Viviendo Con El Enemigo

ESPECIAL MICHAEL

Desempacar todo yo solo me agotó mas de la cuenta. Amanda insistió en ayudar, pero si venia, después no tendría quien la lleve a casa. Tanto mamá como papá no obtuvieron tiempo para acompañarme por eso Amanda insistió en venir, incluso lloró, pero después de una tediosa platica le hice ver que no podía venir, aunque me hizo prometer que iría en cuento tuviera tiempo libre.

Mi compañero de cuarto aun no llega, lo cual es un alivio. No quiero tener que sonreír para un desconocido ahora. Me tiendo en mi cama y cierro los ojos por unos minutos.

—No debiste cortar el cabello de esa chica, ella no tiene la culpa de tus asuntos—digo regañando a Mark quien parece ignorarme.

Niego con la cabeza. Todo comenzó con eso, cuando él le corto el cabello a Mel.

Tengo cinco años y quiero disculparme con ella por mi amigo. Mark es un cretino, pero no es mal chico, solo suelen malinterpretarlo mucho.

He pasado días detrás de Mel, pero no encuentro la oportunidad de disculparme, aun así, he notado que ella no parece afectada, de hecho, con su cabello corto se ve linda. Ella sonríe mucho cuando esta al lado de Teresa, ella igual es una chica linda, pero no tanto como Mel, me gusta más Mel.

Al final no pude disculparme.

Tengo diez años y ya somos cuatro amigos, Mark es el líder debido a su carisma y todos lo seguimos sin decir nada. Los cuatro estamos tranquilos en el patio jugando con otros chicos hasta que Mark se da cuenta de que Mel está sin Teresa, ella se dirige hacia el baño de chicas.

Mark sonríe diabólicamente y corre hacia ella. Mel ve a Mark y hace una cara de espanto. Lucas, Eric y yo miramos con el ceño fruncido. El toma a Mel del brazo y la empuja al baño de chicos, todos sentimos sus gritos de ayuda, pero nadie acude a ella. En cierto modo todos respetan a Mark. Algo dentro de mi se revuelve, necesito ayudarla, necesito decirle a Mark que se detenga, esto ya es acoso.

Corro hacia Mark y le digo que viene la profesora, el por el temor de ser acusado huye. Siento los sollozos de Mel. No quiero que ella me vea, no quiero que crea que soy igual de cruel que él.

Tomo una bocanada de aire y abro la puerta antes de correr para que no me vea. Si no puedo detener a Mark, al menos puedo protegerla en silencio.

Durante todo un año, Mel estuvo feliz. Mark se había ido del colegio ya que fue a vivir con su madre. El siempre quiso a su mamá, por eso, cuando fue con ella yo estuve feliz. Pero no todo es color de rosa. El volvió un año mas tarde y ya no era ese chico risueño que era antes de irse. Ni siquiera jugaba conmigo, él quería estar solo. Cuando volvimos al colegio después de vacaciones, él se había repuesto, pero parecía que su odio hacia Mel creció.

Ya no eran solo bromas, él la acosaba fuerte, a tal punto en que ella lloraba. Mark era mi mejor amigo y se que estaba sufriendo por su madre, pero molestar a Mel no traería nada bueno, en más de una ocasión se lo dije, pero él no me escucho.

Yo quería proteger a Mel, pero también quería ser amigo de Mark. Cuando Anna llegó a nuestras vidas sus bromas disminuyeron un poco, pero no cesaron. Se notaba que le gustaba Anna, ella era una chica agradable, pero se notaba que no le gustaba Mark, y lo comprobé cuando me declaró sus sentimientos.

En ese instante creí que Mark me odiaría, pero no. El enfocó todo su odio en Mel, cosa que mientras más pasaba el tiempo, más coraje me daba.

A medida que crecíamos, Mel nos tacho a todos como escoria por ser amigos de Mark. Hubo un tiempo en el que creí que podíamos ser amigos, de tanto observarla me di cuenta de que teníamos cosas en común, pero si me acercaba a ella, Mark lo vería como traición.

Ya en tercer año, comencé a darme cuenta de que Mark solo la molestaba para llamar su atención, sus bromas seguían siendo cruel, pero sus ojos al verla eran diferentes a cuando éramos pequeños.

—Mi viejo y la mamá de Mel se van a casar—nos dijo un día. Esa noticia nos dejo en shock a todos. Pero dentro de mi sentí felicidad, al fin él podría ver a la verdadera Mel, a esa chica amorosa y risueña. Podrían llevarse bien, pero cuando me di cuenta de los sentimientos de Mark hacia Mel, ya todo era tarde.

Pude acercarme a Mel, pero eso a Mark no le gustó. En más de una ocasión me dejo en claro que solo él podía estar cerca de ella. Me dije a mi mismo que estaba bien, después de todo el ya estaba enamorado de ella, pero no pude resistir, necesitaba estar cerca de ella, por ultimo como amigo. Me prometí no decirle mis sentimientos, solo con estar ahí para ella era suficiente.

Cuando Mark comenzó a ser amable me dije que todo estaba bien, que eran el uno para el otro, pero cuando ella lloró por él, ahí me di cuenta de que yo podía hacerla feliz, de que conmigo ella jamás lloraría. Aun así, ella lo eligió a él, a su peor enemigo, pero al fin de cuentas a la persona que ama.

No la odio, de hecho, al alejarme de ella le estoy demostrando cuanto la quiero. Amo a mi mejor amigo y la amo a ella, mi primer amor. Quiero que ambos sean felices. El tiempo curará mis heridas, y quien sabe, quizás me enamore otra vez.

***

Abro mis ojos y todo esta oscuro, al parecer tuve un sueño con cosas que intento olvidar. Me levanto de la cama y siento ruido. Me acerco a la ventana y veo a muchos estudiantes hablando y bailando, al parecer hay una fiesta.



#5119 en Novela romántica
#387 en Joven Adulto

En el texto hay: juventud, amorodio, amistad

Editado: 28.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.