¿y si fuera ella?

Catorce

Micaela 
 

Canción: The Scientist / Coldplay 
 


Mi mayor miedo se había hecho realidad, ver en sus ojos una mezcla de decepción y rabia, me había dejado fuera de base, sin reacción. A los lejos veo a venir a Carmen desesperada, al verme llorar para en seco y me inunda de preguntas, pero estoy en shock

- ¿Qué le pasó a Martina? ¿Dónde está? ¿háblame? – la observo y sigo llorando –

- A los chicos les dieron unas hamburguesas con la carne dañada y todos se intoxicaron, Martina está bien ya le van a dar de alta y no las llevaremos a casa – me observa –

- Ya vuelvo ... ¿Qué te pasa? Voy a hablar con las enfermeras

Habla con las enfermeras un rato, sonríe y le dan un vaso de agua, se devuelve hacia a mi

- Me vas a decir que pasa, porque Martina esta bien, en 30 minutos le dan el alta de salida – me paso el vaso de agua –

- Xavier llegó acá a el hospital – me tira el vaso de agua en la cara y dice una maldición – ay, Carmen

- Ya entiendo tu expresión Micaela ... ¿cómo lo tomó? – me sonrió y le contestó con sarcasmo –

- Maravillosamente Carmen ... me odia, jamás había visto tanta rabia y decepción en su mirada – se sienta en el piso del hospital junto a mi y pasa un pañuelo para que me limpie el rostro-

- No es para menos, le ocultaste algo grande; está en shock en este momento déjalo que aterrice la idea y lo que conlleva esta noticia en él- me tapó la cara y vuelvo a llorar –

Me quedo en silencio, barajando miles de ideas y posibles escenarios; su familia es lo que me atormenta, con lo demás puedo lidiar; trato llamarlo y me sale que esta apagado. Mi mente esta en decirle todo, no me queda más y con Martina también; le prometí que cuando estuviera preparada le hablaría de su padre y ya llegó el momento.

Siento una mano en mi hombro y es Carmen con cara de poco de amigos

- Te levantas de ahí te lavas la cara ... ya nos vamos para la casa – asiento y me encamino hacia el baño, al salir me encuentro con los ojos de martina bien abiertos 

- Mi amor ... cómo te sientes – le doy besos por toda la cara –

- Mamita ... pues ya no me duele la barriga – me agarra la mano y salimos a tomar un taxi –

Carmen trae una bolsa con medicinas, me dice que todo está pago; Xavier pago todo. Al llegar a casa dejo descansar a Martina, me doy un baño al salir tomó el teléfono y vuelvo a hacerle llamadas y nada sigue igual.

Carmen me observa desde la cocina, ella siempre tuvo la razón, me lo repitió miles de veces y no quise escucharla, ahora están frente a mi las consecuencias

- Aja qué piensas hacer – me saca de mis cavilaciones –

- Decirle todo ... no me queda más Carmen – bufa -

- Pues ... te lo dijo muchas veces, pero eres tan terca ... esta de mas decir que el "debe" saber porque te fuiste así de su vida, esperemos que te entienda

- Espero que me entienda y le dé cabida a Martina en su vida ... yo no intereso ahí – bufa –

- ¿Estás segura de eso? No vengas con el cuento que no sientas nada por Xavier

- Sienta o no sienta algo por él, no interesa, en tales casos no lo merezco ... fui egoísta- me levantó y caminó por la estancia - le diré a Martina todo

- ¿Qué le vas a decir?

- La verdad ... le prometí que cuando estuviera preparada le diría todo sobre su padre ... este es el momento – me sonríe y me abraza –

- Tu sabes que cuentas conmigo incondicionalmente, decisión que tomes te apoyare ... aja ahora toca compartir a Martina, pues toca

Me devolví hacia la habitación de Martina, decidí decirle la verdad al costo que fuera. Me hago un espacio y entró en su cama, hoy dormiré con ella, al sentir su calor al lado mío sentía paz, hasta cierto punto tranquilidad.

Dormí poco, no se que palabras utilizar, parte de la noche llore y mucho; cojo el teléfono para intentar comunicarme con Xavier, esta vez suena, pero no lo toma. A mi lado se remueve un gorgojito de ojitos azules

- Buenos días, mi amor ... ¿Cómo te sientes? – le doy besos en el cabello –

- Bien, ya no duele la barriga – me voltea a mirar y frunce el ceño - ¿Por qué lloras?

- No estoy llorando – se acerca y coloca sus manitas en mi rostro –

- Ahora no, pero si lo hiciste ¿te duele algo? – tomo sus manos, le doy besos y se me aguan los ojos-

- Necesito que conversemos algo importante ... ¿te acuerdas de nuestra promesa? – asiente-

- Si ... me prometiste que cuando estuvieras preparada me contarías sobre mi papito – asiento –

- Mi amor hoy te cumpliré esa promesa

Me demore mas de normal, omite ciertos detalles por su edad y porque para mí es más importante que mi hija tenga un corazón limpio, sin remordimientos y rencores, eso es para nosotros los adultos, ya cuando crezca experimentará muchas cosas, ahora es una niña y nada más. Al terminar se queda en silencio y sale a correr hacia donde Carmen que está preparando el desayuno, salgo detrás de ella.

- ¡Carmeeeennnn! .... Tengo papito – le grita, me limito a escucharlas con el corazón en la mano-

- Oh en serio – se sonríe –

- Si ... tiene un nombre como raro, mi mamita al fin fue valiente y me dijo – me voltea mirar- no llores ... yo digo que entenderá

- ¿Tu piensas eso? – asiente efusivamente-

- Aja ...

Pensé que lo tomaría diferente, tenía un susto menos que afrontar; venía el más grande. Dejo a Martina con Carmen mientras me voy a la pastelería, al llegar esta Gina esperándome, hoy se me hizo particularmente tarde, al entrar me centro en la flor, la huelo un poco y me da cierta tristeza.

Como es habitual tipo 11 de la mañana, envió a Gina a que le lleve los brigadeiros a la empresa, dentro de los mismos colocó una nota con un simple "perdóname necesitamos hablar"; a los 30 minutos regresa Gina con la caja de brigadeiros, me tenso porque Xavier jamás de los jamases desprecia un brigadeiros por más molesto que este




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