La situación actual de mi país representa un escenario repleto de muchas historias que merecen la pena contar, Sin embargo el flagelo de la indigencia marca una era de desesperación y desesperanza aprendida desde donde aparentemente no se ve salida. Actualmente muchas personas en estado de indigencia están viviendo en las calles de muchas ciudades, buscando un plato de comida y algún abrigo para cubrir el frio y taparse de la lluvia. Seguramente, cualquier circunstancia desencadenaría alguna patología psiquiátrica en algunas de estas persona, tal vez en simple hecho de escapar de la realidad Nadie está exento de ello.
Esta historia continua, en el transcurso del año 2016, recorriendo el 2017 y parte del año 2018. He cambiado el orden de algunos pasajes, nombres de protagonistas para proteger identidad y algunas situaciones; Utilizo algunos términos técnicos, propios de la dinámica de trabajo durante mi experiencia con personas en estado de indigencia y enajenación mental, para que los lectores puedan comprender los temas que se tratan en este relato, todos los hechos son esencialmente basados en la vida real.
“Sin fe es imposible agradar a Dios”. Hebreos 11:6
Capítulo x
Lo esencial es invisible a los ojos.
Inicia un nuevo día, la luz se cuela por la ventana de la habitación donde se encuentra paula recluida. Resplandece y calienta el sol en aquel nuevo lugar donde Paula recuerda aquellas palabras que desnudaban por primera vez su alma ante personas que ni siquiera conocía bien.
Primera frase:
-.“Yo no tengo dominio de mi ”…
Pero entonces quien o que dominaba a paula en aquellos momentos en los que perdía el control de sus actos?. Aquella mujer que había pasado por mucho, muchas situaciones críticas , desesperantes, angustiantes en su vida, crisis constantes de ira o de depresión que la llevaban de un lado a otro, aun así no veía las consecuencias de su comportamiento.
Segunda Frase:
-. “Cuando estoy descompensada soy la más feliz del mundo, porque soy yo misma”.
Paula creía que era feliz descompensada, porque tal vez podía actuar sin límites mientras escapaba en su mundo de marañas mentales consciente o inconsciente para evitar una realidad evidente. Su enfermedad mental.
Tal vez su historia de vida, un hogar disfuncional lleno de ausencias, carencias, maltratos y vínculos rotos que desencadenaron miedos, temores, vacíos y dudas existenciales. Emociones encontradas que no supo manejar porque algo sucedía en ella desde que nació.
Tercera Frase:
- “Viviendo en calle, hablando con la gente supuestamente normal, comprendí que Hay locos que no son locos”.
Paula diría que hay locos en la calle que se fundieron en pensamientos e ideas fijas, aquellas que demarcaban un evento traumático en sus vidas de las cuales no pudieron salir, se quedaron atascados en el hoyo sin tener alternativas, dando vueltas en el círculo sin poder escapar.
Pero hay locos que no son locos, así los llama paula. Para explicar que hay personas que no han cruzado la delgada línea entre la cordura y la locura, pero suelen colocarse una máscara para esconder situaciones que no pueden manejar. Y tal vez les resulta más fácil fingir demencia antes de afrontar la realidad para resolver. Son aquellos que tal vez no se atascan en el hoyo sin querer sino que buscan la escalera para bajar al hoyo porque les resulta una salida más confortable.
Y aquí la cuarta frase de paula:
-“A veces lo hago para molestarlos y volverlos locos a ustedes, se donde les duele”.
Empíricamente pudiésemos pensar que algunos actos de paula eran premeditados con el fin de generar polémica, o de poner en práctica su histrionismo natural y así generar caos cuando todo estaba tranquilo en aquel nuevo lugar donde ella ingreso luego de pernoctar por 2 años continuos en situación de calle.
Capitulo XI
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Editado: 20.10.2020