Viviendo Con Una Bestia

♦Prólogo♦

Cuando tenía apenas cinco años de edad mi madre murió de cáncer. Sus ojos se cerraron para nunca volver abrirse.
Desde ese día papá callo en el alcohol, pasaba horas frente a la vieja televisión mientras bebía como loco.
Siempre me encerraba en mi habitación cuando venía mucho ¿Porque? Cada vez que estaba borracho comenzaba a golpearme diciendo que era un estorbo, que era un error, que si no hubiese nacido mamá estuviera viva.
Y esas palabras dolían, dolían con intensidad, dolían como un daga en mi corazón.

Papá me había obligado a recoger mis cosas, le había preguntado la razón pero solo me gane una bofetada de su parte haciendo que un moretón se dibujase en mi mejilla.

Papá entra a la habitación como si hubiese sido llamado con el pensamiento al mencionarlo.

—ya nos vamos—me avisa acercándose a mi a pasos apresurados.
—¿Donde vamos papá?—le pregunto mirándolo asustada cuando me tomo con fuerza Por el brazo.
—no hagas preguntas—me advierte jalandome hacia fuera.

No sabía lo que veía ahora, pero sabía que no sería nada bueno.

 




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