Capitulo II
La sobreviviente al fuego. Así se Autodenominaba paula cuando describía la situación por la cual atravesó días antes de ser protegida. Se encontraba en una concentración de personas y ella fue blanco de ataques violentos de una enardecida multitud de gente que la querían quemar viva solo por vestir de un color particular, cuyas prendas había encontrado en un bote de basura cerca de aquella calle.
Paula con mejillas llenas de color carbón, cual soldado en guerra tenía que atravesar por una multitud de gente que solo pedía justicia y cambio. Ella Gritaba en medio de estos intentando encontrar alguna mente razonable que la entendiera, solo quería ser escuchada.
Sin embargo, a lo lejos ésta observa tras su mirada perdida que viene una turba de gente con antorchas de fuego.. Palos y piedras; Consignas que gritaban libertad.
Aquella libertad que paula necesitaba en su cabeza atormentada de tantas cosas vividas en aquel encierro al cual la condujo su grandioso y primer amor.
En ese momento, ella se encontraba en el medio de esa multitud enardecida por la sed de venganza. Paula recordaba su niñez junto a sus padres , sus hermanos la casa donde vivian. Fueron llegando esos pensamientos de maltrato por parte del padre, de descuido por parte de la madre.
Gritos, llantos y golpes a cada segundo en su hogar. Estos recuerdos fueron su tabla de escape mientras la gente con fuego en sus ojos y en las venas la rodeaban para agredirla.
Paula empezó a cantar, con voz muy fuerte:
“Huele a Cafecito negro, recién colado. Café huele café”
Recordando a su gran Maestro de primaria Don Simón Ramírez. Quien la enseño a leer a cantar, a contar y a sonreír a pesar de las dificultades. Aunque la pequeña paula abandono su escuela aprendió mucho de este señor.
Cuando Aquella joven mujer de cabellos rojos, mejillas rosadas que ahora eran mejillas color carbón, mirada perdida alejada en sus recuerdos empezó a sentir ese calor en sus pies, imaginando que era el pavimento de las calles alborotadas de Caracas.
No era Calor era fuego.
Las personas que dicen estar conscientes de sus actos, tomaron una decisión sin analizar las consecuencias movidos por la ira, Odio y desesperación de no saber cómo defender aquella tierra maravillosa que se estaba hundiendo por la inconciencia y las ansias de poder, disfrazadas de reivindicación de la cual estos eran protagonistas; acercaron una antorcha a los pies de la señora paula que estaba sumergida en sus pensamientos.
Al sentir el calor en sus pies, el cual luego subía por sus piernas por aquellos pantalones rotos y desgastados que había conseguido en el bote de basura. Escucho una voz que le decía “Corre”.
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Editado: 20.10.2020