Como era esperado, ese día salí muy tarde de la editorial tratando que todo estuviera listo para el día siguiente. Luka se quedo conmigo hasta que termine con mi trabajo, la pasamos hablando de cosas sin importancia y de una vez en cuando me ayudaba respecto algun tema del poemario por lo que hacía mi trabajo un poco más fácil.
Pero de eso ya había pasado alrededor de una semana, y el sujeto en cuestión todavía se encontraba dudoso por que no le di el comentario que esperaba con referencia al poemario, y es que todavía no le iba a decir lo que pensaba, tenia cosas mejores planeadas. En dos días se hará el lanzamiento oficial del poemario, el día de hoy tenemos una cena de la editorial, celebrando que por fin logramos todos terminar nuestro trabajo.
–¿Qué tal ese?
–Muy corto, es una cena de gala, no vas de puteria.
–¡Oye! – le grito a Karla.
Decidí hacerle una llamada por medio de Skype para que me ayudara a escoger el vestido adecuado para esta noche, pero lo que más hace es decir que se me notan mucho las piernas o el trasero.
–Se supone que eres mi asesora para vestirme, así que deja de las críticas.
–Amiga, si se te nota el trasero te lo voy a decir – y no puedo contener la risa, no hay amiga más sincera que este ser.
–Está bien, me voy a cambiar y me dices como me queda el siguiente.
Hace mucho compre un vestido azul marino, no lo he usado en ninguna ocasión pensado que era muy elegante para la oficina, pero esta es una cena especial, además de estar todos los ejecutivos; va a estar la persona que amo y eso me pone aun más nerviosa. Termino de deslizarme la tela que se pega a mi cuerpo y salgo para que la cámara sea capaz de captarme y mi amiga me vea.
–Wow, ese es el indicado, ya no te pruebas ninguno más.
Me doy la vuelta sobre mi eje para lograr mirarme en el espejo, y la verdad es que si me queda muy bien. El vestido es totalmente pegado a mi cuerpo, por lo que marca toda mi figura, es de manga largas, pero en la parte del pecho deja ver mi clavícula y la parte superior de mis hombros para después seguir a mis brazos.
–Solo aplícate poco maquillaje con rubor, un lindo labial y tu cabello rizado al natural y estarás fantástica.
–¿Rizado? ¿De verdad? No muchas veces lo he utilizado así.
–Alice, tu cabello casi llega a tu cintura cuando lo llevas liso, ahora que te lo dejes al natural se recogerá un poco por las ondulaciones, solo confía en mí.
–Seguiré tu consejo – miro la hora en mi reloj de pared y noto que solo me queda una hora antes de que llegue Luka – Me voy, necesito terminar de arreglarme antes que llegue Luka.
–Recuerda ponerte ropa interior sexy bajo ese vestido.
–¡Oye!
Una hora se volvió nada mientras me terminaba de arreglar para la cena. Me sentía un poco nerviosa con toda la situación, no sé si podre manejar todo de la mejor manera, pero tengo que hacerlo, debo tener valor, si no, ¿De que sirve todo en lo que he trabajado? ¿Todo lo que he planeado? Esta noche será la mejor noche para Luka y para mí. Si todo sale a lo planeado, si la noche resulta como la he pensado y organizado, mi vida y la de Luka cambiara. Sonrió ante mi pensamiento, pues estoy feliz, tremendamente feliz de que al fin todo vaya a cambiar.
Escucho el timbre de mi departamento sonar, y de inmediato vuelvo a la realidad. Me miro una vez más en el espejo, todavía me siento algo insegura de como me veo, pero tengo que confiar en las palabras de Karla, es mi amiga, tengo que, si no seria capaz de asesinarme. Salgo de mi habitación y camino velozmente a la puerta de la entrada, inhalo y saco todo el aire de mi pecho para después abrir la puerta.
Era de esperar, es lo normal, cada ves que lo veo desde que nos conocimos sigue teniendo el mismo efecto en mí, tanto que a veces me hace sentir que las piernas me fallan y el aliento me falta, pero creo que es inevitable.
–Hola – su voz me saca de mis ensueños. Y me permito volver a perderme en su hermoso rostro – ¿Qué pasa? Te miras pálida ¿Has comido bien?
–Hola, si estoy bien – recobro mis pensamientos – Vamos pasa, solo me hace falta colocarme los zapatos.
Abro más la puerta para que pueda ingresar a la vivienda y me coloco a un costado. Luka entra sin ningún apuro y termina su caminata en medio de la estancia de la sala.
–Solo tardare unos minutos, voy por mis zapatos, mi bolso y nos podremos ir.
–Descuida, todavía estamos a tiempo – sonrió ante sus palabras y me encamino a mi habitación.