Aleister Brown
Alguien me mueve y escucho la puerta de la habitación.
Tal vez fue al baño.
Pasan minutos y no regresa, me levanto y veo que mi teléfono está encendido con una foto en la pantalla. Yo besándome con María.
Mierda. No quiero que piense lo peor.
Salgo de la recamara corriendo, la lluvia pega mi cuerpo haciendo que mi ropa sea una segunda piel a mi cuerpo.
No me importa y me subo al aut
Le tengo que explicar.
Es lo único que pasa por mi mente.
Al lo lejos noto que alguien está debajo de la lluvia.
Me acerco hasta quedar unos pocos metros detrás de ella y me bajo del auto.
Corro hacia donde esta, la agarro del codo haciendo que voltee.
— Te debo.... - me interrumpe dándome una cachetada.
La tengo merecida.
— Tú y María.... - dice tratando de que su hipo por las lágrimas no se note.
— Te lo puedo explicar. - solo asiente.
La helada sigue calando mis huesos y los de Madelaine también.
— Fue cuando peleamos, yo tomé demasiado, y ella vino porque la llamé, pero la llamé porque me equivoqué de número, yo quería hablar contigo..... Y la bese porque quería sacarte de mi mente, quería dejar de sentir algo, y aún así seguías en mi maldita mente, quería que a la que estaba besando fueras tú.
Ella sigue callada.
— Cada vez que te acercas a mi siento algo, cada vez que te ries de algo que dije me hace feliz el ver tu sonrisa y que fui yo quien la provocó.
— Aaww, estás enamorado.... Y de mi.
— Fue algo inevitable.
— Soy muy genial.
— No lo negare.
— No lo vuelvas a hacer.
— Nunca.
Me acerco a ella y la beso, nuestros labios mojados por la lluvia, se mueven un gran una hermosa armonía.
Nos separamos y entramos al auto.
— ¿A dónde quieres ir?
— A un una tienda.
Manejo en silencio.
— Mi teléfono se mojo todo.
— Mételo en arroz. - bromeó.
Me lanza una mirada de advertencia y yo solo levanto una mano en forma de derrota.
Llegamos a un seven eleven.
— ¿Quieres algo en específico?
— Unas chips y una leche con chocolate, por favor. - dice con una sonrisa.
Me bajo y entro a la tienda. Miro a mi alrededor y voy hasta las Sabritas, tomo las que compraré y me encamino a las bebidas, agarro dos que serán las que me llevaré.
Pasó de largo por los pasillos pero unos dulces llaman mi atención. Son gomitas azucaradas en forma de anillos una idea cruza por mi mente, las tomo y las compro.
El señor me atiende, pago y me voy del lugar. Entro al auto y veo que está cantado.
Set Fire to the Rain de Adele.
Sigue cantando sin pena aunque este en el carro. Vuelvo a manejar y ella solo sigue cantando y diciendo que cada una que aparece es su canción.
Miro el muelle completamente solo. Lo único que se escucha es el mar golpeando con las rocas.
Bajamos y nos sentamos en la misma banca en la que nos sentamos meses atrás.
Saco un anillo de dulce y me arrodilló.
Ella se queda estática en su lugar.
— ¿Podrías ser mi novia? - le pregunto de manera coqueta.
— Mmmm.... Si. - dice riendo. Le entrego el anillo y me siento a su lado.
— Tengo mi lado romántico.
— Me alegra ser la única con la que lo saques a relucir.
— Claro.
Hablamos de cosas normales y triviales. Me comenta que quiere ir al psicólogo porque las pesadillas no la dejan dormir, que siempre voltea a cada lado con miedo a encontrarse con él y la apoyo.
La ánimo haciendo que se olvide del tema. Haci pasan horas y horas.
:)