Cap 2: Destino Incierto

WARRIOR WOLF....

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La primera luz del día se filtraba a través de los muros de la fortaleza, bañando el paisaje con una luz dorada mientras el escuadrón se preparaba para partir. Los Sullanos, se despedían del escuadrón. Ellos continúan su viaje hacia el punto de resguardo.

Sork, montado en su caballo, miraba el horizonte con algo de preocupación. En su mente, la reunión de la noche anterior con Izura se repetía como un eco constante. El recuerdo lo transportaba al dirigirse a la oficina de Force.

El despacho estaba lleno de trofeos y cuadros de los Sullanos. Sork había entrado y se hacerca a la secretaria, quien hace una expresión de profesionalismo, le hizo una señal de espera.

-- Por favor, espere en la sala. Le informaré de su presencia -- Dijo la secretaria, y Sork asintió mientras se acomodaba en la sala de espera.

Force y Izura estaban en medio de una conversación cuando Force recibió una llamada que interrumpió el diálogo. Tras hablar brevemente por teléfono, Force se volvió hacia Izura con una expresión de alivio.

-- Es del departamento de Streitos. Aceptaron escoltarlos hasta la ciudad de Quiseno -- Informó Force.

Izura frunció el ceño, visiblemente confundido -- ¿Quiseno? ¿No les dijiste que nuestro destino era solo el punto de resguardo?

-- Eso fue lo que dije. Sin embargo, el grupo de Jeral se dirige a Quiseno, así que mientras tanto los escoltarán hasta allí -- respondió Force.

La secretaria entró en la oficina en ese momento. --Disculpe la interrupción, teniente Force. El Saseguin Kaneshi Sork está en la sala de espera.

-- Dile que pase--ordenó Force.

-- No es necesario. Tengo un asunto importante que discutir con mi colega --Dijo Izura.

Force asintió y se despidió de Izura. --Comprendo, nos vemos mañana.

Izura y Sork se encontraron en el pasillo. La tensión era palpable.

-- ¡Alfa Izura! ¿Solicitaba mi presencia ?-- Preguntó Sork.

Izura suspiró.---Hemos perdido contacto con la central. No podemos informar nuestra ubicación para poder solicitar una nave de regreso.

-- ¿Qué? ¿No vendrán por nosotros?, Supongo que debemos esperar a que la señal regrese,-- Dijo Sork.

Izura sacudió la cabeza. -- Las redes inalámbricas fueron saboteadas, probablemente por los Rebeldes. La misión tiene un plazo de cuatro días, así que mañana continuaremos a pie.

--¿Y qué pasa con los Rebeldes? Seremos presa fácil para ellos y los Kayonins -- Sork se preocupó.

Izura le dio respondió tratando de calmarlo. -- Le pedí a Force que contactara al departamento de Streitos. Un grupo nos escoltará hasta Quiseno. A partir de ahora, la misión será compleja. Y por eso, quiero que tú seas el segundo al mando.

Sork se sorprendió. --¿Qué? ¿Piensa retirarse a mitad de la misión?

--Podría ser-- Respondió Izura.

--¿Está hablando en serio?-- Preguntó Sork, sin poder ocultar su alarma.

Izura soltó una risa que no llegó a ser alegre.

Sork sintió un alivio momentáneo, pero su preocupación no disminuyó. --Por un momento pensé que hablaba en serio.

Izura se detuvo y miró a Sork con intensidad. --Sork, quiero que prestes atención a lo que voy a decir. Tengo 51 años. Mis habilidades ya no son las de hace 30 años. Ustedes me han salvado en más de una ocasión. Si llego a morir, quiero que tú los dirijas. Sé que serás un gran líder.

Sork frunció el ceño. --Pero, Alfa… apenas soy un Saseguin de rango B. Convertirme en su sucesor es repentino. No podré dirigir a mis compañeros… es imposible.

Izura le dio una mirada comprensiva. --¿Todavía crees en lo imposible? Esa palabra existía antes de ser lo que eres. Ahora que lo eres, enfócate en lo que quieres lograr. Tienes determinación, coraje, valentía. Y lo más importante, nunca te rindes. Si esta será mi última misión, quiero que la termines por mí, para que puedas guiar a tu equipo, enseñarles a nunca rendirse.”

Sork se quedó en silencio, absorbiendo las palabras de Izura. El peso de la responsabilidad se asentaba sobre sus hombros.

Sork al recordar todo eso, él, cabalgaba en silencio, sus ojos fijos en el horizonte. Su mente estaba llena de confusión y sorpresa. No podía creer que el alfa Izura hubiera confiado en él con una misión tan crucial. Si algo salía mal, sería Sork quien tendría que encargarse de terminar lo que se había empezado.

El escuadrón avanzaba a través de un camino en medio del bosque, junto con el ruido de las aves y el viento soplando una brisa relajante. De repente, Akemi se acercó a Sork con una expresión de burla en el rostro.

—Oye.... ya me enteré de que serás nuestro segundo líder —dijo Akemi, su tono cargado de sarcasmo—. No pienses que te haré caso si tratas de lucirte en darme órdenes.

Kalet, con una expresión entusiasta, se unió a la conversación.

—Oye, Sork, ¿cómo se siente ser el sucesor del alfa Izura? ¡Debe de ser increíble!

Akemi soltó una risa despectiva.

—¡Ja! No es para tanto.

Drenda, con una expresión de preocupación, intervino rápidamente.

—¡Oigan, déjenlo en paz! ¿No ven que lo están agobiando?

Sork forzó una sonrisa nerviosa mientras Reo permanecía apartado, sin hacer caso a la discusión. De repente, todos notaron que Reo era el único que no participaba en la disputa.

Akemi, con una sonrisa irónica, se volvió hacia Reo.

—¿No piensas decirle nada, Reo? Jajajaja, ya entiendo... sientes envidia porque le dieron el puesto a Sork y no a ti.

Reo hizo un gesto de desdén.

—Mmm...

Sork se acercó a Reo con preocupación.

—¿Está todo bien, Reo?

Reo le respondió con una pequeña sonrisa.

—Izura hizo bien en ponerte a cargo. De seguro se dio cuenta de tu determinación. Te felicito, Sork —dijo Reo, levantando el pulgar.

Akemi soltó una risa burlona.

—Qué profundo... ¿por qué no simplemente dices que sientes envidia?