"Amor es, entre todos los sentimientos del alma, el que más se parece a la eternidad, el que más nos acerca a ella"
José Vasconcelos
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Dicen que los demonios no pueden amar.
Entonces ¿Que esto que siento en mi pecho? ¿Que es está sensación que siento cuando estoy cerca de el?
¿Realmente los demonios no podemos amar?
Yo creo todo lo contrario ¿Y por qué lo creo? Eso es fácil y es por qué yo amo a Jos Reynolds.
(•••)
Estaba satisfecha, había retomado mis estudios junto a Jos, lo que hacía más interesante los días. Estaba en la entrada de la universidad esperando a que Jos trajera el auto.
Han pasado tres años y nuestra vida a mejorado mucho, tratamos de llevar una vida normal sin levantar sospechas, Los Ángeles aún me están buscando y siendo sincera estoy muy cansada como para provocar una guerra, aún así tengo miedo que Jos salga lastimado.
Lo veo detenerse enfrente de mi, sonrió y me acercó más.
—¿Que haremos hoy? —le pregunté a Jos en cuanto subí al auto.
—Lo que tú quieras —dijo dándome un beso.
—No debiste decir eso cariño —le dije y el río.
—¿Por qué? ¿Me mantendrás como tu esclavo sexual? —pregunto y reí.
—No, aunque la idea es bastante tentadora —dije riendo —Quiero que me acompañes a un lugar y no puedes quejarte —le dije y el asintió.
—De acuerdo hermosa, pero esta noche yo mando —dijo y reí.
—Ya veremos.
Jos solo negó riendo y emprendió marcha hacía nuestra casa.
Jos y yo, ya tenemos casi tres año de relación, y puedo decir que a sido los mejores años de mi vida.
Mis amigos siguen conmigo, Lía y Marck se mudaron a la casa vecina, para darnos privacidad a Jos y a mi.
Al parecer Lucio no pudo hacer nada para devolver a mis hermanas a la vida, aún no se nada de ellos.
Amo tanto mi vida normal, no tengo preocupaciones, solo a veces cuando niños sobrenaturales me llaman princesa en público.
Una canción en la radio llama mi atención, sacándome de mis pensamientos.
—Nuestra canción cariño —dijo Jos sonriendome
Recuerdo que en nuestra primera cita como novios, Jos me llevo a un bar-restaurante donde antes de comer, fuimos a la pista a bailar y pusieron una canción hermosa, era Love me like to you de Ellie Coulding.
Desde entonces esa a sido nuestra canción.
Hice detener el auto y me quite el cinturón de seguridad y me acerque a Jos y lo besé y el me correspondió el besó con más intensidad.
Ahora nadie podría robarme está felicidad, de lo contrario haría arder el mundo enteró y nadie podra detenerme.
—Te amo Vanessa.
—Yo también te amo, mataría a cualquier ser sobrenatural que intenté separarte de mi lado.
Sus besos se habían convertido en una adicción para mí, sus caricias me hacían perder el sentido por completo, Jos Reynolds era una gran obsesión.
(Alan)
Ya han pasado tres años desde que perdí a Vanessa y un año de la muerte de Lucero.
Después de que todos sus crímenes la corte vampírica la encerró, al principio fue una agonía, aún así se pudo eliminar la marca que nos unía y fue sentenciada a muerte
Hoy me reuniré con el consejo para notificarles que me iría, no me importaba toda la fortuna de Lucero se la dieran a su hermana mayor.
La hora había llegado y yo ya estaba en camino hacia el lugar, esperaba volver a recuperar mi libertad y poder ir por Vanessa.
Al llegar los miembros del consejo ya estaban ahí.
—Señor Cardrew Bienvenido —dijo un miembro del consejo.
—Imaginamos que ha venido a notificarnos sobre su decisión, ya que el tiempo que estipulamos se a cumplido —dijo otro miembro y yo asentí.
Me habían dado solo dos días para tomar una decisión, pero yo no tenía que pensar mucho, iría en busca de Vanessa, ahora que ya soy libre.
—Asi es, necesito retomar mi antigua vida —dije suspirando.
—Con la princesa, supongo —dijo una mujer, que también era miembro del consejo.
—Asi es, con Vanessa —dije y esa mujer me miró burlona.
—¿Y que le hace creer que ella aún lo espera? Digo, la princesa es una hermosa mujer que apuesto pretendientes no le sobran ¿Que lo hace especial a usted como para que ella lo esperé? —pregunto haciendo que mi cuerpo se tense.
—Ella me ama como yo la amo y sé que me esperara —dije un poco enojado.
—¿Y si está con otra persona? No este tan seguro señor Cardrew, por qué se escuchan Rumores de una futura boda entre la Princesa y el Líder y General Jos, así que le aconsejo que no se ilusione — dijo y asintió hacia los otros miembros del consejo.
—Bueno, Como el tiempo que se estableció ya se a vencido, usted es libre de tomar cualquier decisión sobre su próximo destino —dijo y asentí.
Ya era libre y por fin podria estar con Vanessa nuevamente y ahora nadie podria alejarme de ella.
Salí de ese lugar y fui a la mansión, no la venderia hasta que haya encontrado a Vanessa.
La última vez que la vi, ella se quedo en mi casa en México.
Ahi sería el primer lugar donde la buscaría.
—Aun no ha pasado un año de la muerte de Lucero y tu ya vas detrás de esa maldita demonio.
—Fijate Cómo hablas de ella, que no se te olvide que Lucero mató a Paola con tal de casarse conmigo, yo no le debo nada, ella sabía perfectamente que nunca iba a sentir algo por ella.
—Mi hermana te amaba realmente...
—No, no te confundas, Paola me quería y yo le tenía un gran Cariño, Pero lucero no me amaba, estaba obsesionada Conmigo a tal grado que mató a su hermana por un estúpido compromiso y yo jamás la iba a querer y ella lo sabía muy bien.
Salí de ahí con pocas de mis cosas, no tenía caso seguir hablando con ella, Berenice estaba igual de cegada que Lucero y eso la haría terminar como su hermana.
(••••)
—Esa maldita se va arrepentir de haberse metido con esta familia.
La chica se dio media vuelta y camino directo hacia el sótano, un lugar que parecía más un laboratorio que un sótano normal.
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Editado: 06.09.2024