P1. Capítulo 9
Dulce tentación
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Lentamente y con el sabor aún presente de la victoria asegurada Ean se acercó nuevamente a Nicolás y acto seguido lo volvió a besar. Aquel sentimiento era indescriptiblemente adictivo, donde ese dulce calor se incendiaba como chispas y su deseo no hacía sino más que aumentar. Definitivamente, Ean deseaba hacer suyo a Nicolás, como si de un objeto se tratase. Era su capricho, su dulce tentación.
Pasados unos pocos segundos y aturdido por los acontecimientos recientes Nicolás aparta aquel torso que lo aprisionaba y un poco tímido desvía la mirada mientras escucha las palabras de Ean:
Ean - eres hermoso, sé mío y solo para mi - Decía esto con un tono hipnotizante sin apartar siquiera la mirada de Nicolás.
Esos ojos agudos eran como dos amenazantes espadas, que si Nicolás hubiera sabido interpretar las señales tal vez hubiera podido escapar cuando aún le quedaba oportunidad, o tal vez ya era demasiado tarde.
Nicolás - me siento muy alagado, la verdad me gustaría poder conocerte más... Emm poco a poco, porque a mi también me interesas... - Nicolás no había terminado de decir la frase cuando Ean nuevamente lo envuelve entre sus brazos
Ean - No importa lo que tenga que esperar con tal de tenerte, sin embargo espero que no sea eterno y que cumplas con tu palabra - dijo lamíendose los labios -¿vamos por un café?
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⦅En el cuarto de empleados⦆
John se encontraba intentando asimilar lo que acababa de suceder, Ean Walton, aquel desalmado sujeto, el ogro y sucesor de Walton's Confort, su jefe ¿estaba teniendo una aventura con su ingenuo amigo? ¿Siquiera eso era posible? Tampoco era extraño suponer que se hubiera interesado en Nicolás pues este era una persona muy atractiva y su personalidad no hacía más que sumarle puntos.
Pero esto era algo que John no podía asimilar, probablemente aquél degenerado estaba usando su poder e influencia con Nicolás, quizás con alguna especie de soborno pues sabía de sobre manera la difícil situación económica de la cual apenas estaba saliendo.
Pero... ¿Aquella mirada que tenía Nicolás en ese momento era de alguien que estaba siendo forzado?
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Unos minutos después Ean guió a Nicolás hasta la cafetería, dirigiéndose directamente a la sección VIP donde ambos podían conversar de forma tranquila. El cubículo en el que se encontraban tenía una espectacular vista de la ciudad, sin embargo, ya el resto de cosas habían pasado a un segundo plano pues su mente no podía dejar de prestar atención al hermoso rostro de la persona que se encontraba al frente y que ahora era su...
Ean -.... novio - esa repentina palabra había sacado por completo a Nicolás del trance en el que se encontraba
Nicolás - ¿qué acabas de decir? - Dijo Nicolás con su rostro teñido por matices rojizos
Ean - qué tengo un novio muy lindo - comentaba mientras que con una sonrisa pícara esperaba ancioso la respuesta de Nicolás
Nicolás - ¡¿pero qué estas diciendo?! - cierto, ahora Ean era su novio, solo suyo. En ese momento Nicolás fue temporalmente consciente de las restricciones de su relación, deseaba gritar a los cuatro vientos y presumir con sus amigos a su enamorado, sabía que tal vez inició de manera prematura, sin embargo, ¿qué es lo peor que podría pasar?
Ean - de acuerdo, ya dejo de molestarte, ¿por cierto, cómo te va en tu apartamento y nuevo trabajo?
Nicolás - oh de lo más bien!, siento que todo se va acomodando tal cual un rompecabezas, estoy muy feliz de poder disfrutar ahora si de un estilo de vida mucho más tranquilo...
Todo estaba marchando a la perfección con el plan de Ean, desde su último encuentro este había notado el deseo interno de Nicolás por besarlo (acto que tenía que admitir se sentía mucho más sactisfactorio de lo que pudo imaginar).
Y pese a que su fugaz romance estaba dando inicio, no podía sino esperar para hacerlo completamente suyo, se imaginaba escuchar aquella cálida voz agitada mientras dice su nombre, dando rienda suelta a sus deseos... Ean tenía muy altas expectativas, sin embargo, por el momento podía esperar un poco más.
Poco a poco se iba consolidando en Ean el deseo de monopolizar por completo a Nicolás, hacer que solo tenga ojos para él sin importar qué y permanecer obedientemente a su lado a la espera de nuevas órdenes. Por otro lado, Nicolás imaginaba diferentes escenas en su mente, en las que ambos eran extremadamente melosos y cariñosos, actividades como ver películas, salir a caminar, comer o permanecer arrecostado en su hombro mientras siente su calidez eran sus nuevas aspiraciones; y quizás eran aspiraciones demasiado puras para el vuelco que terminó dando su vida.
Al terminar la cena ambos salieron de la sección VIP, pasando por delante de la mesa de una chica rubia, Lucía, la misma chica que Ean había dejado plantada en la noche que se conocieron. Rápidamente y empujada por el coraje que le representaba la interferencia de Ean esta se levanta y los sigue. Ella no iba a permitir un segundo desplante tan humillante como el que había pasado por culpa de ese hombre tan altanero!
Lucía no sabía con exactitud lo que iba a hacer, no obstante, rápidamente su enojo se transformó en asombro al ver cómo llegando al área del estacionamiento Ean detenía su paso y giraba el rostro hacia el de Nicolás, colocando su mano con delicadeza sobre su barbilla y besándolo con pasión y suavidad, dejando boquiabierta a Lucía que inmóvil no pudo hacer más que mirarlos.
Acto seguido ambos hombres entrelazaron sus manos y continuaron su trayecto con paso tranquilo y dejando atrás a Lucía hasta llegar al elegante automóvil de Ean.
Desde otra perspectiva Nicolás tenía ganas de tomar esa mano con fuerza y no soltarla jamás, la calidez que recorría sus dedos era simplemente indescriptible y un agradable sentimiento inundaba todo su ser, era un revoloteo primaveral que lo embargada por completo y lo llenaba de dicha. Él se sentía la persona más afortunada del mundo. Pero ¿Hasta cuanto tiempo su ignorancia lo iba a hacer feliz?