Prologo

• ¡Mañana será un gran día! Lo espero con ansias

Mi nombre es Martina, tengo 15 años y pronto cumpliré los 16, y lo mejor de todo es que no lo voy a festejar en mi casa sino que en plenas vacaciones, amo viajar y esos son los momentos más emocionantes que tengo en mi vida, sentir el viento en la cara, conocer gente nueva, ir de compras, comprar muchos joggers en el camino, comer mucha hamburguesa, y sobre todo; tener posibilidades de tener un amor de verano como los de las películas, y amar, amar mucho.

Vivo en argentina, córdoba, desde hace cinco años, cinco años y aún no se me pega el acento cordobés, es increíble.

Viajamos a Córdoba porque a mi papa le surgió trabajo aquí, recuerdo cuando me conto que debíamos irnos de casa, se sorprendió al ver mi reacción, yo no entendía bien porque, momentos después me dijo que creyó que mi reacción iba a ser negativa, le respondí que no tenía nada allí, que no iba a extrañar nada, y que donde ellos estén felices yo también lo estaré. Soy hija única, así que cada cambio siempre me lo comparten, mi mama dice que siempre debemos estar los tres unidos, y que cualquier decisión se debe consultar entre los tres

Siempre estamos unidos, me gusta salir a comprar los ingredientes para cocinar el almuerzo con los dos, aunque nos perdamos mucho, y no en el súper, sino en la decisión de que comeremos

Papa: Es por el pasillo b

Mama: pero si allí no están los fideos

Papa: ¡claro! Están las hamburguesas, ¿no dijimos que comeríamos hamburguesa?

Mama: te dije que el miércoles

Papa: pero yo quería hamburguesas hoy (con tono triste y de decepción)

Mama: y yo dije el miércoles, y yo soy la que manda en casa, así que pollo y fideos será

Papa: (gesto triste)

Mama: ¡okey! entonces hagamos una votación

Allí es cuando mi papa sabe que va a ganar, como ya dije, amo las hamburguesas, viviría en una casa hecha de hamburguesas, pero no por mucho tiempo, ya que en unos días me la comería

Papa: haber tú. Niña... ¿qué quieres comer?

Lo miro, y sonreímos, la miro a mama, y le digo con culpa y tapándome la cara: hamburguesa.

Es ay cuando mi mama cede, y los dos gritamos de la emoción, mama nos calla y se avergüenza, porque toda la gente del súper nos mira, mi papa les habla de inmediato contándoles que mama le dio permiso de comer hamburguesa, y las personas se sonríen

Las personas son muy curiosas, pero yo, lo soy más, soy curiosa, alegre y tiendo a hablar mucho, es allí cuando mi mama y mi papa no me soportan tanto, me gusta preguntar sobre lo extraño y sonrió y rio mucho, talvez más que mis papas juntos. Eso les parece lindo, que no sea como los demás jóvenes, me han mostrado muchas veces que soy única y dicen que eso nunca lo debo olvidar.

Cosa curiosa, en la adolescencia siempre hay depresión, es lo que siempre me han dicho, en salta se le decía “edad del pavo”, aun no sé qué tiene que ver un pavo en todo esto

No es mi caso de todos modos, yo, gracias al de arriba, no soy depresiva, pero si tengo incomodidades, ya sea con mi cuerpo o con mi actitud, lo demás no tienen que ver con mis inseguridades, soy yo, nada más que yo.

Aunque haya sido hija única eso no quiere decir que estén pendientes de mí, muchas veces se han olvidado que existo, papa y mama no estuvieron mucho tiempo solos, bastaron dos meses de noviazgo para que decidan casarse, dos meses más allá, mama quedo embarazada, eso los unió cada vez más, varios de mis tíos creen que ellos están y siguen juntos por que me tienen a mí, y que una separación me haría daño, pero yo soy testigo de lo mucho que se aman.

Como dije, siento algunas incomodidades, debo aclarar que no es depresión aunque parezca, varios adolecentes se han sentido insignificantes, yo llegue a pensar que podría serlo, pero nada me da motivos para pensarlo, aunque hayan pasado cosas, como por ejemplo; tan insignificante tendría que haberme sentido cuando debíamos viajar a Córdoba papa y mama llegaron al aeropuerto y se dieron cuenta que fueron sin mí, creyeron que me había subido al auto, me decían

En fin, es hora de dormir, mañana será un día muy largo