Micaela
Canción: I Want It That Way / Backstreet Boys
Sentía sus labios en los míos, fue un leve roce, pero bastó para remover todos esos sentimientos que yo tenía a raya, me dedique a hacer unos brigadeiros, ese detalle tenía en común, los amaban, pero tenía que poner límites, ya Martina sabe que no puede comer acá rato, pero Xavier es cosa seria, es una caja diaria, no quería un susto así que se acabaron.
Al terminar Xavier propuso ir a comer a fuera y de ahí llevarnos a casa; el vestido preferido de Martina quedó hecho nada, paso todo el día con el, pero yo llevaba otro vestido de repuesto, también amarillo.
Xavier puso a elegir a Martina la comida y para todo pidió Nuggets con papas fritas y jugo de mandarina. Ellos son uno, las conversaciones, a veces los veía secreteandose, se carcajeaban por todo; la conexión fue inmediata.
Llegamos a un parque de diversiones, Martina salió disparada para los juegos y Xavier atrás, algo tenía es que es protector nivel ... dios. No la dejaba sola, se colocaba dentro de su campo de visión, nunca la perdió de vista.
Encuentro una banqueta algo retirada y me siento, desde mi posición los veía moverse por todo el parque de diversiones; me elevo pensando en que, si nada hubiera pasado serían nueve años juntos, bueno padre e hija y no es que no me incluya, es que me cuesta creerle.
Se me aguan los ojos de solo imaginarme que sería de la vida de mi hija, trato de tranquilizarme y los enfocó y vienen hacia mí, bueno Xavier, ya que Martina va hacia los juegos más cerca
- ¿Que tienes? – me entrega un algodón de azúcar –
- Pienso nada más ...
- ¿Puedo saber? – se sienta a mi lado –
- En como seria la vida de Martina, si hubieras estado presente desde el minuto 1 – se remueve y empieza a comer del algodón de azúcar –
- ¿Qué dedujiste?
- Creo que sería más feliz de lo que ha sido
- Seríamos ... no te excluyas, que si hubiera sabido que estabas embarazada no te dejo ir – volteo a verlo y le sonrió –
- Estas loco
- Decir que seríamos una feliz familia ahora es de locos ... pues déjame decirte bonita que no te entiendo
- Es que somos de mundos diferentes, yo creo que ... - me interrumpe -
- No crees nada, no sabes que decir, recuerda te conozco muy bien y cuando no sabes que decir, divagas, te pierdes
- Ay ... tienes razón, sabes estoy en punto en que me desconciertas – me queda mirando fijamente -
- Eso es bueno, al menos no me odias - voltea hacia Martina –
- Jamás te odiaría – se sonríe sin dejar de mirar a su hija –
- Eso también lo se
Sacar a martina del parque de diversiones fue un suplicio, porque no quería; después de luchar media hora con ella se logró, ahora vamos camino a casa, voy en la parte de atrás del auto ya que martina se durmió, al llegar Xavier la toma en brazos.
Los dejo a solas en la habitación de Martina y esta despierta porque están secreteándose otra vez, me voy hacia la sala y esperó a que salga
- ¿Sabes que la casa donde vivo es tuya? - viene saliendo y se sienta al frente mío –
- ¡¿Mía?!
- Si, es tuya, fue lo que firmaste con el abogado – le entregó un café caliente y sin azúcar –
- Ah entiendo – hace una mueca –
- ¡No tiene azúcar! – me carcajeo –
- ¡Aja! Estas comiendo mucha azúcar, una caja de brigadeiros diaria, allá en el parque te comiste un algodón de azúcar y una manzana caramelizada ... ¡Xavier párale con el azúcar!
- No es para tanto bonita, me ejercitó todos los días – deja la taza de café a un lado –
- Todo en exceso es malo, a partir de mañana una caja de brigadeiros te debe durar 3 días como mucho – frunce el ceño –
- ¡No! ... Micaela ...
- ¿Hace cuánto no vas al medico a checarte? – se remueve en el sillón –
- Hace poco – no le creo nada-
- Me contestaste mal Xavier, recuerda que te conozco – se sonríe y se toma el rostro se recuesta en la silla –
- Ahh ... bueno ni me acuerdo
- Hagamos algo... vas a ir al medico y te harás todos los exámenes, ya después veremos
- Ok ... ¿vas conmigo? Xiomara no puede, trabaja y cuida a Xander – se sonríe igual a Martina cuando quiere algo –
- Esta bien
Conversamos un rato más sobre cómo nos repartiremos los tiempos, toda la semana estará conmigo por el colegio y los fines de semana con Xavier, se supone que yo estoy incluida esos fines de semana.
Tenía muchos pedidos pendientes, así que pase todo el día enclaustrada en la cocina del local; Gina me dice que, si va a llevar los brigadeiros a Xavier, recuerdo la conversación que tuvimos y le digo que no, se sorprende y vuelve al trabajo. Termino tarde, pasados las 7 de la noche llegó a la casa, últimamente hace mucho frío acá en Bogotá, desde afuera se escuchan risas, al abrir me encuentro a Martina en brazos de su papá y Carmen está entregándole un café muy sonriente, mi niña sale disparada hacia mí, Carmen me sonríe y se aleja hacia la cocina
- ¿Como te fue? – lo saludo y le sonrió –
- Siempre que haya trabajo ... bien – Martina nos deja solos también-
- Cuando salgas así de tarde, llámame, últimamente esta ciudad esta más insegura - asiento y me quitó las botas -
- Tomaré en cuenta para la próxima, ¿qué te trae por acá? – frunce el ceño –
- ¿Te molesta que haya venido? - me sonrió –
- No me molesta en absoluto, es fruto de la costumbre – asiente –
- Le prometí a Martina traerle algo, la foto que nos tomamos en la casa – me muestra unas fotos donde salimos los tres –
- Quedamos bien
- Las va a colocar en su cuarto o algo así le entendí – asiento –
- Si, tiene una especie de cartelera donde coloca fotos importantes – sonríe de forma genuina hasta diría que se sonrojo –