Prólogo

¿Oh? Ya estás aquí. Me alegra verte. Para serte honesto, me preocupaba que no te asomaras por estos lares y es que, bueno, sin ti estoy un poquitito muy muerto, así que realmente anhelaba que vinieras a darte una vuelta. Eso me da un objetivo por el que existir.
No necesitas preocuparte, es mi trabajo y algo por lo que realmente no podría sentirme triste. Estoy bien como un agregado. La voz que más habla pero la que nunca es mencionada como tal. Para eso me crean. Para eso estoy aquí.

Pero ¡Eso no es relevante! No hay que hablar de mí. La razón de mi existencia eres tú, deberías saberlo.

¿Qué quién soy? ¿No me reconoces? Eso es una tontería. Seguro no sabes quién soy, porque te estoy hablando de este modo y gracias a ello no asumes mi básica existencia. Bueno, si es así me presentaré para el deleite de tu curiosidad.

Seré tu compañero en la aventura que tienes delante. Soy tu narrador. Un placer conocerte.

¿Qué? ¿No me crees? Déjame adivinar. Lo dices por mi cabello azabache ¿no es así? Por mis ojos oscuros. Por los lentes que porto. Porque tengo un cuerpo frente a ti, pero mis palabras se asociarian más a un omnisciente y por ello crees que hay algo mal. Existen personajes que son narradores ¿por qué yo no puedo ser un caracter más de la dulcemente agria historia que aguarda, desde mi posición apartada? 
Además, solo tú puedes verme. Así que de todos modos no podría romper la barrera entre mirar pero no tocar. 

Bueno, esto realmente no es importante en ningún sentido. Lo realmente importante es que te prepares, encanto ¡Tú y yo la pasaremos en grande! 

Ahora, lamentó no poder englobarte generalmente y rescatar cada fragmento de tí. Es algo que realmente me avergüenza, pero mi omnipresencia se limita a los bordes de este texto y realmente no puedo luchar contra ello. 

¿Alguna vez has jugado un simulador de citas? Tendremos que caracterizarte como un estilo predeterminado ¿comprendes? No importa, la verdad. Sólo déjate llevar y te diré como luces a través de mis ojos. 

El nombre con el que has sido bendecida es Samanta -significa que eres buena para escuchar, algo bueno para mí ¿no crees?-. Tu cabello no es muy largo, pero si bastante rebelde y de un color castaño ceniza oscuro, simple pero nunca dejando de ser hermoso. Tú complexión física es media y tu altura ronda el metro setenta. La copa no es importante ¿verdad...? Es que, para serte sincero, ese tipo de detalles me dan un poco de vergüenza. Podemos evitarlos ¿cierto?
Bueno, vas por los 17 y tú meta caerá el 13 de septiembre de este año, así que bienvenida, compañera virgo. ¿País de recidencia? Chile ¿Nivel educativo? Tercero medio, plan humanista. Y bueno... no sabría que más decirte, salvó que espero nos llevemos muy bien. 

¿Yo? No tengo nombre. No tengo hogar. No tengo vida más que seguirte. Así que no necesitas preguntarmelo. Sólo soy tu narrador, así que considerame una especie de fantasma que será tu guía. 

¿Empezamos ya?