Capítulo 03

Patio de juegos del diablo

Blair, 1692

En medio de la noche en el cementerio Tituba, Sarah Good y Sarah Osborne removían la tierra para intercambiar huesos, otras brujas que también eran de Salem y habían sido revividas por Elly Kedward ayudaban en el arduo trabajo a lo largo del camposanto, desenterrando huesos para colocar los nuevos de viejos costales a las faldas de Elly. - ¿Por qué hacemos esto? ¿Cuál es el propósito? – Preguntaba Sarah Osborne limpiándose el sudor de la frente. Tituba clavo la pala en la tierra y se recargo en ella. – Son los huesos de las brujas y hechiceros que fueron fieles a nuestra suprema, fueron masacrados y ella no pudo hacer nada por ayudarlos. – Sarah Good no pudo evitar soltar una risa burlona. – Entonces no es tan poderosa como dice. – La líder del aquelarre poseía un oído sobrehumano y al escuchar sus palabras la miro disgustada, repentinamente Sarah pudo sentir como su garganta se cerraba, trataba de llevarse las manos al cuello con la esperanza de recobrar el aliento. Elly se puso en cuclillas para estar a su altura. - ¿Dudas de mi poder? Si yo quisiera te mataría con solo chasquear los dedos, pero si no lo hago es porque las necesito, incluso hasta la más débil de mente como tú, deben acatar mis órdenes y si están haciendo esto es para revivir a nuestros hermanos en el momento indicado, el día de la batalla final los necesitare a mi lado, tal vez ustedes sigan vivas para ese entonces, pero si es el caso contrario yo misma las enterrare bajo estas tumbas, juntas ganaremos una guerra, así que en lugar de protestar concéntrate en cavar más profundo. – Luego de que termino de hablar, su víctima sintió que sus pulmones nuevamente se llenaban de aire, recuperando el color mirando a Elly con miedo. Esta última les dirigió una nueva instrucción. – Ustedes tres acompáñenme, las demás sigan con lo suyo. – Las tres brujas no lo dudaron y siguieron a la joven hasta el lago, se detuvieron al ver una cabaña abandonada a la mitad de este. –Es perfecto. – Dijo la suprema. Sarah Osborne parecía conforme. –Es lúgubre, pero bonito. ¿Aquí viviremos? – Elly soltó una carcajada. - ¡Por supuesto que no! La volveremos un refugio seguro para brujas, aquí recurriremos cuando estemos en peligro, nada ni nadie más la podrá penetrar. – Las cuatro brujas se colocaron en los puntos cardinales, norte, sur, este y oeste. Repetían en unísono “monibus agant vires nobis locus est porta inferí” Un rayo bajo del cielo y aterrizo en la casa, la corriente eléctrica la invadió por completo, las nubes corrían a toda prisa en el cielo y con fuertes relámpagos los cuatro jinetes del apocalipsis se mostraron en las penumbras. A partir de aquel momento esa casa les serviría como refugio para apresar a las almas de los niños inocentes de Blair, sería un lugar de resguardo donde solo las brujas de magia negra tendrían la oportunidad de entrar, durante años Elly Kedward con ayuda de las otras tres brujas se robaban a niños del pueblo para continuar con sus hechizos, cada alma que consumían les garantizaba veinte años de juventud, libres de enfermedades y decrepitud, sus demás aliadas recorrían el mundo en busca de nuevos súbditos dispuestos a rendir ofrenda y servicio a la reina de las brujas, pero eso no sería para siempre, pues una tarde Tituba, Sarah Osborne y Sarah Good serían sorprendidas por los habitantes del pueblo cometiendo actos de brujería, y serían sentenciadas a un juicio del cual no saldrían vivas.

Burkittsville, Actualidad.

Un par de adolescentes se alistaban en su casa para salir aquella noche. - ¿¡Quieres darte prisa Adelaida!? Si no llegamos a tiempo Scarlett nos va a colgar. – Gritaba la mayor desesperada, el reloj pasaba de las once y su hermana menor aun no terminaba de arreglarse.

-¡Ya voy! Odio estas esencias que tenemos que usar para antes de los rituales, siento como si ni siquiera me hubiera bañado, además ¿De dónde vamos a conseguir el encargo de Scarlett? –  Alyson cruzada de brazos al pie de la escalera trataba de guardar la calma. – No lo sé, algo se nos ocurrirá en el camino supongo yo, tu preocúpate por bajar de una vez, que se nos hace tarde. – la chiquilla bajo corriendo las escaleras. - ¡Ya estoy lista! Deja de gritar como loca, te pareces a mamá ¿Ya tienes todas las cosas? –

Alyson tomó un par de escobas y un puñado de bolsas negras. – Si, vámonos el camino es largo. –

Las dos se ataron extravagantes antifaces como si se prepararan para asistir a un carnaval, salieron de la casa, cada una con una escoba en la mano y un par de bolsas en la otra, Adelaida se colocó los audífonos para escuchar Heart of glass en su dispositivo a todo volumen, subieron a la camioneta, el viento de la noche entraba por las ventanas bajas del automóvil, recorrían las calles camino al bosque, cerca de las afueras, donde las calles eran más oscuras y los vagabundos se refugiaban del frio, victimas perfectas para su misión, luego de que estacionaron el auto descendieron para emprender su caminata, eran cerca de las dos de la mañana cuando Alyson paro en seco en un callejón oscuro y neblinoso, inmediatamente detuvo con una mano a su distraída hermana. - ¡Alto! Puedo oler algo, es sangre, hay sangre fresca aquí cerca. –