Volando al Viento [ Genshin Impact ]

Capítulo 27. Siempre has tenido mi confianza

Capítulo 27
Siempre has tenido mi confianza

Tanto Ayato como Ayaka permanecieron en silencio por largo rato, como si quisieran aguardar a ver si acaso el otro se atrevía a revelar que más sabía. Pero Ayaka supo que tratándose de su hermano, lo más seguro es que ya tuviera toda la información que ocupara, o al menos bastante. De otra forma no se atrevería a hacer una declaración así tan a la ligera.

Así que por dónde lo viera, la Princesa Garza se encontraba en una pequeña desventaja táctica. Pero no podía permitir que eso mermara su serenidad. 

Ayaka respiró lentamente por su nariz, se sentó derecha en su sitio, y entonces murmuró con bastante prudencia:

—Así que sabías de eso.

Sin embargo, al momento de pronunciarlo, no miraba a su hermano, sino hacia detrás de él, hacia Thoma que permanecía aún sentado delante de puerta. El sirviente se dio cuenta en ese momento de que lo miraba, y en especial de la seriedad casi agobiante con la que lo hacía. Se dispuso rápidamente a decir algo para defenderse, pero Ayato se le adelantó por apenas un segundo.

—Te pido que no dudes de la lealtad de Thoma —señaló tajante el Comisionado Yashiro—, pues te aseguro que no lo supe por él. Además, supongo que no ha de sorprenderte el que te diga que siempre tengo ojos puestos en ti, ¿o sí?

—Para mi protección, ¿no es cierto? —masculló Ayaka, con algo de defensiva en su voz. Ayato no respondió.

Aunque Ayaka podría haber parecido molesta ante la posibilidad de que Thoma la hubiera delatado, lo cierto es que no lo estaba. Si tenía que elegir una emoción, diría que sentía más culpa por poner a su amigo en una posición en la que tuviera que elegir entre su lealtad a ella, y su lealtad a la cabeza del clan. De cierta forma le tranquilizaba un poco saber que en realidad no había tenido que hacer tal cosa.

Como sea, ya se preocuparía después de eso. Ahora lo importante era abordar el tema sobre la mesa, y afrontarlo como era debido. Y siendo la parte contraria de esa discusión su hermano Ayato, uno de los más grandes negociadores, mediadores y políticos de Inazuma, y quizás del mundo, no podía permitirse mostrar vacilación alguna en su postura.

—Este asunto es algo que no concierne ni a la Comisión Yashiro ni al Clan Kamisato —declaró Ayaka con firmeza—. Es algo que yo decidí realizar por mi propia cuenta, y que sólo tiene que ver conmigo.

—Sabes muy bien que así no es cómo funciona esto —respondió Ayato con seriedad—. Pero igual no quiero mis intenciones se confundan, Ayaka. No vengo a reprenderte por lo que has hecho. En realidad, desde que me enteré de este asunto, no tenía intención de involucrarme, y confiaba en que sabrías alejarte de problemas. Sin embargo, eso tuvo que cambiar, ya que al parecer ya no soy el único que tiene los ojos puestos en ti.

—¿A qué te refieres? —preguntó Ayaka con desconcierto. 

Ayato introdujo entonces una mano en el interior de su atuendo, sacando de un bolsillo interno un papel, compactado en dos dobleces, y lo colocó sobre la mesa, justo entre ambos. 

—El Shuumatsuban interceptó ayer este mensaje del Comisionado Hiiragi a sus delegados en Ritou.

Ayaka miró aquel pedazo de papel con curiosidad. Sin esperar mucho, extendió su mano, lo tomó y lo desdobló delante de ella. Al parecer era en realidad una carta de dos páginas, en efecto firmada por Hiiragi Shinsuke. No era la carta original, por supuesto; esa debía ya estar camino a Ritou, sino era que ya había llegado para esa hora. Aquella era una copia realizada por algún miembro del Shuumatsuban, por lo que no tenía los sellos respectivos del clan Hiiragi y la Comisión Kanjou. Aun así, Ayaka no tenía por qué dudar de que fuera verdadera, en especial si al parecer su hermano ya estaba seguro de ello.

Comenzó entonces a leerla rápidamente y con mucho cuidado. Mientras lo hacía, la mitad de su atención escuchaba lo que Ayato le decía.

—En pocas palabras, Hiiragi les pide hacer un rastreo minucioso de los últimos retiros de dinero que has hecho de tus fondos personales, en especial del último hace un par de días de una cantidad considerablemente mayor a las demás. Pide además que se cotejen las cantidades de estos con cualquier compra sospechosa de materiales de manufactura en esos mismos lapsos de tiempo. No especifica la causa, pero creo que todos aquí sabemos bien de qué se trata.

Thoma en la puerta se sobresaltó, estupefacto por escuchar aquello. ¿La Comisión Kanjou se encontraba investigando los movimientos de dinero de la Srta. Ayaka? ¿Habían descubierto su participación en la generación de las Visiones Falsas? ¿Cómo había ocurrido tal cosa…?

Por su parte, Ayaka seguía leyendo la carta con evidente calma, o al menos sin que una reacción palpable de preocupación se reflejara del todo en su rostro. Siguió leyendo después de que Ayato terminara su resumen, que era de hecho bastante acertado. En la carta sólo venían algunos detalles adicionales para dichas instrucciones, así como un listado de los movimientos que solicitaba rastrear, junto con la fecha y la cantidad de moras retiradas, los cuales Ayaka reconoció rápidamente.

Una vez que terminó de leer, y le había quedado bastante claro su contenido, volvió a doblar la carta y la colocó de regreso en el centro de la mesa, justo en donde Ayato la había colocado.




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