#S&M
La mañana de la boda y yo sentía que mi respiración no era suficiente como para llenar ambos pulmones. El miedo que estaba experimentando mientras que estaba en la tienda del vestido probándome por última vez el de novia en conjunto con su velo y altos tacones que Elida me sugirió que usara, mi futuro esposo era alto y quería ni verme tan chaparra a su lado.
Hemos estado todo el día juntas y la mañana igual, viviendo el tiempo que podamos ya que a partir de mañana comenzaría una nueva vida al lado de Max, al lado de mi esposo y eso me causa mucha emoción.
Él junto con su familia son los encargados de la decoración de toda la boda, de la lista de invitados, de la música y de la comida, no se nada de eso pero su madre y hermana si por lo que a ambas mujeres le cedí esa responsabilidad. Se que me darán la boda más hermosa que nunca más tendré, a mi la verdad solo me importa casarme con mi modelito.
Elida retocaba por última vez el color de mi cabello para que sea muy azul en la tarde, hicimos varias pruebas de maquillaje para ver con cuál mi rostro se veía sofisticado y elegante. Ella sabe que no soy de maquillarme en lo absoluto y que cualquier cosa que haga conmigo terminará siendo de mi agrado.
El vestido que usaría en la tarde era precioso, era justo lo que quería.
La espalda estaba cubierta por una tela de transparente del color de mi piel y que en sus bordes tiene un bordado blanco muy hermoso y delicado, la falda era lisa pero larga cubría mis pies, las mangas largas era de la misma tela transparente de la espalda y tenía un bordado en nude muy lindo. El velo era mediano, era de tela blanca transparente y el cual me permitirá ver por dónde caminar.
Al no tener a nadie quien me lleve al altar lo hará el papá de Max, él mismo se ofreció al saber de la muerte de mi papá y de la mala relación que tenía con mi mamá debido a mi enfermedad. Ambos señores desde que me conocieron han sido un amor conmigo, me han dado todo el apoyo que alguna vez quise recibir de mi madre.
Te espero en el altar, Pitufina.
Te ama, Max.
Envió un ramo de tulipanes blancos ya que sabe que son mis favoritos y una linda carta.
Elida los metió en un jarrón con agua y me entregó la carta para que la guarde.
Pero yo quería leerla ya.
—Ahí dice que debes leerla cuando sientas que ya no te ama. —. Dice Elida.
—Pero quiero saber que dice… —. Hice un puchero con mis labios y mi amiga rodó sus ojos.
—Bueno, léela yo si me pregunta diré que de inmediato la has guardado.
Lamo mis labios nerviosa y con mis manos comienzo a abrirla, dentro venía el papel doblado a la mitad y el cual abrí rápido también.
Querida, Sienna.
Te conozco tan bien que se estás leyendo esta carta justo ahora, aún cuando en las indicaciones dice que la leas cuando sientas que ya no te amo lo suficiente.
Bueno, no quiero que sea tan larga la carta ya que no siento que sea bueno con las palabras…
Quería agradecerte por llegar a mi vida aquella noche que casi te atropello, no se que sería de mi sin ti ahora, quizás estuviera perdido por el mundo llenando mi vacío con trabajo excesivo y fingiendo que estoy bien aún cuando no es así. Aquella noche que te conocí yo había tenido un mal día, me habían tratado mal en una de las campañas de ropa y en la empresa había surgido un problema, esa misma noche me sentía devastado y desamparado. Me sentía sin rumbo…
Pero cambió cuando te vi…
Tu sonrisa en medio de la oscuridad iluminó lo que era, me sonreíste y trataste mejor que cualquier persona alguna vez hizo. Si, se que no tiene sentido pero me sentía triste y cuando apareciste fue como un cambio, hubo un terremoto en mis sentimientos y mente; tu fuiste la causante.
Era cierto lo que te había dicho la noche pasada, planee todo para verte otra vez, cada cosa la planee para tenerte en mi vida, cada estrategia fue planeada. Se que suena mal, pero por dios entiéndeme, Sienna habías sido la luz en medio de mi oscura noche, no podía ni quería dejarte ir.
Principalmente no venía a decirte esto, sino algo más.
Mi Pitufina, cuando sientas que ya no te amo lo suficiente lee esta carta y lo que diré a continuación:
1. Cuando sientas que no te amo; recuerda con que propósito entraste a mi vida, recuerda la primera noche.
2. Cuando sientas que no te amo; ve a dónde Román Galilei, parte de nuestra historia ocurrió allí, recuerda de cuando aquella vez alcancemos las estrellas.
3. Cuando sientas que no te amo; recuerda con que adoración acepté y amé tus manchas, el dolor que sentí al verte sufrir por ellas nunca podré olvidarlo.
4. Cuando sientas que no te amo; recuerda que en este universo tu eres el único cielo al que miro, de entre tantas estrellas y la luna tu eres mi nuevo cielo.
5. Cuando sientas que no te amo piensa en lo que significas para mí.
#3837 en Novela romántica
#1422 en Otros
#310 en Relatos cortos
historia corta de amor, enfermedades y lagrimas, amor adolecente amor a primera vista
Editado: 26.06.2024