Y ahora ¿soy papá?

Capítulo 5

Alex:
—Ahora vamos a sentarnos a... a... —digo sin saber qué hacer, nunca he cuidado niños, en mi familia no hay pequeños y mi hermano es dos años mayor que yo—ya sé vamos a conversar. 

—¿De qué quiere conversar? —pregunta uno de los niños que no sé cuál de los dos es. 

—Primero ¿cómo se llaman? 

—Adrien—dice uno y lo miro con fijeza. 

—Ángel—exclama el otro y también lo miro detenidamente, Adrien tiene las cejas un poco más anchas y los labios un poco más pequeños. 

—Uf—pronuncio, pues igual es bastante difícil diferenciarlos. 

—Pudiéramos jugar fútbol... Pero no hay pelota—comento y ambos me miran con cara de aburrimiento. 

—Y esa guitarra—pregunta Adrien y sonrío. 

—Es mía Adrien—respondo para confirmar que no los estoy confundiendo. 

—¿Me la prestas? —pregunta y dudo un momento. 

—Claro—termino dándosela, seguro quiere mirarla de cerca. La toma con cuidado y comienza a tocar y a cantar el estribillo de una de mis canciones y me quedo boquiabierto. 

—Lo haces genial—digo y él sonríe.—¿Quién te enseñó a tocar la guitarra? ¿Tu papá? —indago ante la menor oportunidad de salir de las dudas que  tengo de que esos chicos tienen algo que ver conmigo. 

—No tenemos papá—responde el otro niño. 

—¿Murió? —me atrevo a preguntar. 

—No—dice Ángel. 

—No tenemos—afirma Adrien. 

—Todo el mundo tiene un papá. —les digo y ambos me miran—¿Se divorció de su mamá? 

—No—dice Adrien. 

—Nuestra mamá es madre... —duda un momento Ángel—¿cómo es que se dice? ... 

—Independiente. —dice el otro. 

—¿Cómo que independiente? —acabo preguntando, estos niños saben más de lo que dicen y me pregunto que pueden saber dos niños de cinco años de qué es ser madre independiente. 

—Son cosa de adultos—dice Adrien. 

—No lo entenderías—pronuncia Angel. 

—¿Por qué no lo entendería? —cuestiono y no puedo creer que estos niños me subestimen tanto. Solo mueven los hombros en señal de que no tienen respuestas y yo tampoco, quería sacar de mi cabeza la idea de que estos niños pudieran ser... mis hijos y ahora solo tengo más dudas. Definitivamente tengo que hablar con Olivia. Pero no sé cómo mirarla a los ojos después de haberme simplemente desaparecido de su vida y preguntarle si estos niños son mis hijos. 

—Ya me quiero ir—dice Ángel. 

—Estoy aburrido—exclama Adrien. 

—Hagamos algo—digo tratando de distraerlos—hay un parque cerca de aquí, vamos a ir los tres, solo cosas de chicos—agrego y sonríen, tomo la llave de miauto y los monto a ambos en el asiento trasero, les pongo el cinturón y comienzo a conducir, me detengo frente a una tienda, entro con los niños y compro algunas confituras y dos pelotas, una para cada niño. 

—Gracias, pero no podemos aceptar nada de extraños—dice Adrien mirando la pelota. 

—Tienen mucha razón, pero yo no soy un extraño—explico, no puedo simplemente decirles que posiblemente yo sea su papá  definitivamente esto es muy raro y hasta tengo miedo de descubrir que sí soy su papá.... Simplemente no sé ni qué haría... 

—No sé—dice Ángel—luego mamá nos castiga. 

—No lo hará, porque yo iré con Olivia a llevarlos con su mamá. 

—¿Irás a nuestra casa? 

—Sí, quiero hablar con su mamá. 

—¿De qué quieres hablar con mamá? —me muerdo el labio, definitivamente no se puede decir nada delante de estos niños porque todo lo captan. 

—De que se portaron muy bien hoy—respondo

—Está bien entonces—dice Ángel tomando el balón—Gracias.—agrega y le doy la pelota a Adrien también. 

—Ya me caes bien—dice el niño y sonrío. 

—¿Antes te caía mal? —cuestiono frunciendo el ceño. 

—No—responde al mismo tiempo que su hermano grita que sí. 

—Dijiste que te caía mal—dice Adrien. 

—No dije eso... 

—Si lo dijiste... 

—No... 

—No importa, estoy seguro de que ahora que nos conocemos seremos muy buenos amigos—pronuncio terminando con supequeña discusión y deteniendo el auto en el parque—Y también estoy seguro de que ninguno me ganará jugando fútbol. 

***********

Voy en el auto con Sophie y los niños para llevarlos con su madre, no paro de pensar mientras conduzco, no puedo llegar con Sophie y simplemente preguntarle si esos niños son mis hijos, tampoco puedo llegar y fingir que no pasa nada porque si son mis hijos como supongo puede que se asuste y desaparezca. Maldita sea, se me va a romper la cabeza en dos de tanto pensar. Freno el auto frente a la casa que me ha indicado Sophie. 

—Campiones tenemos que jugar fútbol de nuevo— digo chocando la mano de los chicos. 

—¿Amor no entrarás con nosotros? 

—Hoy no, tengo que hacer una llamada urgente a mi patrocinador—miento—y también tengo una reunión en media hora, así que no demores mucho—vuelvo a mentir, tengo que dejar a Sophie en su casa y hacerle una visita a la madre de estos niños. 

—¿No vas a llegar? —cuestiona Adrien mirándome con el seño fruncido. 

—Hoy no puedo, será para la próxima—les digo—pero Sophie diles de mi parte a la madre de los chicos que se han portado súper bien. La verdad me ha encantado conocerlos.

 



#4914 en Novela romántica
#1385 en Chick lit

En el texto hay: familia, secretos, amor

Editado: 11.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.