Ryan y Elizabeth iban paseando tranquilamente hacia casa de los padres de Kate. Mientras el médico andaba pensando en sus propios pensamientos su hermana miraba a todas partes nerviosa, tenía mucha curiosidad respecto a la chica que no conocía y a la que iban a recoger.
_ Entonces, esa misteriosa amiga tuya a la que vamos a recoger, ¿cuánto de amiga es?
Ryan se rio ante el comentario de su hermana, se le notaba mucha curiosidad en la voz.
_ Amiga, solo amiga.
_ ¿Y no crees que ya va siendo hora de que tengas algo que sea más que amiga? Hace mucho que no sales con nadie.
_ ¿Algo más que amiga?
_ Vamos Ray, tienes un buen trabajo, a las chicas les pareces guapo, ¿por qué sigues soltero a tu edad? Desde que acabaste la universidad no has vuelto a tener novia seria, se te pasa ya el arroz.
Ryan levantó la ceja divertido, le hacía gracia la insistencia de su hermana en que conociera a alguien. Sin embargo ella estaba algo preocupada, quería mucho a su hermano y deseaba verlo plenamente feliz. Sabía que había personas que les gustaba estar solteras, pero su hermano no era así. Ansiaba volverle a ver tan feliz como años atrás cuando estaba con Michelle, su novia en la universidad. Recordaba lo sonriente que estaba siempre, aunque también lo mal que lo pasó cuando ella se tuvo que volver a su Francia natal, lo que supuso el fin de la hermosa relación.
_ Tampoco soy tan mayor -le respondió Ryan-, hace nada que acabé la especialización, solo un año.
_ Te estas haciendo viejo, ¿cuánto crees que vas a poder atraer a las chicas? Dentro de nada dejarán de verte guapo.
_ Así que piensas que soy guapo... -le preguntó divertido-.
_ Yo no, pero mis amigas sí -Ryan se rió por el comentario-. Vamos, sabes de sobra que cuando vienes a casa o a verme a la residencia todas mis amigas suspiran por ti, aunque no las entiendo, no eres para tanto. Y esa amiga tuya, ¿de qué la conoces?
_ Es amiga de Luke.
_ ¿Ves? Ese sí que es para tanto, Luke sí que está buenísimo.
_ ¡Elizabeth!
_ ¿Qué? Solo digo la verdad, lo que no entiendo es que hace con la Rebecca esa, no la aguanto.
_ Mira, algo que tienes en común con Kate.
_ ¿Quién es Kate?
_ Mi amiga, quiero decir, la chica a la que vamos a recoger.
_ Ah, esa amiga, ¿ya os habéis acostado?
_ ¿Qué? No.
_ ¿Besado?
_ No, ya te he dicho que solo es una amiga.
_ Pero, ¿te gusta?
_ Lizzy, por favor, deja ya el interrogatorio.
_ Por favor, Ray, tengo diecinueve años.
_ Dieciocho.
_ Pero solo me quedan tres días para los diecinueve, no me voy a asustar porque me digas que te pone tu amiga.
_ Sí, me gusta, y mucho, ¿estás contenta?
_ ¿Entonces?
_ Anoche salimos, vinimos los dos juntos a la feria, y hemos hablado varias veces, pero es complicado.
_ ¿Por qué?
_ Tiene una especie de relación abierta con un modelo.
_ ¡Vaya! ¿Un modelo?
_ Sí, ella es diseñadora, trabaja en New York.
_ Joder, diseñadora en New York... Y lo de ese modelo, ¿de qué va?
_ Se ve que no es nada serio, no sé, hace un tiempo vino al pueblo y se quedó unas noches en su casa, no sé nada más.
_ ¿No le has preguntado?
_ No es asunto mío, de eso me enteré porque no se hablaba de otra cosa en todo el pueblo.
_ Normal, es que este pueblo apesta, son todos unos chismosos, no sé qué haces viviendo aquí.
_ Otra cosa que tenéis en común -dijo el médico riendo-.
_ ¿Piensas salir con una diseñadora vestido así?
_ ¿Qué pasa?
_ Que te podrías haber puesto algo más chulo, más actual, ponerte algo con lo que se vieran tus tatuajes, a las chicas nos gustan los tatuajes.
Ryan se miró de arriba a abajo, llevaba unos vaqueros desgastados, una camiseta ajustada y la misma chaqueta de ayer por si acaso luego refrescaba.
_ Ella es muy sencilla, además, aquí intenta pasar desapercibida, no sé por qué. Además, supongo que si alguien del pueblo viera mis tatuajes hablarían más de la cuenta.
_ Seguro que a ella le gustarían.
_ Sí, supongo, ella lleva uno.
_ Pues entonces la próxima vez que vea los tuyos, eso o vístete más elegante.
_ No quiero que piense que le doy demasiada importancia a esto, es una cena de amigos.
_ Pero se la das, Ray.
_ Pero eso ella no tiene que saberlo.
_ Hazme caso, las mujeres nos fijamos en esas cosas. Por favor, tan viejo y lo perdido que vas en estas cosas.
_ ¿Sabes que Luke y yo tenemos la misma edad?
_ ¿Eso a que viene?
_ Que tanto que me llamas a mí viejo tu adorado Luke también lo es.
_ Luke es un Dios entre los hombres, él no tiene edad.
Llegaron a la casa de los padres de Kate y llamaron a la puerta, Lizzy estaba un poco nerviosa. La diseñadora salió con unos pantalones vaqueros cortos y unas medias negras que marcaban a la perfección su figura, un top de gasa fino negro de tirantes del cual salían varios colgantes plateados y en la mano una chaqueta de piel negra, en los pies llevaba unas botas cortas negras masculinas con un poco de tacón, pero ancho ya que iban a andar por un sitio que todo era de tierra. Iba maquillada sencilla, con los ojos un poco remarcados por el eyeliner y la ralla de ojos, pero el resto del maquillaje casi ni se notaba. Aún así Lizz se quedó impresionada por la chica que tenía delante, no tenía nada que ver con el resto de chicas del pueblo, eso sí, era guapísima y completamente del gusto de su hermano.
Ambas se presentaron y partieron rumbo a la feria, que estaba en las afueras del pueblo. El camino pasó alegre, Elizabeth, o Lizz, como le gustaba que le llamaran, era una chica alegre y dicharachera y amenizaba el camino.
_ ¿Quién más viene hoy? -preguntó alegre mientras miraba alrededor buscando a alguna de sus amigas-.