¿y El Plan B?

CAPITULO 10

Salgo de la escuela y Aleister ya me está esperando recargado a su auto.

- ¿Esperaste mucho? - le pregunto.

- No tanto... Tal vez unos 20 minutos - dice pensativo.

Abro los ojos como platos.

- Eso es demasiado.. me hubieras llamado o algo así.

Me acerco dónde está, nos adentramos al auto y él comienza a manejar.

- Te tengo que decir algo.... - el dice lentamente.

- Dime.

- ¿Te gustan los hipopótamos? - pregunta torpemente.

Mi seño se frunce.

- Si.. son lindos - digo

- ¿Quieres ir al zoológico? - me pregunta viéndome ya que el semáforo está en rojo.

- ¿Ahora, ya? - le digo y lo miro desconcertada.

- Si, aún es temprano.

Podría ir, pasar unas horas con él y después ir a casa.

- Bien. - le digo finalmente

- De acuerdo.

Maneja concentrado, pongo música y comienza a sonar "Best Mistake" de Ariana Grande.

Empiezo a tararear la canción.

- Vamos canta. - me anima.

- Si canto me echarás de tu carro.

- Nunca haría eso.

- Eso sonó como promesa.

Él sonríe.

- Bien, prometo no sacarte nunca de mi auto.

- Pinky promise. - le digo levantando mi mano.

Cierro la mano en puño pero dejo de fuera el meñique.

- ¿Me harás hacer eso? - pregunta viéndome a mi y a mi mano.

- Claro, es muy importante.

Me mira derrotado y entrelaza nuestros meñiques.

- Pinky promise. - dice finalmente.

Una carcajada brota de mi garganta y Aleister también comienza a reír.

Empiezo a cantarla.

Más bien gritar.

Y él comienza a reírse aún más.

- ¡Oye! No te rías - le reprochó.

- No me estoy riendo de ti - dice entre risas.

- Es malo mentir.

- Es malo no creer.

El trayecto pasa entre risas y intento de ser cantantes.

- Llegamos. - dice bajando del coche.

Lo sigo entrenado al zoológico.

- ¿Cuántas personas? - pregunta una muchacha de nuestra edad.

No deja de mirar a Aleister, ni se percata de mi presencia y le sonrie de manera coqueta.

- Dos. - dice simplemente él.

- Aqui están, guapo - le dice ella aún con la sonrisita.

¿Cómo sería quitarle la maldita sonrisa de la cara?

- Amor, ya se hace tarde, recuerda que tenemos que ir por Dylan - le digo tomando su mano y entrelazandola con la mía.

- Claro - dice él.

La señorita se nos queda viendo de manera rara.

- Dylan en nuestro hijo, estamos casados. - le explica Aleister.

Trato de no reír por la cara que la muchacha pone.

- Somos jóvenes, pero queríamos ser padres a temprana edad - le dice él.

- Bienvenidos al zoológico - dice ella con una mueca.

Entramos y cuando estamos lo suficiente lejos de ella los dos estallamos de risas.

- ¿Dylan? - pregunta.

- ¿Nuestro hijo? - le preguntó yo.

- Solo seguí tu juego.

- Te miraba demasiado.

- Es un cargo que nos tocó a nosotros los guapos - dice con arrogancia.

Río por su comentario.

- Claro.

- Cuando dijiste que teníamos que recojer a un tal Dylan pensé "¿Que mierda le pasa a esta loca?"

- Siempre tan lindos tus pensamientos hacia mí - le digo con ironía.

- Es que no sabes cuáles son los pensamientos que tengo hacia ti.

Levanté una ceja.

- ¿Cuáles son tus pensamientos hacia mí persona? - le pregunte con total interés.

- Ese es un secreto.

- Igual como lo que pasó la noche en la que me emborrache.

- Por supuesto, de hecho me enteré de muchas cosas esa noche.

Lo miro y él me mira.

- ¿Enserio?

- Si..

- No te preguntaré que pasó porque sé que no me lo dirás.

- Ring ring - hace el sonidito de una campana - Respuesta correcta.

Sonrío.

Volteo a mi derecha y veo unos osos pandas.

- Mira - le digo apuntando a su dirección.

- Son bonitos - dice cuando los ve.

- Si...

Seguimos caminando entre los animales.

- Una verdadera lastima que aquí no hay un acuario - dice Aleister.

- Algún día te llevaré a uno.

- Ya dijiste, ehh.

Solo le sonrió.

Le digo que ya soy "amiga" de María.

Tal vez se alegra.

En estos días ha estado un poco decaído.

Le diré.

- Oye.

- ¿Si?

- María es como mí "amiga" - le digo.

- ¿Amiga? - pregunta sorprendido.

- Si, hace unos días llegó donde estaba y solamente dijo "hay que ser amigas".

- Eso es raro- dice en un susurro al cual casi no escucho.

- Si.

- ¿Quieres ver a los leones? - dice cambiando de tema.

No le tomo mucha importancia.

- Claro.

Comenzamos a buscar a los dichosos leoenes por el mapa que nos dieron en la entrada.

Caminamos hasta encontralos.

- Wow - digo al verlos.

- Una vez toque uno, aunque era bebé cuenta como león.

Me río de eso.

Después de ver a muchos animales, tomarnos fotos, decidimos irnos.

- Bueno querida esposa, la llevaré a su casa - dice el bromeando.

- Bien.

Le sonrió.

- Pon música.

Comienza a sonar "Never Forget You" de Zara Larsson y MNEK.

En el camino ninguno dice una palabra.

Cuando llegamos a mi casa antes de salir del auto Aleister me detiene.

- Que tengas una linda noche. - me dice con una sonrisa.

- Igual - le digo y le devuelvo la sonrisa.

- Eres una persona importante para mí.

 

Lo miro sorprendida.
 

- ¿Enserio? - le digo con una sonrisa.

- Si, eres una gran amiga.
 

Auch...
 

- Tu también eres un gran amigo - le digo tratando de que mi sonrisa no decaiga.
 

Salgo del auto sin esperar su respuesta.

Entro, mi madre está sentada con un libro en sus manos y voltea hacia donde estoy.

- Tu - dice apuntando hacia mi - Señorita tiene muchas cosas que explicarme.
 

- ¿Qué cosas? - le digo confundida.



#25772 en Novela romántica

En el texto hay: amor

Editado: 08.05.2021

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