Y esa latina ¿quién es?

Epílogo

Narrador desconocido

Estar en un funeral es de lo más tedioso del mundo, todos lloran y hacen sus dramas pero este funeral era diferente. Solo había llorado dos personas, aparte de ellos no hubo ni siquiera una sola lágrima. La familia del objetivo estaba en silencio veían el ataúd fijamente

—¿De qué murió? — pregunto desinteresado

—Murió en el incendio de la mansión de los Williams, por eso los padres decidieron no mostrar su rostro —murmura una señora regordete

Observo a los padres de mi objetivo y por lo que podía observar ambos eran físicamente atractivos pero tenían golpes serios en ojos pómulos y mandíbula. Todos se levantan ante la pequeña niña de ojos diferentes y cicatriz en el rostro, cabellos negro y ondulado, era una niña como de unos diez años no sé que decir. Sube al pequeño estrado y con su pequeña y dulce voz habla sin dudar

—Este día fúnebre, no solo es un día para despedirse de Emma, la mejor chica que todos pudimos haber conocido, la mayoría de las veces Emma me hacía una visita al hospital, cuando estaba muy enferma. Ella fué una de mis razones para seguir adelante. El anhelo que ella tenía para convertirse en la mejor persona, me lo transmitió en su momento. Los llamo a todos ustedes a qué aspiren a ser como Emma, era la chica que tenía el corazón roto, sus pensamientos fueron su mayor enemigo, la chica que no podía llorar, lo cual no evitó que fuera la esperanza de muchos y el anhelo de otros. Solo me queda decir, gracias Emma.

Todos aplauden entre lágrimas ante tal discurso hecho por una pequeña niña que amaba a mi objetivo, y así cada uno de los presentes habló de lo maravillosa que era la chica, pero la persona que más me llamó la atención fué el chico de ojos negros que al igual que la niña tenía una cicatriz en la mejilla. Sus ojos estaban con bolsas debajo de ellos, sus ojos estaban muertos, fríos para ser exacto, a su lado estaba una chica rubia y de ojos azules casi violetas enigmáticos. Ambos eran los últimos en pasar y al igual que yo todos los miraban y había murmullos raros . Al detenerse en el estrado dónde  solo el chico habló y se escuchó en todo el lugar

—Nadie me conoce pero Emma si me conocía, ella llenó ese vacío en mi interior ella al igual que lo hizo con mi hermana, me llenó de paz, no había chica más hermosa que ella.

El chico sigue hablando y rápidamente me levanto y me voy. llego detrás de la cortina que me separa de todo el funeral hasta que escucho las últimas palabras del chico hacia ella era como un susurro, hacia el ataúd

—Prometo darte un beso cuando te vea. Ese mismo que nunca nos pudimos dar. Amor, lo prometiste bajo la luna Donde yace nuestro triste final. Te amaré por siempre mi pequeña mocosa hasta que no pueda más

Un escalofrío me recorrió en todo el cuerpo luego de su declaración pues fué sin dudarlo y con tal determinación que me dejó sin palabras, él la ama en todo sentido. Lastima que haya muerto. Salgo de la iglesia con todo el cuidado posible hasta llegar al punto acordado con mi cliente. Subo la colina hasta llegar a dónde está ella

—Ya estás aquí, ¿Qué has descubierto?

—no había nada de lo que preocuparse, la chica falleció sin duda alguna ese incendio le desfiguró el rostro por lo tanto no pudieron mostrar el cuerpo

—ya veo, ¿Hubo alguien en específico que te haya causado intriga? —la dulce voz de la mujer me hizo dar un respingo

—un chico en realidad y una pequeña niña

—Shane Evans y Leticia Evans ¿Verdad?

—no sé decirle con exactitud

—Está bien, ¿Los padres lloraron?

—No, tenían una mirada fija, muerta en el ataúd señorita, podría decirse que no estaban ahí

—Bien, gracias por tus servicios. Si llegase a necesitar otro tipo de información, te llamaré

—Como usted diga, espero haber Sido de mucha ayuda

—Creeme que lo has Sido, nos veremos pronto

—eso espero señorita...

—Amy. Amy Solís

La joven levanta sus lentes oscuros y me guiña un ojo antes de girarse en redondo dejándome solo. Tomo la fotografía de la chica y la observo detenidamente, la chica era sin duda alguna hermosa me fijo en el broche que tiene en su suéter y puedo ver un nombre

—Emma Solís

Apenas murmuro el nombre algo frío toca mi nuca. Doy un respingo y levanto las manos con temor

—No debiste decir ese nombre

—¿Señorita?

—iba a dejarte vivir. Lastima que nombraste a mi maldición

Cierro los ojos mientras escucho su risa era escalofriante. Y en segundos se escuchó el sonido retumbante del disparo haciendo que no vea absolutamente nada. El oído era el último sentido en irse por lo que pude escuchar un simple susurro

—Ella no puede ser nombrada, ni aunque esté muerta debe ser nombrada pequeño fisgón.

No oí más, no ví más, no respiré. No hice nada, ni siquiera cuando ví mi cuerpo siendo arrastrado por la chica a la que le acepté un trabajo.

Holaa holaaa aquí Emi, aquí está mi epílogo, prepárense gente que dentro de poco se viene nuestro segundo libro AAAAAAAA muchas gracias a todos por seguir hasta el final, ahora se está re editando los capítulos y saldrán cosas que no se han visto antes. Los amo con todo el pinche corazón, recuerden tomar mucha agua

 



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En el texto hay: peleas, ballet, amor

Editado: 24.05.2023

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