Y ahora ¿qué más? #3

37*** No desapareció, es solo que no puedo encontrarla.

Brett POV

 

 

 

-¿Cómo que no está contigo? -bramó Brett, mientras caminaba de un lado al otro por el pasillo del hospital.

Su cabeza estaba a punto de explotar.

-Disculpa, ¿Puedes repetirme quién eres?

Brett volvió a gruñir. Sentía ganas de romperle el cuello a alguien, así que ese tipo, Dan, debería sentirse afortunado de no estar frente a él, parecía como si todo el mundo estuviera de ánimo para tomarle el pelo cuando él menos ganas de bromear tenía.

Había llamado a Sandra Wilmore, que le había dicho que llevaba días sin hablar con Jessica. Había tenido que llamar a Connor para conseguir el número del tal Dan y ahora, ese baboso lo estaba haciendo perder la cordura mientas se hacía el gracioso.

-Soy Brett -repitió frustrado.

-Ah, sí. El novio -dijo. Algún día tenían que conocerse, y entonces Brett recordaría ese momento y se encargaría de romperle los dientes con los que seguro estaba riéndose en ese momento-. No la he visto desde que salió de la oficina, hablamos porque había olvidado unos papeles, dijo que se devolvería a por ellos. Intenté hablarle hace más o menos una hora, pero no contesta el celular.

-Eso ya lo sé -masculló entre dientes, Brett- ¿Es posible que se haya quedado en la oficina?

-No lo creo, parecía impaciente por llegar a su casa. ¿No hay nadie más con quien pueda estar?

-No estaría llamándote si no fueras mi última opción.

Tal vez se estaba pasando de mal educado, solo un poco, pero en esos momentos sus modales estaban siendo pisoteados por sus nervios.

-Bueno... no sé qué otra cosa decirte, pero si necesitas algo más, puedes llamarme -respondió, como si Brett no acabara de ser terriblemente grosero apenas unos segundos atrás.

-Gracias por tu ayuda -dijo entre dientes.

Estaba guardándose el celular en el bolsillo cuando vio aparecer a la policía con la que había estado hablando en el aparcamiento.

-Aquí está. Lo he estado buscando -dijo, deteniéndose junto a él y lanzándole una mirada que Brett no pudo descifrar.

-Ya me encontró. ¿Qué sucede?

-Tenemos los videos de seguridad, me gustaría mostrarle algo.

-¿Algo? -cuestión, algo incómodo.

-Sí, soy Leslie, por cierto, lamento no haberme presentado, Agente Leslie Donald, ¿Usted es...?

-Brett Henderson. ¿Saben algo de Jessica?

-Se puede decir que si -asintió la mujer, Leslie. Ahí estaba otra vez esa mirada- Sígame, Brett.

Brett quería hacer muchas preguntas, pero no hizo ninguna. Se limitó a seguirla por los interminables pasillos del hospital. Ni siquiera estaba seguro de volver a encontrar la habitación de Russell solo si lo intentaba, lo más probable sería que terminara perdido tan lejos de allí como pudiera estarlo.

Leslie Donald caminaba demasiado rápido, o tal vez el stress y la locura del día estaba cobrándole factura y él era el que iba demasiado lento, de todas formas, no tardaron tanto como él pensó que lo harían en llegar a las puertas de lo que parecía ser una oficia o una habitación.

La mujer se detuvo de golpe, con la mano sobre el pomo de la puerta y se giró hacia él.

-La dirección del hospital tuvo la amabilidad de permitirnos este espacio para poder ver las grabaciones sin perder tiempo -explicó.

Brett lo agradecía, no estaba seguro de poder soportar un viaje de veinte minutos hasta la estación de policías solo para saber qué diablos había pasado.

Asintió.

-¿Ya las vio?

-No - respondió, volviendo a darle la espalda y abriendo la puerta de la oficina.

El lugar no podía ser más pequeño y a simple vista lucía muy incómodo, pero debía ser suficiente para lo que lo necesitaban porque al menos había una pantalla y un reproductor. Con eso le bastaba, tampoco era como que quisiera quedarse ahí dentro toda la vida.

Su celular comenzó a vibrar dentro de su bolsillo y Brett no perdió tiempo. Esperaba que fuera una llamada de Jessica con una muy buena explicación de por qué había desaparecido por horas, pero era una llamada de Penny. Bueno... tal vez había dado con ella, de una forma u otra.

-Lo siento, debo responder esta llamada - se disculpó.

Leslie Donald de todos modos no parecía tener mucha prisa, lo cual seguramente le parecería extraño si no estuviera tan mentalmente agotado. Parecía estar postergando lo que sea que fuera a mostrarle hasta más no poder.

-Descuide, conteste.

Brett salió del reducido lugar y contestó a la llamada inmediatamente.

-¿Dónde andaba la loquilla aventurera? -cuestionó su hermana.

-¿Qué te hace pensar que la encontré? -suspiró, frunciendo el ceño cuando volvió a escuchar los ladridos la más reciente adquisición de Penny. ¡Qué pesadilla!

-Tal vez el hecho de que no has vuelto a llamarme hecho una furia preguntando si la tengo escondida debajo de mi cama -respondió ella con ironía.



#3559 en Novela romántica
#1084 en Chick lit
#1332 en Otros
#390 en Humor

En el texto hay: peligro, bebe, madre

Editado: 24.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.