Un millar de ideas rondaban la mente de Hita mientras seguía a su padre por el enorme edificio de la compañía familiar, su padre parecía conocer mucha información sobre la tierra y había comprendido su gusto por la comida y música terrestres, algo antes improbable. En ese momento sentía más afinidad que nunca con él, y parecía ser recíproco. Al señor Girato parecía gustarle que se mostrase tan directo. Tras veintiocho años había elegido este momento preciso para contarle los secretos de la multimillonaria empresa, y sentía que su progenitor confiaba en él, que lo veía capaz.
- Pasa hijo- Pidió con un tono ligeramente afectuoso haciéndole entrar en su despacho- Atenea, por favor que no me molesten, diles que estoy en una reunión importante-.
Hita accedió al enorme despacho, las paredes y el techo eran de un cristal impoluto, el lugar se hallaba en la planta más alta del enorme edificio, y ofrecía una impresionante vista de la ciudad de Karst. Su padre se sentó en el sillón tras el despacho y le invitó a tomar asiento, atravesó la estancia pasando sobre una impresionante alfombra y así lo hizo.
- Bien, toda historia debe ser narrada desde el principio para facilitar así su comprensión, imagino que coincidirás conmigo en eso- Su padre le lanzó una mirada inquisitiva.
- Por supuesto, adelante- Pidió Hita.
- Todo comenzó años atrás, antes incluso de que tú abuelo inventara la nano-inmortalidad y la convirtiera en el negocio más prospero de Marte. Él germen de aquella idea nació de un sujeto con el que tú abuelo Mark tuvo que trabajar, era un alienígena desconocido en este sector de la galaxia, se hacía llamar Hax... y hizo saltar todas las alarmas de la orden. Esto es alto secreto, asi que no divulgues la información que te va a ser transmitida- Advirtió Maximillian, Hita asintió enormemente intrigado- Mejor, porque de hacerlo supondría la muerte Hita...- Su hijo tragó saliva- Prosigamos, Hax era un ser con unas cualidades fuera de lo común, extremadamente longevo por una parte, increíblemente poderoso por otro lado. Prácticamente imparable, sus capacidades iban más allá de la lógica. La parte buena de todo esto es que era un ser benévolo y tan solo quería ayudarnos a prosperar como civilización...-.
- ¿Y qué paso con Hax?, jamás he oído hablar de él- Interrumpió Hita.
- Muy agudo, la orden tenía otros planes para Hax, y tu abuelo había sido asignado como su compañero para que pudiese aprender y sacar información de utilidad para la orden y para la humanidad si era conveniente. A tú abuelo se le encargó la tarea de encontrar el punto débil de aquel ser- Contaba con notas de tristeza en la voz.
- ¿Él abuelo lo asesinó?- Inquirió nervioso.
- ¡No!, ¡déjame explicarte la historia!- Pidió el señor Girato perdiendo los nervios- Tú abuelo se hizo muy amigo de Hax, él creía que lo que buscaba aquel Alienígena, era algo bueno, y cometió el error de oponerse a la orden. Mi padre siempre me contaba las cosas increíbles que vivía al lado de Hax y hasta llegó a presentármelo. Era un ser de una sabiduría extraordinaria, era alto y delgado, similar a un ser humano físicamente, pero uno se daba cuenta de que no lo era en lo absoluto, sus ojos brillaban con intensidad de un azul intenso y su pelo era de un blanco impoluto- Su padre hizo un alto, su expresión mostraba dolor, aquella historia le traía buenos recuerdos de tiempos pasados- En fin me estoy yendo por las ramas, el caso es que la orden quería acabar con Hax, a pesar de lo mucho que había aprendido tú abuelo al respecto y los descubrimientos que había hecho, la orden había tomado una decisión, el último día que los vi a ambos Hita, mi padre me dio una maleta, en ella había muchos de sus hallazgos, entre ellos la nano-tecnología capaz de hacer a cualquier ser vivo inmortal, me inyectó un vial a mi, me dió un beso en la frente y se marchó, nunca más volví a verlo. La orden acabó con su vida por proteger a Hax-.
Hita se hallaba perplejo, lo que estaba escuchando era increíble.
- Madre mía, de ahí viene todo, ahora ya lo comprendo, por eso siempre dices que el abuelo fue el inventor de la inmortalidad- Su padre asintió- ¿Y qué paso con Hax?-.
- Hubo una batalla que estuvo a punto de destruir a la orden, pero al final de la misma Hax fue detenido y encarcelado en la tierra. Años después sigue allí atrapado, lo mantienen fuertemente drogado y han logrado aislar su mente de su cuerpo terrenal. Lo han convertido en un vegetal-Su padre parecía molesto con la situación.
- Tú trabajas en conjunto con la orden, pero en cambio noto que no estas de acuerdo en muchas de sus decisiones, ¿o acaso me equivoco?- Preguntó con perspicacia.
- No me queda más remedio que trabajar para ellos hijo, controlan el sistema solar entero, Marte incluido- Su padre parecía molesto- Como podría estar de su lado, mataron a mi padre, yo... yo le idolatraba-.
- ¿Y no hay nada qué podamos hacer?- Inquirió enérgico.
- Hay que ser muy cuidadosos Hita, ellos tienen ojos en todas partes, pero...-.