Oigo voces. Mujeres conversando. Gritos de niños jugando. Ruido de coches, muchos coches. Las campanadas de una iglesia. Una, dos, tres... hasta nueve.
Pájaros revoloteando. El camión del butano acaba de aparcar: Dos para el cuarto!
Intento captar toda la información que pueda proceder de mis oídos. Durante unos minutos es todo lo que poseo. Ondas que vienen y van. Chocan con mi cuerpo inmóvil y penetran hacia mi cerebro, el cual empieza a recobrar vida.
Lo último que una persona pierde al morir es el sentido del oído. Quizás por eso es lo primero que siento al volver.
Transcurridos unos minutos consigo abrir los ojos. Todo un mundo de color se abre para mí. Miro hacia un lado, hacia el otro. Afino más la vista. Queen, Depeche Mode, Michael Jackson, Aerosmith... entre otros empapelan la habitación.
"Bien, ésto me sitúa sobre los años 80. No me he ido muy lejos"
A mi izquierda: una computadora IBM486 está sobre el escritorio. A su lado un radiocasette de doble pletina y una carátula de una cinta tirada.
A mi derecha: una estantería llena de libros. Consigo leer algunos títulos: Crónica de una muerte anunciada - interesante -, El Nombre de la Rosa, Los Santos Inocentes, La Casa de los Espíritus...
"Parece que éste chico sabía lo que se le avecinaba".
Por fin empiezo a sentir mis brazos. Consigo menear un dedo. Los cuento. Cinco en total.
"La última vez sólo tenía cuatro".
En cuanto reúno las fuerzas levanto un brazo y voy hacia mi entrepierna.
"Vale. Soy un chico. Mejor. Las chicas son muy retorcidas y encima con sus dolores menstruales. La vida es más fácil siendo hombre".
Miro mi muñeca. Un Casio marca las 9:30. Llevo media hora estirado. Ya debería poder levantarme.
Y acto seguido levanto un pie, luego el otro... Poco a poco consigo incorporarme.
" Bueno, ya está. Por fin vuelvo a respirar"
Inspiro todo el aire del que es capaz de retener mis pulmones. Doy una vuelta por la habitación para reunir toda la información posible sobre la persona que soy.
Abro un armario y un montón de ropa cae sobre mis pies.
"Eres un poco desordenado eh?. A ver si hay algo decente para ponerse"
Rebusco y encuentro unos vaqueros y una camiseta de los Rolling Stones.
"Ésto servirá"
- Marc, estás despierto? - pregunta una voz femenina procedente del otro lado de la puerta.
Vale, ya sé cómo me llamo. Carraspeo la garganta. La tengo seca y áspera. Me cuesta articular palabras. Con gran esfuerzo consigo decir:
- Sí - mamá? hermana? esposa?. Optó por dejar el sí a secas.
- Baja cuando quieras y desayunamos juntos. Hace tiempo que no hablamos hijo.
- Vale. Ahora bajo.
" Mal empezamos. Hablar. No sé ni qué aspecto tengo. Si soy rubio, moreno o ambas cosas. Si me gusta el fútbol o el basket. Si soy diestro o zurdo. Con qué mano cojo el café?"
Busco un espejo. Tiene que haber alguno por algún cajón. Aquí estás, dentro del cajón de los calzoncillos.
" ¿Para qué lo guardas aquí? ¿Para ver tu polla?"
Y me observo en él. Lo que veo no me desagrada del todo.
Chico de unos 17 años. Alto, 1.75cm quizás. Delgado, demasiado. Cabello ondulado, corto y castaño. Ojos grandes, marrones. Piel blanca. Etnia... diría que española.
"Bueno. Estoy bastante bien. Parece que ésta vez lo tendré más fácil. Por lo menos la carcasa es aceptable. A ver lo que me encuentro por dentro".
Salgo de la habitación y bajo las escaleras. Voy hacia lo que parece ser la cocina. De pie, apoyada en la mesa hay una mujer de unos 45 años tomándose un café mientras en la radio suenan los mejores Hits del momento.
Me acerco hacia ella y con voz ronca digo:
- Buenos días, mamá - me acerco y le doy un beso.
- Buenos días cariño - contesta mirándome extrañada.
Hay bizcocho de frambuesa, del que tanto te gusta. Quieres un trozo?
- Por supuesto. Muchas gracias - le acerco el plato y me echa un trozo.
Empiezo a comer esperando que ella inicie la conversación.
- ¿Hoy era cuando tenías que hacer un trabajo con los amigos ?
- Sí, hoy era - respondo escuetamente.
- Si necesitas que te acerque en coche a casa de Hugo o de Pablo me dices.
- Gracias mamá, pero no hace falta.
De repente llaman al teléfono. Mi madre se levanta,va hacia el comedor y lo descuelga.
- Diga? - contesta - Hola Manoli!
Y comienza una conversación que parece durará horas.
Mientras tanto me levanto y miro por toda la cocina intentado recaudar información. Busco la nevera. Hay fotos en donde siempre se repiten las mismas personas: mi madre, un hombre que supongo será mi padre y yo. Observo a ese hombre. Sí, es mi padre sin duda. Tengo el mismo color de pelo y los mismos ojos. Alto y delgaducho como yo. Parecemos felices.
También hay imanes de diversos lugares: París, Roma, Amsterdam... He estado en cada una de ellas. De algunas tengo recuerdos bonitos, de otros no tanto. Hay otro imán que llama mi atención: es una Naranja con una pelota de fútbol.
Debajo hay un calendario: octubre de 1982.
”En este año también he estado. Creo recordar que fue el mundial de fútbol. Fue Italia o Alemania quién ganó?"
Encima de la encimera de la cocina hay un periódico.
" ¡Bingo! Justo lo que necesitaba"
Ojeo la portada:
Valencia: 18 de octubre de 1982 - Lunes
" Oleada de atentados sin reivindicar en el último tramo de la campaña electoral"
( Siempre hay temas de política. Ésto nunca cambiará)
"Los resultados del Madrid y Barcelona animan la Liga"
(Como nunca cambiará el fútbol)
"Primer congreso nacional del cáncer"
Ojeo las siguientes páginas. Una noticia llama mi atención:
"Las previsiones se van confirmando y apuntan a una «gota fría» también conocida como DANA en la Comunidad Valenciana. Emergencias de la Generalitat ha emitido un aviso especial ante la llegada de un episodio de lluvias intensas a partir del próximo martes, que podrían acumular 100 litros por metro cuadrado en doce horas, por lo que el litoral e interior norte de Castellón y Valencia permanecerán en alerta naranja".