Y el silencio se acomodó entre los dos...

9

Mew sintió que moriría de dolor y comenzó a llorar con desesperación.

Al ver que Mew no paraba de llorar, pese a sus caricias, Gulf tomó su rostro tembloroso y empapado con ambas manos y sin decir nada lo besó.

Primero con dulzura hasta que notó que la respiración de Mew se tornaba más calma y entonces no pudo controlarse más y comenzó a besarlo con todo el ímpetu que había estado guardando durante tantos años. No se calmó hasta que no se cansó de jugar con aquella lengua; no paró hasta que no saboreó con pasión cada milímetro de aquellos labios que venía deseando desde que era muy niño. No se apartó hasta que no hubo arrancado un quejido suave de placer de aquella boca con la que tanto había soñado. Finalmente se despegó un centímetro y respiró aliviado por primera vez en mucho tiempo.

—Hoy... volví a hablarle de ti a mi padre. Intentó golpearme pero no pudo. Me miró sorprendido como si se diera cuenta por primera vez de que ya no soy un niño indefenso.— Mew se estremeció. Gulf sonrió.— Tranquilo, él ya no me hará nada. Se ha ido de la casa. Dijo que no soportaba tener un hijo maricón. Pero yo sé que lo que no soporta es saber que ahora me puedo defender. Ya no haré lo que él me diga ni tampoco me iré lejos. La idea de la beca fue de él. Tomó toda su ropa, su auto y se marchó. Cuando se fue, vi que mi madre comenzaba a llorar.

Mew trató de decir algo pero los labios dulces de Gulf le hicieron callar. Luego de unos momentos Gulf continuó:

— Mi madre lloraba de felicidad y sonreía mientras lloraba. Es la primera vez que veo a mi madre llorar de felicidad. —Mew sentía todo su cuerpo vibrar—Ya es tarde y me ha dicho que me preparará mi cena favorita...

Mew tembló.

—¡No...te vayas...aún!

— Me voy...— sentenció Gulf, poniéndose de pie de improviso— ¡y tú... vienes conmigo¡ Mi madre lleva años queriéndote conocer. Nunca he dejado de hablarle de ti.

Con un movimiento rápido, Gulf lo levantó del suelo y lo empujó con suavidad contra la pared. Se pegó a él y clavó su mirada en los labios de Mew que no paraban de temblar.

—Vamos a casa, que a partir de hoy también es tu casa...

Mew no fue capaz de contestar nada. Atrajo aquella boca tentadora hacia la suya y la besó con desesperación, sintiendo por primera vez que no todo era dolor en su vida. También había lugar para el amor y para un amor correspondido con el que había soñado desde que tenía uso de razón...y para el que sintió había nacido...

Y así, el silencio se acomodó entre los dos, como el cómplice perfecto de dos almas enamoradas...

Fin...

 



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En el texto hay: #mewgulffanfic, #blromance, #homofobia

Editado: 09.05.2024

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