Porque éramos invencibles juntos

 24 de diciembre del 2020.

—¡Vuelve al presente! ¡Alix! —Knox zarandeó a su amiga con fuerza, trayendo la de nuevo a la realidad.

Debido a susto, Alix se despegó de su amigo de un manotazo. —¡Me acabas de dar un susto de muerte!

—¿Que esperabas? ¡Te quedaste detenida de la nada! —Knox se froto el sien— El que recibo sustos de muerte soy yo —él cogió del brazo a su amiga, instándola a seguir.

Alix tenía el recuerdo de hace seis años muy presente. El cuál, se desencadenó tras ver a una mujer detenida a mitad de la pasarela en lo alto del centro. Con Knox llevándola a rastras, le resultó imposible regresarse y ayudarla. Como decía su amiga, el tiempo no estaba a su favor está vez, así que, a la vuelta, tenía la certeza de que podría depositarle algunas monedas.

Era un hábito que jamás podría eliminar de su cotidianidad.

Ren nunca estuvo de acuerdo en que Alix se despojara de todo. Aunque al final, siempre terminaba aportando, con tal de ver una sonrisa de mil megavatios en el rostro de ella.

Podía ser malhumorado y gruñón, una representación del grinch en diciembre. Pero con Alix, la noche siempre culminaba con él cediendo a todas sus peticiones. El centro de atención en los días festivos.

El trabajo podía separarlos por un par de días, pero siempre, Ren encontraba una forma de tener un espacio, o tener un detalle con Alix.

Si las cosas fueran hace como seis años.

En el momento más crítico, por qué Alix, suspiraba por Ren. Él protagonizaba hasta sus sueños. Siempre creyó que su amistad transcendería, y algún día se convertirían en una pareja.

Su único deseo, quedó hecho trizas.

Y ahora, no creía que sus deseos pudieran hacerse realidad.

Nada salió como lo planeo hace cinco años, y ahora que la distancia había marcado un antes y un después entre Ren y Alix, era algo imposible.

—¿Sigues pensando en ese hombre?

—¿Por qué crees que pienso en Ren?

—Porque antes lo titulabas de "El innombrable" —Knox no dejaba de mirar los vestidos— ahora vuelve a ser Ren, Ali.

—Supongo que no tiene nada de malo. —Alix saco un vestido de los que tanto miraba su amigo—. En ese entonces, era una adolescente inmadura. Ya lo superé...

—No lo creo, baby. —Knox la miro fijamente—. Tu todavía sientes cosas por ese tipo. Miro el cambio en tus ojos, en la forma en que te pierdes en tu cabeza y sonríes de la nada... —él apretó su hombro—. No lo has podido olvidar.

—Deja de pintarte escenarios, Knox. Lo de ayer fue... quizá un desliz —se encogió de hombros— me sorprendió su arrebato y no reaccione a tiempo.

Knox hizo un sonido con su garganta. No le creía. Alix estaba loquita por Ren, y a pesar de alejarse por tantos años y establecer una distancia hasta con su familia. Ese amor adolescente, era más fuerte de lo creía.

Y si Ren estaba dispuesto a recuperarla, seguramente lo lograría.