Camino por un sendero empedrado lleno de árboles, todo está oscuro, es como si estuviera en un bosque solitario, todo es verde el cielo está opaco, a lo lejos se escuchan pequeños sonidos de pájaros que cada vez se alejan más, camino mirando a todos lados hasta llegar a una Roca muy alta como una especie de punto que divide tres caminos diferentes, miro los tres caminos no sé cuál elegir, pero entonces escucho un ruido cerca a un arbusto que se está moviendo, me quedo parada muerta de miedo. Empiezo a correr por el camino de la derecha; corro con todas mis esfuerzas, pero choco con algo que hace que caiga al suelo y me doble el tobillo, veo que alguien se acerca, lucho con todo lo que puedo para continuar andando, pero esa lucha es en vano, ya que me vuelvo a caer, mientras escucho pasos acercándose.
Cierro mis ojos con todas mis fuerzas para esperar el ataque, sin embargo nada de eso sucede, abro mis ojos lentamente y me sorprendo encontrándome con esa intensa mirada de ojos verdes que jamás imaginé ver y que me encantaban admirar, pero esa mirada ya no muestra ese brillo especial por el que se caracterizaba, si no ahora es fría y vacía.
Veo como cada vez se aleja más y más, sin importarle dejarme aquí sola en un bosque solitario con este dolor.
-Ayúdame por favor- le suplico, en cambio él se aleja más y más.
-Por favor no me dejes te necesito- le digo, pero no me hace caso, se voltea y desaparece.
-NIIICKOOOLASSS!!!!! -le grito con lágrimas en toda mi cara, pero ya se fue se fue-NO ME DEJES PORFAVOR!!!!!
Me levanto exaltada y bañada de sudor de mi cama, recordando lo que acabo de soñar, pero en vez de un sueño fue una horrible pesadilla, en ese momento escucho mi teléfono sonar es una llamada de Alex, no le contesto ahorita no quiero hablar con nadie.
Me bajo de mi cama poniéndome mis pantuflas, veo la hora y me doy cuenta de que ya son las 7:00 de la noche, tanto he dormido voy caminando hacia la puerta recordando todo lo que ha sucedido hoy día y la humillación por la que he pasado y hace que me entren ganas de llorar, pensando en la mirada de odio que me daba él, todo por mi culpa.
Escucho risas afuera de mi habitación, abro la puerta para ver como dos pequeñas, monstruos se escabullen y no se la raz.., y PLOM me cae un globo gigante de pintura verde en mi cabeza, ahora si sé por qué se escondían.
-AHORAAAA SI QUE LAS MATOOOO!!!! -grito mientras las persigo escaleras abajo, escucho como se ríen a costa mía esos demonios.
-NO NOS ATRAPAS LELO LELO- me dicen estas mientras corren por toda la sala.
-AHORITA VOY PEQUEÑAS MONSTRUOS - digo bajando las escaleras y corriendo tras ellas, las atrapo y les hago cosquillas las muy malditas se siguen burlando todavía.
-YA YA BASTA- me suplican para que pare.
-No hasta que me pidan disculpas- les respondo mientras sigo con las cosquillas.
-Ya ya lo sentimos - dicen las dos a la misma vez, ellas son igualitas a mi mamá es decir en lo físico es como tener dos copias más de ella.
-No las escucho hablen más fuertes - les respondo.
-PERDÓN PERDÓN- me dicen las dos iba a responder, pero hablo una voz.
-Sophia deja en paz a tus hermanas- dice mi madre apareciendo en la sala cruzándose de brazos, en ese entonces paro y los pequeños diablillos aprovechan en escabullirse, alejándose de mí.
-Pero mamá mira lo que me han hecho - le digo mostrando como estoy bañada de pintura verde.
-Hay hija es una pequeña broma- me dice riéndose de mí como si no fuera grave lo que han hecho y entrando de nuevo a la cocina a terminar lo que estaba haciendo.
Mi madre es una mujer muy buena y sincera, le gusta ver el lado bueno de las personas así sean malas, igual a mí. Pero aveces suele participar en las "Pequeñas" bromas que hacen mis hermanas, según ella para alegrar el día, a mí no me parece que para alegrar el día tiene que reírse a costa mía, pero esta me las van a pagar porque me las van a pagar, voy a planear mi venganza poco a poco.
No sé confundan no soy una persona vengativa, cuando se trata de no meterse conmigo, pero cuando me buscan me encuentran y estas ya me buscaron.
Me subo a mi cuarto a darme una ducha para bajar a cenar, entro al baño me ducho y me voy al armario a ponerme mi pijama favorito, consiste en una busola y un camisón con diseños de pequeños lentes, libros y varitas como las de Harry Potter.
Soy muy fan de esa saga, las leo cuantas veces quiero, como ya les había dicho a mí me encanta leer, en mi cuarto tengo una repisa en donde están todos mis libros y no hablo de unos cuantos, sino de muchos, mi habitación no es tan grande que digamos es cómoda si, es de color celeste mi color favorito con un dibujo de un gran árbol de flores azules en el respaldo de mi cama, cuenta con un chico escritorio en donde esta mi laptop y mis cuadernos también con un baño y un armario no tan grande que digamos, les quería seguir contando más, pero una voz me interrumpe.
-SOPHIA BAJA A COMER -grita mi madre, mientras salgo de mi habitación para bajar las escaleras corriendo.
-TIOOO!!!! - bajo corriendo a abrazarlo.
-Hola, mi niña - me despeina.
Alberto Roz el hombre más guapo, bueno y risueño que conozco, es hermano de mi disque padre, desde que paso todo lo ocurrido jamás lo volví a ver, ni una visita ni una llamada nada, es como si nosotras para el jamás hubiéramos existido y aunque no lo demuestre eso me causa mucho dolor.
Pero mi tío siempre nos ha apoyado y más a mi mamá con todos los gastos que necesitábamos en un momento de crisis es por eso que lo queremos mucho, el a sido un padre para mi durante estos últimos 5 años y no lo cambiaría por nada en la vida.
-Ya siéntese la comida esta servida- dice mi madre para que nos sentemos a comer y así lo hicimos.