IN A GADDA DA VIDA
Orschwiller, Alsacia 1685.
La muchedumbre se acercaba a toda prisa a la cueva del bosque liderados por Elly Kedward, Hécate la bruja de la naturaleza había sellado la entrada, y repetía sus últimos conjuros, sabía que esa sería su última noche con vida, pero tenía que cumplir con su misión, reencarnar el alma inocente y noble, estaba rodeada de velas, ramas de laurel, pétalos de lilas y gemas de colores, repetía con fuerza el hechizo, poniendo todo su empeño y seguridad, por fuera la multitud había llegado y al intentar cruzar la cueva una fuerza sobrenatural los detuvo, Elly coloco sus manos en el aire y se concentró, Hécate pudo sentir una fuerte corriente de aire que entraba contra su voluntad, y las velas se apagaron pero el tazón frente a ella ardió en llamas, su conjuro había rendido frutos. - ¡No más encantamientos justiciera! Tu hora ha llegado. – Dijo Elly Kedward. Hécate se puso de pie frente a ella. – Lo sé, y créanme que no me resistiré, existe la promesa de que algún día la profecía se cumplirá, jamás podrás acabar con todas las brujas naturales del mundo, nuestro linaje es más fuerte que el tuyo. – Elly se dedicaba a sonreír. – Tal vez su número sea mayor al nuestro, pero con tu corazón tendré lo que siempre he esperado, la inmortalidad. ¡Atenla! - Exclamó. Un grupo de hechiceros se acercaron con cuerdas a Hécate, de vuelta al castillo, cargaban a la bruja blanca como si se tratara de una presa, la justiciera pudo ver con tristeza la mortandad en el pueblo, ahora esas tierras les pertenecían a la magia negra, el ángel de la muerte les daba el beso de bienvenida a todos los que agonizaban en el suelo, dentro del castillo el mármol estaba manchado de sangre por doquier, en el salón real los tres hechiceros dejaron a la bruja en la parte superior frente al trono, amarrada a un tronco sin moverse veía como sus enemigos hacían filas para contemplar el suceso que estaba por acontecer, dejando un gran espacio en la parte de en medio, cruzó Elly con una daga entre sus manos, se detuvo frente a la bruja y se la clavó en el pecho, la multitud gritaba eufórica, la bruja castaña sacaba lentamente del tórax de su adversaria el corazón y lo levantaba hacia el techo, todos se regocijaban, entonces le dio un mordisco y los cirios del lugar comenzaron a encenderse uno a uno, una sombra bajo de lo alto y entró al cuerpo de la joven, sintió como su piel se estremecía y se llenaba de la inmortalidad, el momento había llegado, había que exterminar a todas las brujas de raza pura, a todas aquellas que se rehusaran a utilizar la magia para el mal y no fueran adoradoras del diablo, en la mente de Elly permanecía una sola cosa, impedir a toda costa que la profecía se cumpliese, ella sería la única sobreviviente, y junto a su clan traería a los cuatro jinetes del apocalipsis provocando devastación en el mundo, guerra, muerte y hambre, así el nuevo reino se levantaría, un mundo a imagen y semejanza de su rey supremo, el verdadero mundo estaba por comenzar, y si era necesario consumir el alma de los niños inocentes de las generaciones venideras lo haría, debía estar fuerte para la batalla final, no había tiempo para flaquear. Después de un largo momento de silencio Elly Kedward por fin se dirigió a sus súbditos con la boca manchada de sangre. - ¡Este es el momento, y es la hora, nuestra es la magia, y nuestro es el poder! –
Burkittsville, Actualidad.
A la mañana siguiente cuando Meredith despertó el sol ya estaba fuera, su padre se había ido a trabajar desde temprano, por lo que la joven bajo a desayunar, mientras se preparaba un batido encendió el radio para escuchar las noticias locales. “La noche de ayer se reportó un incendio en el sureste de la ciudad, en una casa de renta de la calle Sherman, todo parece indicar que el joven inquilino era un estudiante de la universidad, las investigaciones apuntan a que Erick Fisher de 22 años dejó abierta la llave del gas de la estufa, un chispazo en la misma cocina provoco el incendio, el muchacho perdería la vida en el acto perdiendo la cabeza con la explosión, previamente se habría cortado las venas con un cuchillo carnicero que se encontró en la escena, se desconocen los motivos de tal acción o si alguien lo acompañaba en el momento, por lo cual las investigaciones de este misterioso caso siguen abiertas. En otras noticias continúan las desapariciones de los niños de la localidad, ayer por la tarde Robin Pierre de once años desapareció luego de salir a jugar al parque y no volver a casa, con este ya suman siete casos similares en lo que va del año…” En ese instante alguien toco la puerta de la cocina, por lo que Meredith bajo el volumen del radio para atender al llamado. - ¡Ya voy! – Exclamó abriendo la puerta descubriendo que se trataba de Anastasia, la joven castaña entró a la casa algo nerviosa. - ¿Ya escuchaste lo de Erick? – Le preguntó a la rubia, Meredith cerró de un golpe la puerta y camino a la cocina. – Si, justo estaba escuchando las noticias, además anoche papá me lo comentó antes de dormir, pero tú ya lo suponías ¿no? Ayer cuando llegaste me dijiste que habías visto algo perturbador antes de venir para acá. – Anastasia se mordía las uñas. – Si, pero esperaba que Erick estuviera fuera de casa o algo, dicen que sus padres se pusieron como locos cuando tuvieron que reconocer el cadáver, hoy en la tarde lo van a velar ¿Iras? –