Viviria Un Infierno a Tu Lado

Capitulo 2

CAPITULO 2 
Varios minutos después, J. B. Cómo era llamado por sus “amigos” se puso a buscar y ordenar varias cosas que necesitaba para su misión colocándose un vestimenta negra de pies a cabeza pues necesitaba pasar completamente desapercibido,, luego tomo una mochila negra de gran tamaño colocándola en su hombro para salir de su habitación y realizar aquellas actividades que su trabajo le exigía pues como bien mencioné antes para alguno la noche significa trabajo. Por último reviso un mensaje en su móvil que lo alertaba qué el clima realmente era malo y que siempre podía salir algo mal. 
Al estar en la sala se aseguró de que la joven estuviera completamente dormida aún que pensó que sería algo difícil ya que ese sillón resultaba ser de los más incómodo pero para su sorpresa la chica estaba completamente dormida; al conseguirlo partió de manera silenciosa teniendo cuidado de no despertarla. 
A la mañana siguiente, María se despertó estirando su cuerpo y algo  desconsiderada debido a que no reconocía el sitio en el que estaba hasta que recordó los sucedido la noche anterior, se puso de pie para acomodar sus cosas y doblar la frazada posteriormente mente abandono el sillón para recorrer un poco el lugar estirando sus piernas después de todo quería esperar a que el desconocido se despertara para agradecerle su hospitalidad. Pero las horas transcurría y no habían señales del chico. 
Rendida ante la idea de que tal vez el chico siguiera durmiendo suspiro levemente pues tal como lo prometió debía marcharse aunque todavía no tenía un plan de adónde dirigirse ya que probablemente su padre ya estaría poniendo la ciudad de cabeza para encontrarla y eso sería un obstáculo. 
Camino por el largo pasillo y se encontró con un par de botas arrojadas en el piso estás estaban empapadas y junto a ellas un par de medias además también había un rastro de huellas que daban hasta la habitación que el chico le había prohibido entrar. Sin duda alguna había salido por la noche pero la pregunta es ¿Por qué? Y ¿a dónde? Esto no debería importarle menos pero le resultaba algo curioso, por lo que decidió adentrarse en esa habitación que claramente el chico le había dicho que no y pronto lamentaría el haber ingresado por esa puerta. 
Solo debía marcharse al llegar la mañana, pero su curiosidad le pasaría factura. Lentamente la chica abrió la puerta ingresando en la habitación, esta ataba sumida en oscuridad exceptuando los rayos de luz que traspasaban por la cortina y el pasillo que permitía una tenue luz en el lugar. 
Había una gran cama alojada en el medio de la habitación donde descansaba aquel chico se notaba que estaba profundamente dormido. Sobre el escritorio se hallaban una cantidad de papeles, fotografías, fichas de identidad, pasaportes con diversos nombres, aparatos tecnológicos como celulares Ahora la pregunta era ¿para qué tantos? Mientras avanzaba por el lugar observo que en el suelo yacía ropa húmeda dejando un charquito de agua y después un bolso abierto por lo que se acercó a este agachándose para ver el contenido sin saber que ya había cavado su propia tumba. 
La joven ingenuamente metió la mano en ella sacando algunos papeles que ni ella podía comprender, pero algo aun mayor llamo su atención pues sintió un objeto extraño, algo que ya había sostenido con anterioridad así que con las manos temblorosas pensó ¿hasta dónde quería arrastrar su curiosidad? La saco entre temblores y sospecha de lo que podría ser ya que con el tacto era fácil saberlo, pero fue aún más el miedo que la invadió al tenerlo frente a ella.....Era un arma de fuego. 
Rápidamente la chica se levantó con el corazón acelerado pues tenía que salir rápidamente de ahí y nunca volver. Fue algo estúpido lo que hizo, pero se arrepintió profundamente por haber entrado en dicha habitación, fue irrazonable y descuidado ni siquiera obedeció la advertencia del chico para no entrar en ese lugar. 
Sin tiempo que perder giro para tratar de irse por la misma puerta que había entrado, mientras las alarmas en su cabeza le advertían que fue mala idea el haber seguido a ese total desconocido ya que ninguno de esos elementos podría pertenecerle a alguien inofensivo. Pero para su desgracia sus piernas no respondían y su corazón no paraba de latir desbocado 
-no te muevas-se escuchó un click en la habitación, aquel sonido que informaba que le habías quitado el seguro a un arma. 
María giro lentamente su cuello y se esforzó por no entrar en pánico al observar aquel objeto que nunca pensó que le apuntaría a la cabeza. Por otro lado J. B. sostenía el arma y apunto a un lateral de su cabeza, sonriendo tan tranquilo, una sonrisa de alguien que no era precisamente amigable 
- ¿pero que tenemos aquí? Un conejito muy curioso-decía mostrando su verdadera personalidad 
-yo.... no quise meterme así-comentaba la chica sin siquiera pensarlo pues el miedo y los nervios no la dejaban pensar-te prometo que no diré nada, solo déjame ir por favor- Imploro angustiada la joven, pensó en escapar, pero seguro le metía un tiro antes de que ella siquiera lograra salir por esa puerta. 
El chico avanzo lentamente hacia la chica y esta dio un paso atrás 
-Qué pena, te dije que te quedaras quieta y no tocaras nada-sonreía el azabache-¡Buh!-grito el joven apretando el gatillo haciendo que la chica soltara un gritillo por lo que este comenzó a reír. 
En cambio, la joven se dejó caer de rodillas al piso al ver que no había disparado mientras el miedo se adueñaba de ella aún más ni siquiera sabía cómo pudo evitar orinarse encima. 
-No tiene balas-J.B.-elevo el arma meciéndola de un lado a otro- ¡tendrías que haber visto tu cara! -una exagerada risa salió de la boca del chico como si fuera lo más divertido del mundo.  
La imagen del chico que tenía en un principio se fue desvaneciendo al instante ¿Cómo podía jugar con algo así? ¿quién era este chico? ¿le dejaría ir sin hacerle daño? Muchas preguntas, pero ninguna tenía. respuesta al menos por ahora, aun así, la más importante de todas ¿Qué es lo que haría con ella? 
Esta situación era peligrosa pues María no conocía para nada la personalidad de este chico o lo que sería capaz de hacer. No podía actuar sin pensar cómo anteriormente hizo, se estaba jugando la vida. En este momento tenía que pensar la manera de convencerlo para dejarla ir sin ser lastimada 
-prometo no decir nada pero déjame ir, quiero ir a casa-decía forzando una sonrisa con cierto agobio  mientras las gotas de sudor caían de su frente 
-oh ¿enserio?-pregunto con desinterés el joven-pero ¿no fuiste tu la que dijo que no tenía hogar? ¿No dijiste que volver a esa casa no era opción? Además solo piénsalo ¿cómo se que no irás a la policía y contarás todo?-se acercó a la chica para agacharse y quedar a su altura 
-yo…. Yo no voy a entregarte, lo prometo, no se nada de ti además tampoco tengo intención de ir a la policía-gritaba la chica desesperada mirando al joven-créeme te prometo que no lo haré. 
-Lo siento pequeña pero a diferencia de ti, yo no confío en los extraños-decía para después tomar uno de los mechones de cabello la chica para acercarlos a el-además traicionaste la poca confianza que te otorgue al entrar aquí; ya que no tienes a donde ir te mantendré aquí por un tiempo-comento mientras la chica miraba la mano del choco en su cabello 
-¿por un tiempo?-María trataba de asimilar la situación pero no entendía ¿porque quería que ella se quedará con el? Después de todo lo más sensato era que la matara 
-exacto, pero si llegas a salir de esta casa sin mi consentimiento iré tras de ti y no importará a dónde vayas porque te encontrare-ahora la mirada del joven paso de una tranquilidad a una agresividad escalofriante-tómalo con si un gato persiguiera a su presa y no solo serás tú si no toda tu familia, aún que poco te deben importar-comento con una sonrisa dibujada en su cara , maliciosa y amenazante manteniéndola como la de todo un sádico-Aun que seguro la culpa te haría enloquecer…. Entonces vas a obedecer en todo lo que te ordene o si no pagarás las consecuencias ¿quedó claro? 

Para María todo esto era algo irreal ,no podía creer como alguien que la noche anterior la ayudo ahora la amenazaba de muerte; por su torpeza de meterse donde no debía ahora tendría que aguantar todo lo que a este chico se le ocurriera y no sabía lo que podría idear este chico en su cabeza. Una imagen de tráfico de personas o venta de órganos paso por su cabeza. Sin embargo de algo si estaba segura, termino metiéndose en la cueva del lobo. 
-bien veo que eres muy dócil así que no será difícil para tu cumplir todas mis órdenes-comento el chico para darle la espalda y acercarse al escritorio pues uno de los celulares comenzó a sonar 

-Diga-coloco el teléfono entre el hombro y su oreja sentándose en la cama mirando fijamente a la chica que aún no sabía si moverse de el sitio en donde estaba o seguir un rato más abrazando el piso-¡¿Ah?! Marco eres tú ¿Qué quieres? 
María permanecía quieta sin hacer ningún ruido observando todo frente a ella, decidiendo si debía correr o quedarse a-si, ya le encargue de entregar las armas-comento el joven para buscar algo en la cama hasta encontrar una pequeña bala-si, Dile a Ame que lo tengo en la palma de la mano…….no, tú solo encárgate de hacer tu parte del plan-entonces elevó la voz en modo autoritario para meter la bala en el arma y cargarla -bien, si si-apunto el arma a la cabeza de María que ya se estaba levantando de su sitio, por lo que está lo miró con terror ¿de verdad jalaría el gatillo? Una cosa era que estuviera vacía pero otra muy distinta que estuviera cargada ¿acaso era un Psicópata? Una vez de pie intento no hacer ningún movimiento que no fuera respirar peor era obvio que no podía dejar de temblar. Contemplo el rostro de aquel chico que ahora era su captor, se veía de lo más entretenido con esta situación 
-Solo basta apretar el gatillo para que el trabajo este hecho-comento mientras presionaba de a poco el gatillo-yo estaré ocupado con algo, nos vemos luego-corto la llamada sin más al mismo tiempo que presionó el gatillo y después se escuchó un ruido vacío “tan molesto” pensó el chico mientras que María se sentía completamente mareada y con náuseas, pues le resultaba algo complicado no perder el conocimiento ¡presionó el jodido gatillo con una bala dentro! Pudo haber muerto. Ahora sí podía confirmar sus sospechas a este tipo su vida no podía importarle menos; alucinaba pensando que esto podía ser solo una terrible pesadilla y que al despertar ya estaría en casa de su padre otra vez ¿Qué podría ser peor? ¿ser juguete de su propio padre o de un completo extraño? En cualquier momento una bala podría cruzar su cráneo con facilidad 
-No tocó la bala-comento ¿decepcionado? El chico, mientras que María caía nuevamente en el suelo asimilando todo-tienes mucha suerte-desvió el arma y la apoyo entre las sábanas. La frialdad con la que apretaba el gatillo era impresionante. 
Los dientes de María se presionaban con fuerza lo que provocaba un lastimoso chirrido interno, trato de controlar el tembló de sus manos. 
-¡Dije que de pie!-repitió la acción de sostener el arma para dirigirlo está vez a su estómago y de nuevo sonó ese click 
La chica rápidamente levanto la vista viéndolo directamente a los ojos totalmente aterrada, es que acaso estaba loco este chico. Si no juntaba el suficiente valor para obedecerlo al pie de la letras tal vez el próximo disparo no tendría tanta suerte 
-te volviste a salvar…. Si digo algo se hace ¿entendido?-comento con aquel tono intimidante haciéndole saber que si no obedecía no dudaría en cometer lo que se proponía. 
María concluyó que lo más obvio era que este sujeto tuviera experiencia haciendo esa clase cosas ya que ni siquiera le temblaba la mano al sostener aquella arma, aún que tampoco sabía de qué trabajaba ese sujeto lo más seguro es que este ya debía estar tras las rejas. 
--Me gusta esta expresión-decía el chico sosteniéndola por el mentón observándola detenidamente  con una sonrisa apartando el arma-el miedo que reflejas es asombroso. 
Esto le causaba cierto alivio a la pobre chica, pues el no observar un orificio de un arma directo en su cuerpo era una buena señal 
-desde ahora vivirás aquí, no puedes salir si yo no lo permito y tampoco puedes tocar mis cosas-decía viéndola amenazante-creo que no hace falta dejar en claro que no puedes entrar aquí ¿Quedó claro?-esta solo asintio 
-Bien ahora quiero que me prepares algo de comer-esta solo asintio para encaminarse a la supuesta cocina. Ahora es su sirvienta ,si su padre pudiera verla estaría muriéndose después de todo




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