Viviendo con 8 idiotas y el

CAPITULO 3

Després de presentarnos en unas 6 classe nos dirijimos a la cafeteria.

Ya estoy harta, quiero volver a casa

Ada siempre igual de floja, es nuestro primer día!

Ya lo sé pero estoy harta, cansada, aburrida... - Le digo entrando a la cafetería 

Dios - Miro a Anna la cual está mirando un punto fijo, sigo su mirada para encontrarme a una chica sentada encima de mi Nico, pero que se cree que hace esta?? Él está como si fuera lo más normal comiendo sin decirle nada, sin sacársela d'encima. No soy masoquista así que prefiero no mirarlos y sentarme lejos de ellos. Anna me agarra de el brazo y me gira al completa haciendo que me quede de espaldas a Nico - Creo que me he dejado algo en la taquilla, acompáñame - Me dice comiendome del brazo y tirando de el.

Ya los he visto

¿Estas bien?

Si, perfectamente - Le dije dirigiéndome a una mesa a la otra puta de la cafetería para sentarme lejos de Nico

¿Quieres que vaya ahí y les de una buena ostia? - Yo la miro y niego, ni que me importase lo que hiciera Reinhard, no somos novios y ese royo de ser mates no vale porque se siente como una obligación - ¿Una patadita en los huevos y lo dejo sin día de padre?

No estaría mal - Le digo, noto a alguien que se sienta a mi lado, es Ian el qual me mira inspecionandome como tratando de revisar si estoy bien, mi hermano es de los pocos hombres en los que confío, siempre he sido de confiar en pocas personas porque no muchas son fiables. Ian me rodea con los brazos dándome calidez, yo apoyo mi cabeza en su pecho y suelto una lagrima traicionera seguida de otra, y otra... 

Ehh yo mejor los dejo solos - Nos dice Anna levantándose de la silla.

 Ian me acaricia la espalda de un modo consolador, desde pequeños él ha sido el único que siempre ha estado ahí junto a mi para ayudarme, consolarme, jugar, estudiar, darme cariños cuando estábamos solos ya que muchas veces nuestros padre no estaban en casa y nosotros nos quedábamos solos con nuestra nana y cocinera. Me acuerdo cuando por la noche lloraba ya que se sentía mal estar solos sin nuestros padres la mayoría del tiempo por su trabajo, él siempre me abrazaba como lo esta aciendo ahora para después quedarnos dormidos - Enana, ningún hombre es perfecto - Me susurra en la oreja 

Tu si lo eres - Le digo ya que él siempre ha sido mi hermano, protector, celoso, posesivo y principe azul. En toda la niñez cuidándome como si fuera mi padre. 

No peque, yo soy muy imperfecto pero contigo todo cambia, tú fuiste mi luz, cuando tú naciste yo era pequeño y en el momento en el que te vi supe que te tenía que proteger ya que tú eras tan dulce, tan pequeña, ese día comprendí que serías la hermana pequeña más protegida y querida del mundo entero. Tu siempre has sido mi debilidad mi luz al final del pasillo, contigo soy diferente. - Me dice, el ya me lo había dicho varias veces pero nunca me había dicho que él me vio como su salvación, ya sabía que cuando el era pequeño mis padre se discutían mucho y no se veían por días, con el tiempo se les pasó pero él fue el que peor lo pasó ya que yo era muy pequeña. 

Noto como Ian se tensa mirando a un punto fijo pero sigue sin dejarme ir, al contrario, el me abraza más fuerte contra su cuerpo mientras mira a un punto, me giro y veo a Nico con cara de enfado y sus puños apretados, cuando me ve su rostro cambia a uno de preocupación, camina más rápido y se para delante nuestro.

¿Estás bien? - Me pregunta mirándome a los ojos yo me quedo trabada en el acciento, hace menos de 10 min tenia a una chica encima y ahora me viene a mi haciéndome el cuento.

No te interesa - Le dice en un tono frío Ian

Sueltala - Le dice en tono de advertencia 

El me da un beso tierno en mi frente para después dejarme a un lado y levantarse. En un movimiento rápido Ian hace que Nico caiga al suelo, se pone encima de él y cierra su puño tanto que los nudillos se le ponen blancos, estoy en choc no puedo moverme, recién estoy intentando entender que pasa cuando una multitud aparece a nuestro lado haciendo un círculo y gritando lo típico de las peleas. Ian levanta su puño para darle a la cara a Nico. 

Te dije que cuidarás a mi pequeña que como le hicieras algo te las verías conmigo 

No es tuya, es mia - Le dice en un gruñido 

No lo es, le has echo daño a mi bebé, ella ya no es nada tuyo, era tu puto mate y tú vas y la cagas, ¿en que coño estabas pensando cuando dejaste que Melani se sentara encima de ti y te diera un beso? - Le dice levantándose y mirándolo con repulsion, el se levanta y lo mira con odio. 

Ella es mi mate y fue Melani que se me subió encima, yo la estaba ignorando.

Como sea ya perdiste a mi hermana capullo de mierda - Le dice mi hermano dirigiéndose a mi pero Nico lo tira al suelo haciendo que mi hermano se de un golpe en la cabeza, como si esto no fuera suficiente le da un golpe en la nariz. -

¿Que dijiste idiota? Repítemelo

Que eres un capullo de mierda, un idiota que no sabe apreciar las cosas y que siempre lo arruina todo, por eso has perdido a mi hermana que podría haber sido lo mejor de tu puta vida, ahora ya la perdiste y ella conseguirá a un hombre que la amara, valorara y cuidara, justo lo que tú no haces porque eres un idiota egocéntrico de mierda - Ian le da otro puñetazo en la cara haciendo que su labio se rompa y le salga sangre, seguido de otro al lado de el ojo que seguro que le deja un morado, me levanto y me hago paso entre la multitud de personas que hay. - Tendrá 3 hijos hermosos con nombres combinados junto a un perro que tendrá un nombre ridiculo y una casa en medio del bosque - Le dice aciendo que Nico le empieza a dar puñetazos en el  estómago.

Pongo mis manos en la espalda de Nico haciendo que sus músculos se relajen y deje de pegar a mi hermano, él gira la cabeza para mirarme a los ojos, de inmediato siento murmuraos de la gente pero en este momento no me importan. - Levántate - Le digo a Nico que aún sigue encima de Ian, cuando lo hace me agacho y miro el aspecto de él. Tiene el labio partido igual que la nariz, debajo de el ojo izquierdo tiene un moretón, le levanto la camiseta haciendo que Nico gruña pero el me da igual - ¿Estas bien? - Le preguntó, él tose y yo le miro su abdomen el cual está rojo.




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