Estilo de narración: primera persona
Personaje: Laurenz (Wyatt)
Acabo de abrir los ojos, no hay nadie alrededor, lo único que hay sobre mí es un cielo desconocido... no, un techo, diablos, siempre tuve ganas de decir algo como eso; mi rango de visión sólo se limita a un techo... que si me preguntan, se ve bastante lujoso, detalles muy bien hechos ¿Son dibujos de ángeles? Eso parece, pero realmente no puedo decir si lo son o no, mi visión está bastante nublada y limitada, me siento un asiático en éste momento.
Veamos si puedo mover la cabeza... Mmmm.
¡No puedo mover la cabeza! ¡Necesito ayuda!
Bueno, supongo es algo que tenía que pasar, soy un bebé después de todo, apenas puedo mover la manos, oh, hablando de manos; Quiero ver mis manos, quizás así pueda decir si tengo una apariencia distinta... veamos.
¿Oh? Mi piel se ve bastante blanca y suave ¿Seré un bebé con pedigree? No, el punto principal es que éste no es mi cuerpo y tampoco es mi apariencia normal, me siento demasiado perfecto como para ser yo.
Eh, alguien acaba de entrar a la habitación, no sé quien es, quizá mis padres.
¿Uh? sus pasos se detuvieron luego de un poco. No, nuevamente está caminando, pero esta vez parece apresurado en mi dirección, es como si hubiera visto algo increíble que quiere verificar que sea cierto; al menos yo tengo una idea como esa.
Acaba de apoyarse contra la cerca de la cuna, y ahora me está viendo directamente a la cara. es una niña, tiene ojos verdes y cabello rubio, parece dorado, no se ve demasiado grande, ha de tener eso de 5 años con algo de suerte, por suerte la cuna es baja, así que llega con facilidad, aunque... ¿Una cuna baja? No, eso sería como una clase de cuna ataúd, quizá esta la hicieron pequeña sin más.
Me está mirando durante mucho tiempo ¿Debería hacer algo? Moveré las manos de nuevo. Ah, parece que se sorprendió, yo también estaría sorprendido si un niño recién nacido me pudiera saludar tan natural... bueno, mi mano pesa de todas formas.
— ¡Mamá! ¡Papá! ¡Laurenz está despierto!
Aquella niña de pequeña estatura que estaba apoyada contra la pequeña cuna, se dio la vuelta, gritando y corriendo en dirección a la puerta por donde había ingresado hace nada más unos instantes, saliendo pronto de la habitación.
— (¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Por qué gritó? ¿Quién es Laurenz?)
Se preguntó Wyatt, quien no parecía entender para nada lo que acababa de ocurrir.
— (Quizá sea algo así como mi hermana... pero... ¿Por qué gritó tan de repente?)
Volvió a preguntarse éste, tratando de responderse a sí mismo sus incógnitas. sin embargo, antes de poder seguir, se comenzaron a escuchar pasos rápidos y escandalosos fuera de la habitación, eran al menos unas 10 personas en aproximado, y todas dirigiéndose hacia la habitación donde estaba Wyatt.
Y de esta forma, ingresaron a la habitación una cantidad incierta de personas, a las cuales Wyatt no podía ver por no poder ser capaz de mover la cabeza más de un milímetro por hora.
— ¡Por los Dioses!
— No puedo creerlo.
— ¡Emilly no mentía!
Apenas las personas habían entrado a la habitación, comenzaron a hablar sorprendidas, gritando o hablando entre ellas, sin perder la sensación de sorpresa entre sus palabras y acciones. Entonces, ingresaron 2 personas, una mujer de cabellera plateada y ojos del color de dos diamantes, su cabello llegaba hasta su espalda a la altura de su abdomen, y tenía ondulaciones muy leves en las puntas, sus rasgos faciales eran muy suaves y atractivos, era un rostro fino y perfecto, y claro, ni hablar de su cuerpo; a su vez, un hombre de cabello rubio, una barba muy bien afeitada y ojos verdes, sus rasgos faciales eran los de alguien de su edad, se podría decir, su físico era lo suficiente bien definido.
Ambas personas se acercaron, haciendo a un lado a las personas que llenaban la habitación, hasta así estar frente a Wyatt, confirmando de esta forma que estaba con los ojos abiertos, y respirando. la mujer de plateado cabello ocultó su rostro en el hombro del hombre a su lado, quien parecía ser su esposo.
— E-esto... no puede ser otra cosa que un milagro.
Aquella mujer habló, su voz temblaba de forma desconsolada mientras sus lagrimas empapaban la elegante ropa de su marido desde el hombro.
Pasaron unos momentos entre sollozos por parte de la pareja, al igual que otras personas en la habitación, Wyatt no lograba comprender la situación, hasta que fue tomado y levantado de la cuna, para ser llevado hasta el pecho de la pareja.
— Evan Laurenz Mildenhall... ¡Está con vida!
Dijo el hombre quien alzó un poco más a Wyatt para mostrarlo ante todos los presentes, quienes comenzaron a llorar o a sonreír entre sollozos.
— (Sigo sin entender que es lo que está pasando aquí)
Se dijo Wyatt, mientras era abrazado por la pareja de esposa y esposo.
Pasó ya un rato, justo ahora estoy siendo cargado por los que parecen ser mis Padres... Sí, ES UNA FAMILIA PEDIGREE, un hombre rubio, una mujer de cabello plateado, que línea sanguínea tan demasiado perfecta. también me presentaron a mis 4 hermanas, y mi único hermano mayor, todos se ven increíblemente perfectos.