When Nobody Sees #1 [saga Kisses In War ]

✒ CAPÍTULO 2 BAD BOY

Finalmente en doctor Jeremy S. Flinn, acaba de confirmar que Venus, la chica arrollada por Andrew Sheck, ha sido dada de alta completamente. Así lo ha informado el médico: "La paciente Venus Hearther, ha sido revisada el día de hoy y hemos decidido que quitar el yeso de las partes afectadas de su cuerpo, sería lo mejor. La paciente mostró mucha mejoría en el mes y medio que estuvo incapacitada". Fuentes cercanas a los protagonistas de este gran escándalo, nos informa que la chica; si acepto la oportunidad que los dueños de Grupo Imperio le brindaron. ¿Sera este el comienzo de una nueva obra de caridad del presidente Mark Sheck? — Apago el radio de mi celular y lo guardo en la bolsa de mi abrigo junto a mis audífonos.

Ya estoy harta de escuchar lo mismo todo el tiempo. Durante el mes y medio que paso, la prensa no dejo de atacar ni un segundo a Andrew y a su padre. Incluso los acosaban en la calle.

Todo el mundo esperaba que diera una conferencia de prensa junto con los hombres Sheck, pero obviamente jamás sucedería.

Aunque deseaba que dejaran de molestarlos no hice ni una sola conferencia de prensa. Andrew estuvo insistiendo por mucho tiempo, prometiendo que solo así dejarían de hablar de los tres en revistas, periódicos, televisión, radio y redes sociales.

Conozco a la prensa y sé de sobra que viven de los chismes que se inventan así que no acepte. Lo deje pasar y baje un poco la guardia. Andrew me ayudo a dejarlo pasar por un tiempo.

Cuando iba a casa, todas las tardes, después del colegio, ninguno mencionaba la nueva teoría que los medios de comunicación divulgaban.

Aprovechábamos el tiempo que él podía quedarse y nos conocimos más. En algunas ocasiones le preste algunos libros que le sirvieron para pasar sus exámenes finales y tareas extras.

Hace dos semanas, Andrew y los bad boys salieron de vacaciones con su familia. No hubo poder de convencimiento alguno que tuviera Andrew para convencerme de que él se quedara en la ciudad solo para cuidarme.

Hablamos la mayor parte de las noches y así dejaba de extrañarlo. No hay manera en que no extrañe su ya típico: "Buenos días, mi diosa." O también un: "Fue bueno encontrar esta noche en mis sueños a la diosa que me vuelve loco."

Y entonces, aunque intente negarle a todo el mundo que Andrew Sheck es solo un amigo para mi cuando llega la hora de mirarme al espejo toda la mentira se cae, dejando solamente la verdad que me niego a aceptar.

Andrew Sheck me gusta.

Le gusto de vuelta a Andrew Sheck.

Andrew Sheck y yo nos gustamos cuando nadie ve.

Aunque no sé si eso sea exactamente bueno.

Y entonces hoy, a pocos minutos de volver a verlo me doy cuenta de que tuve que abrazarlo un poco más aquella última vez que lo vi.

— Díganle que tiene los ojos más lindos y una sonrisa que me encanta. — Me estremezco al escuchar su voz muy cerca de mi oído. — Di que me extrañaste al menos un poco. — Me giro sobre mis talones, para encontrarme con ese par de ojos azules que me han mirado durante dos largos años, desde las sombras.

— Es malo mentir. — Argumento. — Pero no lo haré. Por supuesto que te extrañe.

— ¿Quieres darme un abrazo? — Arque una ceja mientras suelta su maleta y extiende sus brazos.

— Esto va muy en contra de mis principios... — Canturreo. Me levanto sobre mis puntillas y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo.

— Es bueno tocarte sin esas cosas estorbosas. — Suelto una carcajada. — Dios, ¡te extrañe tanto! La próxima vez tendrás que venir conmigo.

— Ajá sí. — Vacilo inhalando un poco su olor.

— ¿Como es que hueles a rosas? — Andrew suelta una carcajada ronca.

— Es culpa del hotel en donde nos hospedamos papá y yo. — Nos separamos un poco. Solo un poco porque Andrew sigue sosteniéndome de la cintura pegándome a su cuerpo.

— ¿En serio me extrañaste?

— No sabía que tanto hasta ahora. — Confieso. Ambos nos quedamos en silencio solo mirándonos el uno al otro directamente a los ojos.

«No debo acostumbrarme a esto. Por favor lucifer. No lo permitas.»

— Ven acá. — Andrew me toma del brazo y vuelve a abrazarme entrelazando sus manos en mi espalda. — ¿Como vas? ¿Como te sientes?

— Muy bien. El doctor dijo que pronto sanare completamente. Nada me duele. — Respiro hondo. — ¿Y tú?

— Estoy bien. Estoy contigo. Nada me duele. — Reímos. Me apartó de él y sonrío un poco.

«No caigas Venus. Todavía no.»

— ¿Nos vamos? Tengo hambre. — Me quejo haciéndolo reír de nuevo.

— De acuerdo mi diosa. Ya lo tenía todo planeado. — Toma de nueva cuenta su maleta con su mano izquierda.

Mientras que con su brazo derecho me pega a su cuerpo abrazándome por los hombros.



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En el texto hay: romance juvenil, romance, amor

Editado: 01.09.2019

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