┏━━━•❃°•°ALEXANDER°•°❃•━━━┓
Después de tantos años tenía nuevamente a Nathalie en mis brazos, se veía tan hermosa, sentía que la vida me estaba dando una segunda oportunidad para remediar mis errores, no iba a descansar hasta tenerla de regreso en mi vida, la mujer que amaba había vuelto y no la iba a perder una segunda vez.
Veía al hombre caminar adelante mío con los pequeños en sus brazos, ¿Nathalie tuvo hijos con ese hombre? Con ese pensamiento en mente me sentí estúpido, no podía destruir una familia.
Llegamos al estacionamiento y el hombre se dirigió a una van, era espaciosa como para siete personas, tenía sillas de seguridad para los niños, frene frente a la van sin saber que hacer al igual que Chloe, ambos giramos nuestro rostro mirando como aquel hombre sentaba y aseguraba a los pequeños en sus sillas.
— ¿Se van a quedar mirándome? Entra con Nathalie a ese lugar — me señaló el interior de la camioneta.
No sé porque seguía obedeciendo todo lo que decía, solo subí con Nathalie aún en brazos y me senté con ella en mi regazo, vi que el hombre ayudó a Chloe a subir y le paso el cinturón para asegurarla, fruncí el ceño, porque coqueteaba con Chloe teniendo a Nathalie y a sus hijos en el mismo lugar, e incluso frente a mí.
— Lamento este mini secuestro, pero no podría sólo con Nath y los pequeños enanitos — dijo antes de subirse al lugar del conductor y empezar a conducir con dirección desconocida.
— No hay problema — dije tranquilamente, Chloe había permanecido callada todo el tiempo, lo que era extraño, era tan parlanchina que difícilmente cerraba la boca.
Sentí a Nathalie removerse en mis brazos hasta que abrió sus ojos algo desubicada, miro todo a su alrededor antes de conectar su mirada con la mía, se me quedo mirando con intensidad unos minutos antes de empezar a removerse en mis brazos intentando levantarse, cosa que no permití, ahora que la tenía en mis brazos no la iba a soltar jamás.
— Déjame Alexander — susurró por lo bajo.
— No, ahora quédate quieta hasta que bajemos del auto — dije firme, y mi mirada fue directo a los pequeños que estaba en las sillas del enfrente, el pequeño parecía enojado y nos miraba fijamente.
Ella suspiro derrotada y sentí pasar su mano por la mía, se detuvo en mi alianza matrimonial, nuestra alianza, no me la había quitado desde el día de nuestra boda, al igual que los anillos que permanecían en mi cuello desde su partida, quitó su mano rápidamente de la mía y la sentí tensarse en el lugar mientras sus ojos se dirigían directamente a Chloe y Félix.
Unos minutos más tarde el auto frenó frente a un edificio de departamentos lujosos, este tipo debía ganar muy bien, esta era una de las zonas más costosas de la ciudad, pero por mejor que ganara no podía competir conmigo, ahora tenía una buena fortuna en mi cuenta bancaria.
Una vez estacionados Nathalie se soltó de mi agarre y soltó a sus hijos de las sillas con gran velocidad y bajo del auto con ellos en sus manos, los niños solo me miraban, aunque la mirada de la pequeña me encantaba, era como si tratara de reconocerme.
— Mami, ¿el mostlo te lastimo? — el niño la miraba por todo lado como examinándola, la vi tocarle su cabecita suavemente.
— No mi amor, él no es un monstruo, creo — lo último lo susurro, pero alcance a escucharlo, — Es una buena persona, ahora despídanse de él y su hijo y vamos adentro — ¿mi hijo?, al parecer alguien estaba pensando cosas que no eran.
¿Qué pasa por tu bella cabecita en este momento amor? ¿de verdad piensas que podría cambiarte por alguna otra mujer?
— ¿Les gustaría entrar a tomar algo? quiero agradecerles por la ayuda, de no estar ustedes allí no hubiese podido llegar a casa a salvo con mi familia — mire incrédulo al hombre, pero acepte, quería hablar con ella, sentía la enorme necesidad de abrazarla, besarla y hacerle mil cosas hasta que recuerde que soy el hombre que más la ama.
— Claro que sí, muchas gracias, muero de sed— Chloe se adelantó a contestar. —Alexander vamos — tomo mi brazo y me jalo hasta la puerta, no me quedo más remedio que seguirla.
Nathalie no estaba del mejor humor, la vi adentrarse rápidamente al edificio con los niños, verla como mamá me hacía sentir melancólico.
El departamento por dentro era lindo, muy parecido al que tenía antes, donde ahora vivía Chloe.
Nos sentamos en el sofá, el silencio entre nosotros era opacado por el ruido de los pequeños jugando, Félix se había integrado bien con los hijos de Nathalie.
—Disculpen, iré a la cocina a ayudar, quedan como en su casa— Nathalie salió hacia la cocina dejándonos solos con Chloe.
— Alex, ese niño es exactamente igual a ti, la niña también, mira sus ojos — la vi hacer movimientos raros antes de lanzarse sobre mí, — Tengo sobrinos — chillo sobre mi oído.
— Disculpen — Nathalie apareció frente a nosotros con una bandeja con vasos de leche y algunas galletas para los niños, y tras de ella el tipo traía jugos. Se quedo mirando a Chloe que seguía rodeando mis hombros con sus brazos.
— Nada de alcohol, no bebemos frente a mis sobrinos— ¿sobrinos?
— Gracias — tome los brazos de Chloe para sacarla de encima mío, tenía la mala costumbre de colgarse de mis hombros como un mono, así había sido desde pequeña. —Ya siéntate bien — la regañe.
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Editado: 19.10.2022