Capítulo 2

Lisandro:

El negocio fue todo un éxito, llevaba tres días ya de regreso. Diana ya no era la de antes ya no me esperaba para desayunar, almorzar ni en la cena, se que muchas veces la deje sola, pero ella estaba siempre al pendiente de mi, lo demostraba, ayer cuando llegue a casa pasada las ocho pensé que me esperaría para cenar juntos ya que ella acostumbraba a cenar a las siete.

- Vea me sirves la cena junto a mi esposa - dije a la señora del servicio.

- La señora Diana ya ceno y se fue  a descansar.

- Y no me espero ni llamo - dije con tristeza.

- Pregunte si lo esperaría y me dijo que no que seguro usted le dice que cene sola - me mira con reproche - le sirvo la cena señor.

- No, ve a descansar - me dispuse a ir a dormir junto a ella.

Entre a nuestro cuarto y ahí estaba dormida tan hermosa como siempre, me puse el pijama, me recoste junto a ella abrazándola por la cintura y pegándola a mi cuerpo - Te amo - le susurré para luego caer en un profundo sueño.

Desperté solo ella ya no estaba me senté de golpe no acostumbra a despertar antes que yo, me tranquilice al verla peinar su cabello vestía con un vestido azul unos zapatos medió alto a juego una joyas que nunca se las había visto.

- Buenos días - dije para llamar su atención.

- Buenos días - ni me miro.

- Desayunamos juntos - volteó a verme.

- Ya desayune Lisandro - me sorprendí era temprano.

- ¿dondes vas? Diana - la mire molesto, no entendía por que ese comportamiento tan distante.

- Tengo cosas que resolver - se puso de pie para tomar su bolso - no vemos mañana quizás - me puse de pie rápido y de un salto quede en frente de ella.

- No llegaras a dormir Diana - apreté la mandíbula, donde carajos iba para no llegar a dormir.

- Claro que llegaré solo lo dije por que como no vienes a almorzar ni a cenar dudo que nos veamos como ahora seguro yo ya estaré dormida y tu mañana quizás cuando yo despierte tu ya no estés - suspira con tristeza - solo eso Lisandro me voy que se me hace tarde - se fue sin darme una caricia ni un beso.

Me visto para irme al trabajo y solucionar todo para que mis hijos se hagan cargo de todo acerca de las empresas y yo pueda dedicarme a mi esposa, bajo a desayunar y están mis hijos en la mesa, me siento donde siempre, en la cabecera de la mesa.

- Buenos días papá - dicen ambos.

- Buenos días - digo sin ganas.

- Y mamá no baja - pregunta David.

- Salió dijo que ya había desayunado y que tenía pendientes por resolver - ambos me miran sorprendidos como si supieran algo que yo no.

- Que raro mamá nunca sale sin despedir se - dice Diego tomando su jugo.

- Su madre esta rara, saben que le pasa.

- No papá no sabemos, solo sabemos que esta dolida - dice David. 

- Pero no la causa - agrega Diego.

- Lo note, hoy hablaré con ella - al decir eso me miran sorprendidos - ¿por que me miran así? 

- Que cambió papá ¿por que tanto interés en como esta mamá? - pregunta David. 

- Hace mucho no la tomas en cuenta para nada es como que nunca te hubieras casado con ella - afirma Diego algo que me enoja, se que la descuide mucho pero la amo.

- Se que la descuide bastante pero eso cambiará, yo amo a su madre y quier... - me interrumpe David.

- Y tus amantes, que harás con ellas - pregunto con desagrado David siempre se opuso a que engañe a su madre.

- Acabó David hace años se acabó - era una guerra de miradas.

- Si se entera mamá - dijo Diego como si nada.

- Si ustedes ni yo decimos nada ella no se va a enterar y les prohíbo que digan algo - dije enojado.

- Provecho - se pone de pie David y sale del comedor furioso.

- Deberías pensar bien las cosas - deja su servilleta sobre la mesa - mamá no es la de antes - se pone de pie y se fue. 

No entendía que sabían ellos que yo no.

Me fui a trabajar entre papeles, juntas paso el tiempo, llamaron a la puerta accedí a que pasará

- Señor Samaniego llegó esto para usted - me entregó un sobre que raro.

- Gracias, puedes retirarte - salió.

Abrí el sobre y no lo puede creer DIVORCIO  Diana quiere el divorcio esto no ella no puede dejarme no ella me ama, salí como alma que lleva al diablo de mi oficina para llegar a casa y que me de una explicación clara, que pedía estaba mas claro que el agua.

Maneje con prisa para llegar a casa entre azotando la puerta y fui al comedor donde estaba ella sentada junto a David y Diego.

- Que significa esto Diana - casi grite pero ella estaba de lo mas tranquila.

Diana:

- Por tu cara supongo que ya te llegaron los papeles del divorcio - me miro con tristeza.

- En serio quieres separarte de mi - volvió a ver los papeles - ¿por que? 

- Me canse de ser estúpida - seguí con mi almuerzo no quiero derrumbar me - ya esta mi firma solo falta la tuya y seras libre al igual que yo.

- No firmare nada hasta que me expliques ¿por que? - mis hijos solo nos miraban - hay otra persona - se notaba la tristeza en sus ojos, no pienses en eso Diana no te quiere.

- Importa - levante una ceja - seras libre para así revolcar te con cuanta mujer quieras a tus anchas y no a escondidas - mis propias palabras duelen mucho, me miro desconcertado y miro a mis hijos.

- ¿Cual de los dos te lo dijo David, Diego o am... - no término estaba furioso.

- Ninguno Lisandro así que deja de mirarlos así - tengo ganas de llorar - te son fiel a ti y son igual a ti - me miraron los tres.

- Mam... - los interrumpí a ambos.

- Es tarde para sus disculpas ya se los dije - mirándolos - no lo hagas mas difícil solo firma Lisandro.

- No, se que me equivoque pero yo te amo Diana - camino hacía mi y tomando mis manos - olvidemos este mal momen... - me solté bruscamente.

- Quieres que me olvide que me eres infiel desde que no casamos - ya estaba llorando - no eso si que no, me hice a la tonta por que te ame - lo mi fijo para hacerle saber mi dolor por años de engaño - por que pensé que podías cambiar, que estúpida verdad - me quiso tocar a lo que di un paso atrás - cuando no te permití tocarme las mujeres fueron mas y lo peor era que te revolcabas en mi hotel - grite lo último dolía, acabar con esto - seras libre al igual que yo que perdí veinticinco años con este matrimonio que nunca tubo futuro....