🦋Geraldine🦋
—Un poco arrogante de tu parte —Digo riendo.
Curva las comisuras de sus labios.
—Digo la verdad —Murmura encogiéndose— aún sigo poniéndote nerviosa —Baje la mirada. No iba a negarlo, Cayden Harrison seguía poniéndome de los nervios con sólo mirarme o sonreír—. Vez... Ya te has puesto colorada.
Escuché su risa y algo molesta conmigo misma por no ser un poco más disimulada digo:
—De acuerdo, tu ganas —Digo levantando las manos en señal de rendición—, cada vez que te veo me pongo malditamente nerviosa ¿Contento?
No dijo nada, pero su sonrisa valió mucho más que mil palabras. Se acercó y beso mis labios.
—¿Mucho más nerviosa que cuando te presenté a mi padre?
Hace unas horas al llegar al salón de eventos de la boda de las gemelas Cayden me presentó a su padre.
Maldita sea es muy intimidante.
—Lo siento, pero tu padre sí que da miedo.
—Es sólo un blandengue.
Tomó un trago del champán y luego dejó la copa en la mesa, se acercó lentamente y luego miro hacia el frente.
—Creo que es hora del baile.
Volteé la mirada y en efecto Katherine y Alex estaban en el centro de la pista bailando. Sonreí ante el amor y cariño que reflejaban.
— ¿Amor, me concedes esta pieza?
Miré a Cayden y algo avergonzada asentí. Tomé su mano y caminamos un poco lejos del centro.
Puse ambas manos en su cuello y él se adueñó de mi cadera con posesión, me sentí tan a gusto que apoye mi cabeza en su pecho. Se movía al son de la música de una manera suave y calmada que me era fácil seguirle el ritmo.
— ¿Te imaginas una boda así? —Pregunto él—. Yo preferiría menos rosa en la decoración.
Sonreí.
—A mí me gusta.
Levanté mi cabeza para mirarlo a los ojos.
—Pues tendré problemas con la futura novia entonces.
No pude evitar que mi corazón se acelerara. Nada me haría más feliz que casarme con el chico que amo... pero a veces no todo se puede.
De igual manera fruncí mis labios.
—Creo que podríamos negociarlo.
—Contigo negocio lo que quieras.
La música cambio por una muchísimo más movida y Cayden me levanto para dar vueltas. Me aferre a su cuello mientras reía y él hacía lo mismo.
Me bajo y acerco sus labios a los míos, deposito un beso casto y luego me separo.
— ¡Busquemos a Cindy! Quiero que me muestre los pasos de baile de los que tanto alardea.
Asintió. Me cogió de la mano y salimos de la pista para ir a nuestra mesa donde Cindy y Cam charlaban y se besaban.
—Lamento interrumpir pero mi chica necesita hablar con tu chica.
Cam sonrió.
—Te la dejo unos minutos Ger.
Rodé los ojos y tomé las manos de mi amiga. Me sentía feliz.
Jale a mi amiga y ella riendo dijo:
—Ger ¿Qué pasa? —Dijo arqueando una ceja— ¿Te estas divirtiendo?
Asentí de manera enérgica.
—Sí, y ahora quiero que mi mejor amiga me enseñe a bailar.
Ella no tardó en ingresar a la pista y mover sus caderas.
—Ven aquí Ramsey —Dijo haciendo señas con su mano para que me acercara.
Camine hacia ella y luego tomó mi mano para comenzar a moverse. No sabía bien que hacer por lo que imite sus gestos y parecía que lo hacía bien.
—¡Ya lo tienes!
Reí y moví mis caderas con más libertad que antes.
—Hoy es un día asombroso —Digo sonriente—. Nada podría arruinarlo.
La música cambio por una más movida y ambas lanzamos un grito de adolescentes. Unos minutos pasaron y sentí como Cayden rodeaba mi cintura con sus manos. No necesitaba girar para saber que era él, su aroma lo delataba.
—Bailas bien Geral —Susurró en mi oído, no pude evitar qué mi piel se erizara.
—Es la primera vez que estoy bailando —Digo siendo sincera—. Pero tengo una maestra excelente.
Miré a Cindy que se restregaba junto a Cam y negué divertida.
—Baila conmigo —Pidió él jalándome.
—Oh no... —Dije riendo—, ya baile lo suficiente.
Giré mi cuerpo pero me sostuvo con un poco más de fuerza. Su contacto me quemaba por lo que cerré los ojos saboreando su cercanía.
—Tú bailaras conmigo Geral... Me sentiré ofendido si mi novia me rechaza.
Suspire.
—De acuerdo.
Sonriente me tomó de la cintura y comenzó una nueva música un poco más tranquila pero movida. Baile con él entre risas y luego él se acercó más.
—Te amo —Dijo Frotando su nariz con la mía. Cerré los ojos.
—Yo te amo el doble, Cayden —Dije de manera pausada.
Él me tomó de la mano y me hizo dar una vuelta para luego pegarme a su pecho y besarme. A mitad del beso sentí como el aire me faltaba.
—Estás un poco caliente Geral ¿Necesitas descansar un rato? —Preguntó un poco preocupado pero negué con una sonrisa.
Luego de unos minutos la cabeza comenzó a molestarme, pero ignore el dolor y seguí hablando con mi novio. Algunas veces sentía mareos pero sólo culpaba a las vueltas que hacíamos con Cayden.
Hasta que...
De alguna manera el cansancio llegó a mi cuerpo en un golpe seco y tuve que sostenerme con fuerza de Cayden. Él noto mi cambio y me sostuvo eché la cabeza hacia atrás sintiendo un dolor en mi costado.
Gemi de dolor y el rostro de Cayden pasó a uno preocupado.
—Geraldine ¿Qué te pasa? —Dijo y no pude aguantar el dolor que se intensificaba me solté de él y al perder el soporte caí al suelo.
— ¡Cameron llama a una ambulancia!
Fue lo que pude oír mis ojos estaban cerrados por el cansancio. Sentí como me sostenía y se mecía de manera rápida por los nervios.
—Tranquila amor todo estará bien...
No pude oír más ya que todo se volvió demasiado confuso.