Voy de camino a casa, decido ir en metro ya que me siento más relajado. Veo mi reloj, son las 4:45 de la tarde. Busco un asiento libre, me siento junto a un hombre barbudo muy raro, trato solo de ignorarlo. Me pongo unos auriculares y escucho un poco de pop. Pongo música para tratar de no pensar en lo que el señor Vince nos ha anunciado. La chica con la que ha llegado al trabajo, muy simpática por cierto, se llama Taylor Connel, es una nueva empleada y, adivinen qué, la asignaron al mismo proyecto en el que estoy trabajando. Se la han asignado al señor Hunter, el encargado del proyecto en el trabajamos, para que le explique todo el ambiente del trabajo. Ahora tengo que trabajar con una persona más, justo lo que no quería que pasara.
Llego a casa, tan abrumado que subo enseguida a mi habitación sin saludar a mamá. He comprado una hamburguesa de camino a la estación del metro, así que no tengo hambre. Sin embargo, mi madre sube a mi habitación, toca mi puerta y pregunta si me sucede algo.
-Estoy bien mamá, solo estoy cansado.
- ¿Seguro? ¿Quieres comer algo?
-No, he comido al salir del trabajo, gracias.
-Ok Thomas, te dejo descansar.
Mi madre se preocupa mucho por mí, creo que aún piensa que soy un niño.
Escucho que Liz llega a casa. Ha estado desde el miércoles en casa de mis tíos, se ha tomado unos días libres y ha pedido permiso en la escuela. Se lo han concedido, ya que estaba por terminar y sus calificaciones son muy buenas. Yo solo me destaco en dos cosas: soy bueno con las computadoras y muy poco sociable, tal vez es una característica única de Thomas Grammer.
Bajo enseguida a saludar a Liz. Se ve un poco más grande, y eso que sólo he dejado de verla por tres días. Trae un vestido medio corto amarillo, su color favorito, unos lentes para corregir su vista un tanto defectuosa y una gran cantidad de degaldas pulseras en la muñeca derecha. Camino hacia ella y la abrazo enseguida.
- ¿Qué tal te ha ido , Liz? -le pregunto.
-Bien Thomi. -me dice -aunque mis tíos no es que me dejasen hacer muchas cosas que digamos.
-Vamos Liz, sabes que son poco sobreprotectores -le digo.
-Ok Liz -le dice mi madre, que ha ido a buscarla a la estación de autobuses -, ve a cambiarte.
- ¿Dónde está papá? -pregunta ella.
-Hoy tiene que trabajar esta tarde -le digo.
Liz sube a su habitación, se cambia y baja a la sala enseguida.
-Thomi vamos al parque -me dice.
-Ok vamos -acepto acompañarla aunque estoy muy cansado, y es que haría cualquier cosa por ella. Ella no lo sabe pero, es gemela, aunque su hermana gemela, mi hermana, murió a la hora del parto.Creo que, me obliga a dar todo por ella.
Llegamos al parque, que está a unos 20 minutos en bici. Cuando llegamos compramos unos helados y ella sube a un carrusle de caballitos que está ahí. La espero sentado en una silla del parque, viéndola cómo se divierte. Entonces veo que a Jacob que viene hacia mi con Emma y otra persona que me parece familiar. Entonces lo recuerdo, es Taylor, la nueva empleada, no puede ser.
-Hola viejo, cómo estas -me pregunta Jacob.
-Bien, y ustedes que tal.
-Bien, ¿qué sólo en el parque? -pregunta Emma.
-No estoy solo, he venido con Liz.
- ¿Liz es tu novia? -pregunta Taylor.
- Claro que no -le dice Jacob con un rostro que conozco bien, hace esa cara cuando quiere reírse de algo -, a Thom no le gustan las mujeres.
-Callate idiota -le digo, riéndo también, pero de vergüenza -. En primer lugar si me gustan las mujeres y, en segundo lugar, Liz es mi hermana pequeña.
Veo que Liz se baja y corre hacia nosotros.
-Hola Liz, ¿cómo estás? -le pregunta Emma.
-Hola Emma, hola Jacob, y hola...¿eres amiga de Thomi? -le pregunta Liz a Taylor -. Thomi, ¿por qué no me dijiste que tenías una nueva amiga?
-Porque no es mi amiga, Liz -digo con ganas de cerrarle la boca -. Bueno, es nueva en el trabajo.
- Y qué haces aquí -le pregunta Liz.
-Tus amigos me están enseñando la ciudad -responde ella.
- ¿No eres de aquí? -le preunta Liz.
-No, me mudé hace poco.
Estoy sentado allí, pero a la vez no lo estoy. Me siento tan apenado que no digo una sola palabra. Liz, en cambio, habla como si ese fuera su último día de vida.
-Ok Liz -digo mirando el reloj que está en la pequeña torre en medio del parque -, creo que ya es hora de que vayamos a casa.
-Pero si mamá dijo que nos podríamos quedar hasta las 10, y son las 9.
- ¿Por qué te quieres ir Thom? -me pregunta Jacob.
-No me quiero ir, sólo estoy cansado.
-Pero si apenas nos conocemos -me dice Taylor.
Justo lo que faltaba. Ahora tengo lidiar con ella.
-Es que...voy a adelantar trabajo en la noche, ya saben, no descansamos los domingos -digo, inventando una excusa rápida para no estar con ellos.
-Ey Thomas -me dice Jacob -, vamos un hablemos un momento.
Nos alejamos un poco de las chicas y dejo a Liz con Emma y Taylor.
-Ey, ¿no quieres estar cerca de Taylor? ¿qué te pasa amigo?
-No es nada viejo, solo quiero descansar.
-¿Acaso es por lo de Cristin? No puedes vivir siempre pensando en ella amigo.
Cristin fue una novia que tuve hace un par de años. Estábamos muy enamorados, pero ella de repente me dejó. No me dejó como se dejan las parejas normalmente, hubiese preferido mil veces que me hubiese dejado de esa forma. Cristin murió en un accidente de coche. Iba de camino al cine a ver una película conmigo. Desde entonces, no puedo dejar de pensar que todo eso fue culpa mía.
-Tu no sabes lo que se siente Jacob -le digo, un poco descontrolado.
-Tienes razón amigo, no lo sé, pero no puedes echarte la culpa de lo que pasó. Tienes que seguir adelante con tu vida. Eso es lo que ella hubiera querido.
-Tu no me digas lo que ella hubiera querido Jacob, no lo sabes -le respondo enojado, de verdad.
-Es cierto amigo, lo siento.
Voy a donde está Liz, la tomo de la mano y le digo que ya nos vamos. Veo que taylor se queda impresionada por mi actitud, pero ella no me conoce, no sabe por lo que paso.
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Editado: 11.11.2020