Miro a todos lados buscando al responsable, pero no necesitaba buscar. Sentada en una mesa se encontraba Missi riendo a todo pulmón ante su reacción. Se dirigió a donde estaba la odiosa criatura.
—¿Porque escribiste eso en el tablero? — Helena trataba de contenerse—eres insoportable.
Pero Missi la ignoro y siguió su charla con Louise. Helena entonces se dirigió al tablero, tomo el borrador que estaba en el borde del mismo, borro con violencia el contenido y finalmente se giró y le lanzo a Missi el borrador. Esta la miro iracunda.
—¿Que porque lo escribí? — espeto venenosa, refiriéndose a la otra— porque te odio
En otra circunstancia Helena se hubiese entristecido, pero en ese momento solo sintió rabia, enojo. Todo comenzó a ir más lento igual que cuando estaba en el bosque, con la diferencia de que ahora ella era el remolino rabioso que deseaba destruir todo a su paso. La brisa tórrida que la había rodeado había sido algo más que un simple fenómeno natural. Había sido el mal en una de sus más puras presentaciones y la había infectado sin que ella se percatara.
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amistad sin limites, magia blanca y oscuros poderes, lazos ancestrales y herencia de sangre
Editado: 19.06.2019