Prólogo

Estaba terminando de darme una ducha cuando de repente escucho sonar mi teléfono, al ver que era un número desconocido dejé que sonara pero fue en vano ya que no dejaban de insistir, así que decidí contestarlo.

- ¿Si? - contesté el teléfono un poco asustada.

- ¡Nina! - gritó una voz del otro lado de la línea.

- ¿Quien habla? - pregunté extrañada.

- Soy yo, tu madre. ¡Nina necesito que regreses a Ford lo más pronto posible! - dijo ella muy alterada.

- Mamá pero qué suce.. - no pude preguntar más ya que se escuchó un disparo y la línea se cortó.

Estaba en shock, hace 5 años me fui de Ford ya que mi madre me arregló un matrimonio que yo nunca acepte, solo tenía 15 años en ese entonces no podía casarme, era muy pequeña, por supuesto que mi sueño era casarme pero no a esa edad y mucho menos no estando enamorada, mi madre al enterarse de esto me corrió la casa dejándome sin nada, solo pude sacar algunas pertenencias y por suerte mis ahorros que era suficiente como para alquilar un departamento mientras conseguía trabajo. En ese entonces era muy difícil conseguir trabajo teniendo solo 15 años, mi mejor amiga Nora se enteró de mi situación y me ofreció un apartamento que sus padres le habían regalado, mientras en lo que conseguía un trabajo y un lugar en donde vivir. Cuando cumplí 18 años me ofrecieron un trabajo como enfermera, apenas estaba aprendiendo pero con el tiempo fui mejorando muchísimo. Después de todo ya era un trabajo fijo ya que en mis trabajos anteriores eran de medio tiempo y la paga era muy poca.

 Y bueno aquí estoy, pensando qué es lo que pasa con mi mamá, me dio sentimiento escuchar su voz después de tanto tiempo pero por lo que veo no llamó por algo bueno.

Esa misma noche decidí comprar un boleto de avión y volar a Ford.

Eran las 5:10 de la mañana faltaban 30 minutos para que mi vuelo a Ford saliera. Luego de tanto esperar ya estaba en el avión, antes de subir intenté llamar de nuevo al celular de mi madre pero no hubo respuesta, faltaban pocos minutos para aterrizar, estaba muy nerviosa.

Salí casi corriendo del aeropuerto, tuve que pedir un taxi ya que la casa de mi madre estaba muy lejos no sabía si estaba dando la dirección correcta ya que había pasado mucho tiempo, pero al ver detalladamente pareciera que nada hubiera cambiado. Faltaba unas cuantas calles para llegar, pero el taxista me dijo que ya no podía entrar más allá porque era propiedad privada. Sali del taxi dejándole una buena propina al conductor y me fui casi corriendo hasta llegar a casa de mi madre sabía que estaba cerca se podía apreciar la gigantesca mansión de mi madre. Sí mi madre era millonaria y muy tacaña. Ya me encontraba enfrente de la casa pero me di cuenta que no había ningún guardia así que me apresuré a entrar - grave error - al momento en que crucé esa puerta unos hombres de traje me acorralaron agarrándome por las muñecas, intenté liberarme pero era imposible sus agarres eran más fuertes que los míos.

- ¡Malditos! ¡Suéltame! - grite - como pude me logré soltar del agarre de uno de ellos, me giré dándole una patada en la entre pierna dejándolo en el suelo por el dolor, pero antes de que pudiera reaccionar sentí un trapo que cubría mi nariz y boca, intenté aguantar la respiración pero era imposible ya que todo me daba vueltas y no podía mantenerme de pie. Antes de ver todo oscuro ví una silueta de un hombre que bajaba de las escaleras, dijo algo pero era inútil escuchar ya que mis ojos se habían cerrado.