04

—¡Adalid, la cena esta lista! —grito su madre desde la cocina. Apago su cigarrillo y suspiro, seguramente no notaría que estaba cansada.

Bajo las escaleras y se sentó en la mesa, esperando que su madre sirviera el jugo para empezar a comer.

Desde la última vez que se encontró con Jonas, no había podido dejar de pensar en si le había gustado o no su libro. Desde entonces Alex la visitaba con regularidad, y estar pendiente de alguna cosas con la editorial no eran fáciles.

—Hija, ¿te has acostado tarde de nuevo? —preguntó ella notando los ojos cansados de su hija.

—Me he sentido mal, así que he estado fumando un poco, creo que tener que trabajar con la editorial en algunos casos no es como esperaba, y probablemente si la comunidad acepta bien el libro empezaré a viajar —responde ella tomando un sorbo de jugo.

Su madre se limita a hablar y sólo asiente.

—¿Y Alicia? —pregunta ella al no ver a su hermana.

—La madre de Valeria y de Alex me ha dicho que si se puede quedar en su casa, así que por darle gusto solo está vez a Alicia, la he dejado —dice ella.

— Vale.

Alrededor de diez minutos Adalid termina su comida, da gracias a su madre y sube de nuevo a su cuarto. Hace unas semanas no ha podido escribir, su mente se ha bloqueado, y simplemente se ha cansado de dibujar lo mismo. Toma su celular y se adentra en las redes sociales, seguramente alguna de sus amigas estará en París o Estados Unidos. Durante una hora su aburrimiento crece aún más, pero su curiosidad vuelve cuando ve una foto de Alex.

Recuerda que nunca ha visto su cuenta o pedido su número, simplemente el era alguien con quien pasaba tiempo en persona que nunca le causa curiosidad lo demás. Entro a aquella cuenta y empezó a visualizar algunas imagines, durante todo el tiempo que pasó allí, nunca vio alguna foto de su novia Dalena.

"Seguramente no le gusta subir demasiadas fotos, además la última foto que hay es de hace cuatro años, con su mejor amiga Elizabeth" pensó.

De pronto el timbre sonó, se extraño ya que era martes, era imposible que Alex estuviese allí ya que tenia entrenamiento todos esos días.

"Estamos en inverno, como carajos van a tener entrenamiento" recordó.

Bajo hacia la sala y no encontró a su madre así que rápidamente marcó su número antes de abrir la puerta.

—Madre, ¿donde estas? —preguntó preocupada.

—Adalid, perdón dija, tu padre me ha dicho que ya esta por llegar ya que su viaje se atraso así que lo estoy esperando en la estación, en verdad me lamento por no haberte dicho —contesta la mujer del otro lado de la línea.

—Vale, pero no vuelvas a hacer eso —y con esto su madre asiente y la llamada se cuelga.

Recuerda que hay alguien en la puerta así que rápidamente ve por medio la cerradura a Alex. Abre la puerta dejando ver a un Alex con mejillas rojas y sonriente.

—¡Adalid! —exclama él abrazándola, Adalid identifica el leve olor a alcohol así que lo ayuda a mantenerse en pie.

—Estas borracho Alex —dice ella y el ríe.

—Estoy más que sobrio, y si no lo estuviera, no te diría que desearía besarte en este mismo instante —responde él a lo que ella le ayuda a sentarse en un sillón ignorando levemente sus palabras.

—Calla y toma esto —dice ella ofreciéndole pastillas para el dolor de cabeza al día siguiente. —Mi madre llegara pronto y tu madre debe estar preocupada por ti.

—Le he dicho que me quedaré con Carlos y los demás en la casa de Katy —responde él.

—Aún así, debes tener más cuidado, además, ¿como carajos llegaste hasta acá?, que yo sepa Carlos vive casi en la otra mitad de la ciudad.

—Solo te he querido ver —responde él y el silencio domina.

—Si te vas a quedar acá, puedes dormir en la habitación que hay sobrante —dice ella, esperando el típico "Vale" por parte de el, pero su respuesta es totalmente diferente.

—Quiero dormir contigo —responde sin rodeos.

Y con eso Adalid sabe que la noche será demasiado larga.