Capítulo 034

♡Jm
 

No cabía duda... era él.

Me dije a mi mismo miestras mis oídos eran ligeramente invadidos por la música que se escuchaba al fondo. 
 

¿cómo era posible esto?. 

Aún no me lo podía creer, después de tantos años, encontrarmelo aquí, ahora, era... increíble. 

Seguía siendo igual de atractivo que cuando estábamos en pre-universidad, sólo que ahora, todo de si había evolucionado, y baya que lo hizo para bien. 
 

- su... sukie.

Balbucee no pudiendo ocultar mi gran sorpresa, y sin intención de apartar mis ojos de esté atractivo hombre que mi memoria podía recordar vagamente.
 

- por dios...  ¿jimin?... 

Pronunció él, casi como si temiese estarse equivocando, su rostro estaba lleno de consternación, y sorpresa miestras me veía fijamente. 

¡dios no puedo creer que seas tú!.

Exclamó con incredulidad, para despues cambiar abruptamente su semblante.

es qué mirate, jimin dios eres mucho más hermoso de lo que recuerdo!, ¿qué pasó contigo?, intenté llamarte tantas veces después de... . 

Continuó, su rostro llenó de emosión, pero se quedo callado en la última frase, pensativo, dudoso de si debería completar sus palabras. 
 

Deduci la razón de eso. 
 

Le miré, y sabiendo exactamente lo que iba a decir;
 

- ¿que huí del colegio llorando?. ..

Terminé la frase por él mientras le ofrecía una sonrisa tranquilizadora. 

Cuando hice eso sus ojos se iluminaron.
 

Dios.. recordaba esos ojos tan comunicativos, ojos que en ese entonces ni siquiera había tenido el tiempo de conocer bien.
 

Recordaba la última vez que los vi, el como me miraron.

Y me arrepentí de no haber sido capaz de despedirme adecuadamente de él. 
 

- sí... 

Afirmó en un susurro. 

trate de saber que había pasado contigo. .. pero el decano me dijo que te habías dado de baja, asi que desistí, no sabia donde más podía  buscarte. 

Pronunció con una mueca un poco triste. 
 

- ... lo siento. 

Me disculpe, él nego y volvió a su semblante llenó, (de lo que ami parecer), era incredulidad. .. y emoción. 

No podía negar que yo me encontraba de la misma manera. 
 

- olvida eso, lo importante es que estamos aquí, ¡después de tanto!. Esto es demasiado increíble. 

Exclamó, regalandome una hermosa sonrisa. 
 

- dímelo a mí. ..

Murmure, aún descolocado, y recordando la razón del por que había dejado atras tantas cosas, incluyendo al lindo chico que al parecer; conservaba su personalidad simpática, intacta. 
 

- .. ¿estás bien?. .. 

Inquirió. 

hace un momento parecía que estuvieras apuntó de desmayarte. 

Parecía estar genuinamente preocupado. 
 

- estoy bien. .. no te preocupes no paso nada grabe. .. 

Respondí, restandole importancia mientras él parecía pensar en algo.

Un par de segundos después, asintió, no muy convencido. 
 

- ... ¿quieres un trago?, yo invito, tomalo como mis disculpas por no fijarme por dónde voy. 

Ofreció señalando al interior del lugar con un movimiento de cabeza, yo quice girar para ver a dónde apuntaba, pero no pude. 
 

Por que sólo entonces, me di cuenta de que las grandes, y cálidas manos de jong-suk, aún me tenían sujeto, cuando lleve mi mirada a ellos él pareció también darse cuenta, y con una sonrisa apenada en su rostro, las retiró.

- no es necesario. .. además también fue mi culpa, no debi girarme de esa manera. 

Nege, no queriendo que él se llevase toda la culpa. 
 

- tienes razón. .. aún asi. .. 

Intento pronunciar, pero se detuvo un instante, para despues, de la nada. .. sonreír. 

Insisto. .. no seas tímido. 

Continuó, tomandome de los hombros y alentarme a caminar dentro de aquella instalación.

No entendía que le parecía tan gracioso, lo único que tenía claro era que su sonrisa seguía siendo hermosa, y contagiosa. 

Mientras caminábamos a mi memoria llegó el recuerdo de la vez que nos conocimos. 
 

.. entonces comprendí. 

Comprendí su sonrisa. 
 

- esto es raro, ¿no crees?. 

Pronuncie, lo suficientemente alto para que el me escuchase por sobre la ruidosa música que aumentaba el volumen conforme avanzabamos. 
 

- ¿a qué te refieres?. 

Pregunto con curiosidad. 
 

- la primera vez que nos conocimos lo hicimos prácticamente de la misma manera que hace unos instantes.

Le recordé. 
 

- ¿tropezando?. 
Preguntó, su sonrisa ampliándose.

- sí. 
 

- es verdad, sólo que esta vez fue genuino. .. 

Dijo en voz baja, y si no estuviésemos tan cerca el uno del otro estoy seguro de que no lo habría escuchado.