Wolf Soul: La amenaza de los Lobos Sombra

Capítulo 14

Dos amigas y un lobo extraño

Hace un rato había amanecido. Las dos lobas todavía dormían plácidamente. Por suerte, no fueron atacadas y no hubo ningún peligro para ellas en toda la noche.

La primera en abrir sus ojos fue Makoto, debido a que sintió que algo rozaba su cola. Al girar su cabeza su vista captó a una pequeña serpiente de varios tonos de color café, la cual estaba usando la cola de la loba como un puente para cruzar hacia el otro lado. Makoto se sobresaltó un poco, dejando caer sin querer al pequeño reptil.

Ice abrió uno de sus ojos, con este miraba a la otra loba y a la serpiente que se arrastraba por el suelo.

—¿Qué sucede? —preguntó ella aún sin abrir su otro ojo.

—Disculpa si te desperté, esa cosa me asustó un poco —dijo Makoto apenada. Miró al animal que se escabullía rápidamente del lugar. Supuso que algo tan pequeño nunca se atrevería a atacarla, así que se sintió aún más avergonzada por dejarse atemorizar por aquella serpiente.

—No te preocupes, de todos modos... —Cerró su ojo para luego bostezar y abrir los dos al mismo tiempo. Acto seguido se levantó—. Ya era hora de despertarse.

Makoto analizó las heridas de su compañera. La más pequeña ya casi no se notaba, y la de su pata derecha había parado de sangrar.

—¿Cómo te sientes?

—Mejor —respondió Ice levantando su pata lastimada y moviendola levemente, el dolor había disminuido.

La loba de pelaje oscuro dibujó una sonrisa en su rostro mientras se sentaba frente a Ice.

—¿Lo suficiente para ir conmigo a cazar? —preguntó moviendo suavemente su cola.

—¡Claro! —exclamó con una gran sonrisa, dejando ver sus blancos dientes.

Ambas se dispusieron a caminar hasta hallar alguna presa. Por los alrededores solo habían aves y algunas ardillas, todas fuera de su alcance. Una ardilla bajó de un árbol, sin notar la presencia de las depredadoras. Ice hizo un gesto con su hocico indicándole a Makoto que había una presa cerca de ellas. Las dos se acercaron despacio, una por un lado y la otra por detrás. La pequeña ardilla levantó la vista y comenzó a mover su nariz y sus orejas. Tan pronto como se sintió en peligro corrió al árbol más cercano y empezó a trepar.

—¡Se escapa! —exclamó Ice mientras corría hacia la presa, seguida por Makoto.

Por desgracia para las cazadoras, la ardilla fue más veloz que ellas. Ninguna de las dos dijo nada, solamente se miraron y después continuaron con su camino, esperando ver alguna otra presa.

—Makoto, ¿cómo es tu manada? —preguntó la loba blanca de repente al mismo tiempo que caminaba.

—Es muy agradable. Todos se ayudan entre sí y son muy unidos —contestó sin apartar su vista de enfrente—. Es un grupo pequeño, pero juntos pueden ser muy fuertes. Yo no solía colaborar mucho en el clan, y mi madre a veces era muy sobreprotectora. Ella ni siquiera me permitía acompañarla a cazar. Para ser sincera, me sentía un poco inútil allí, solo era una cachorra con el deseo de ayudar a su manada, pero simplemente nunca pude hacerlo.

Ice escuchaba atentamente las palabras de la loba.

—No creo que ellos piensen que eras inútil. Además cuando se es cachorro no hay mucho que se pueda hacer.

—Tienes razón. Ahora que he crecido y entrenado seguro seré de mucha ayuda para mi manada —dijo con alegría.

—¿Y crees que pueda unirme? —preguntó agachando levemente sus orejas con timidez.

—No creo que tengan problemas para aceptarte en la manada. ¡Seguro te recibirán con gusto! —exclamó mientras le dedicaba una amable sonrisa.

—Eso... —dijo agachando un poco la cabeza para luego dar un salto de felicidad—. ¡Eso sería estupendo!

—¡Ice, te puedes lastimar! —le recordó Makoto. Sin embargo, a la loba blanca no le dolió para nada su pata al dar ese brinco.

—Tranquila, amiga —contestó ella riendo un poco.

Makoto se sorprendió al escuchar que Ice la llamaba "amiga". Luego movió su cola y se acercó a su nueva amiga con una sonrisa.

—Así que... ¿ahora somos amigas?

—Claro que sí.

Ambas se miraron fijamente y sonrieron dulcemente.

—Yo me aseguraré de que seas aceptada en mi clan. ¿Qué te parece si nos dirigimos ahora hacia el río?

—Me parece bien. Por como describiste a los miembros de tu clan, estoy ansiosa por conocerlos —dijo Ice.

Mientras conversaban no habían parado su caminata. Tan pronto como Ice terminó de hablar las dos amigas comenzaron a avanzar más rápido.

—Si encontramos alguna presa durante el camino, nos detendremos para cazarla —informó Makoto y su compañera asintió.

—Por cierto, ¿por qué te separaste de tu manada?

—Cazadores... —susurró bajando la mirada.

—La misma razón por la que perdí a mi madre y me alejé de mi hogar —comentó la joven loba de pelaje blanco con algo de melancolía.



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En el texto hay: lobos, animales, misterio y drama

Editado: 12.05.2019

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