Capitulo 7: Un gran Artista

Avetrana, ciudad de Italia.

— Es una broma, ¿verdad? -rió Joe.

— Claro que no...

— ¿Soy el jefe de la mafia de todo el mundo? - Joe no pudo evitar sentirse orgulloso de si mismo - es genial.

— En realidad solo eres el jefe de la mafia de Italia...

— De todas formas sigue siendo genial.

—¿Genial? -Angelo lo miró perplejo - se trata de " Cosa Nostra" ¿recuerdas que ellos mataron a tu hermano? -enseguida se maldijo mentalmente por hacerle recordar una cosa tan horrible como la muerte de Will a su amigo, pero a Joe no pareció importarle, tal vez ya lo había superado...

— Claro que lo recuerdo - sonrió malicioso Joe - por eso quiero entrar a la mafia, quiero averiguar el nombre de aquél tipo que dio la orden de matar a mi hermano, quiero que pague caro - lo que dejo en claro a Angelo que Joe todavía no habia superado la muerte de su pequeño hermano, tal vez lo haría pronto, claro , si conseguía venganza.

— Bien -suspiró Angelo - por ahora dejemos todo como esta...

— ¿Que?- Joe soltó una carcajada-¿estas loco? no pienso hacer de cuenta como que aquí nada pasó cuando ahora mismo tendría que estar reclamando mi lugar...

— Joe - lo interrumpió su amigo - no lo entiendes, si se enteran que mataste al viejo Tony querrán asesinarte, demonios, hasta mi jefe te matará en cuanto lo sepa...

—¿Entonces que debemos hacer?

—Aún no estas preparado para asumir la responsabilidad de jefe, tenemos que conseguir guardaespaldas, necesitamos protegerte.

—De acuerdo, ¿y ahora que?

—Ahora nos largamos del país, haré que preparen nuestras maletas - se levantó Angelo dirigiéndose a su despacho.

—¿Que?, no amigo, ¿que hay de tu misión? tu jefe...

—Probablemente ya se habrán enterado de la muerte del viejo Tony, por lo tanto estamos libres de misiones hasta que el jefe asuma su puesto, no puede darme mas órdenes .

—¿Y a donde iremos? - preguntó Joe todavía aturdido.

—¿Que te parece Rusia? - sonrió Angelo - tengo un viejo amigo para presentarte, es como un padre para mí, te agradara...- seguía hablando Angelo pero Joe no lo estaba escuchando, estaba sumido en sus pensamientos : "mi padre quiere llevarme a Rusia"   "no quiero dejarte...”

—¿Joe? - Angelo chasqueaba los dedos de la cara de su amigo - ¿te encuentras bien?

—¿Eh? - Joe sacudió la cabeza alejado sus recuerdos - estoy bien -aseguró a Angelo que lo miraba entrecerrando los ojos.

—De acuerdo, entonces, nos vamos dentro de tres horas, ya reserve los vuelos - dijo guardando su celular.

— Se supone que los vuelos se reservan como mínimo un día antes...

— Cuando trabajas con la mafia todo es posible - sonrió.

—Vaya -rió Joe - no veo la hora de tomar mis ventajas.

—Señor - interrumpió el sirviente - ¿los cuadros también guardo?

—¿Cuadros? - preguntó Angelo confuso.

—Son míos - habló Joe al sirviente - déjelos aquí, no llevare mis pinturas -el sirviente asintió a Joe y se despidió con un ademán.

—¿Pinturas?, exijo ver esos cuadros- ordenó Angelo.

—Te enseñaré ,vamos - sonrió Joe dirigiéndose arriba.

En cuanto Angelo vio el primer cuandro no pudo evitar sentir un deje de tristeza, era un retrato del pequeño Will, con sus ojos azules cristalinos, cada facción igual que la de Joe, su rostro reflejaba la inocencia pura que un niño de cuatro años puede tener, era un hermoso retrato, y Joe era...
 

—Un gran artista - murmuró Angelo con su vista todavía en el cuadro -chico- se volteo a Joe - en verdad eres un gran artista -sonrió orgulloso de su amigo.


 

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