Micaela
Canción: A Sky Full of Stars / Coldplay
¿Qué clase de personas somos sí no perdonamos?
En la misma medida que haces ... recibes.
Después de conversar largo y tendido con Xavier, llegamos a la conclusión que todos merecemos una segunda oportunidad, independientemente de lo ocurrido con su padre, hay factores que están a su favor. Decidimos que lo hablaríamos con Xiomara, es su hija y tiene la última palabra.
Mejoraba cada día más y eso me alegraba mucho, además veía el avance de Xavier como padre, no dejando de lado sus otras facetas, en el área sentimental pues no hay avances, parecemos esposos, pero no lo somos, siempre lo he dicho nos saltamos varias etapas y ahora esas mismas etapas no nos dejan avanzar.
Ha pasado una semana desde que conversamos del tema de su padre, hoy es el juicio de su madre y debo ir, pero bajo la figura de invitado, no voy a declarar ya que la señora Fernanda dijo todo ante el delegado de la fiscalía y la psicóloga.
El ambiente es tenso, desde el desafortunado incidente en la pastelería es la primera vez que salgo, ya hace más de una semana, todavía tengo vestigios de los moretones y cortes en mi cuerpo, pero puedo andar con más soltura.
Desde mi posición logro ver como la situación le esta afectando y lo comprendo; en este momento me saltan dudas de seguir y pienso que esto es una alarma de que la nuestro no va para ningún lado, que jamás podremos superar estos impasse, ahora más miedo me da por Martina, no quiero que salga lastimada. Levanto la mirada y él me esta mirando, no logro descifrar que piensa, esboza una sonrisa y es como si la nube de inseguridades comenzará a disiparse.
Salimos de la rumbo a la estación de policía, en ese lugar se hará la audiencia e imputación de cargos, todo se ha manejado de forma hermética por el bien de la familia, ese detalle no me molesta, mas bien me deja con muchas cosas buenas de parte de él.
Al llegar ya está ahí el señor Aragón; visiblemente descompuesto, más delgado, sus ojos reflejan dolor, le sonrió y me alejo para que conversen entre ellos. Siento que me toman de mano, su tacto es caliente, al voltearme es Xavier, en completo silencio entramos a la sala del juicio, allí nos encontramos con Xiomara.
La sentencia es más compleja de lo que me imagine, aparte de estar unos años en la cárcel, la psicóloga detectó que hay un trastorno mental que jamás fue tratado, será trasladada a un centro psiquiátrico de alto nivel, si mejora se le trasladará posteriormente al centro de reclusión.
El ambiente seguía tenso, los dejo un momento a solas y salí hacia el jardín a tomar un poco de aire fresco
- ¿Podemos conversar? – me sobresalte al escucharlo -
- Claro – hay una banca cerca y nos sentamos –
- Pedir perdón es poco ... mi esposa hizo cosas realmente horribles contigo, nada mas verte llena de moretones, me deja sin argumentos a la hora de pedirte algo ...
- Es de valiente esto que está haciendo señor Aragón, reconocer los errores es el principio de la redención – me sonríe –
- Eres valiosa ... nunca supe lo que hizo mi esposa hace 10 años atrás, estaba más pendiente en cumplir con sus caprichos y exigencia, que en su comportamiento... hasta a mis hijos los deje de lado, mi padre tomó esa función; te pido perdón por todo, aunque no lo merezco
- Todos merecemos una segunda oportunidad, esta en nosotros saber aprovecharla – le sonrió -
Nos quedamos un momento en silencio, me levanto porque desde mi posición veo que Xavier me espera, me despido y me encamino hacia las afueras de la estación.
De camino a casa nos sumimos en un silencio agradable
Cuando entramos viene hacia nosotros, dos terremotos; Martina y Sole, esta última ha tomada la indisciplina de mi hija, después de los abrazos subo a la habitación, me recuesto en la cama y no sé cuánto tiempo pasa cuando siento un beso en la sien
- Hey despierta ... necesitas comer algo – con ojos cerrados le sonrió –
- Sabes, cuando me vaya ... extrañare tu cama – abro lo ojos y lo encuentro con el ceño fruncido –
- ¿Cómo así? ¿para donde te vas? ... eres mi esposa Micaela, tu lugar es aquí conmigo o ¿eso creí? – me recuesto en el espaldar de la cama –
- No somos nada Xavier – se sienta y se nota algo disgustado- me equivoque de palabras ... somos esposos de papel, estamos en el proceso de reconocimiento, ya te lo había dicho antes ... nunca fuimos novios, ni nos comprometimos y peor jamás tuvimos anillos
- No te entiendo
- Quiero todo eso ... lo quiero – sigue con el ceño fruncido –
- Yo pensé que ... - lo interrumpo –
- Nada, estabas en el proceso de conquista – me acerco hacia el – te falta la pedida de ser novios
- ¿Quieres que te pida que seamos novios? – le sonrió y le robo un beso –
- Aja ... pero dilo más bonito – niega –
- Está bien, pero se hará a mi modo
- Como quieras quiero, pero en ese orden – se carcajea –
- Asustas mujer... - le jala hacia afuera de la habitación –
Después de un almuerzo muy delicioso y una conversación amena, volví a subir a la habitación al rato llega Gina conversamos un rato, ella también es damnificada por la pérdida de la pastelería, quedamos en que tan pronto mejorará volvíamos a empezar, para todo hay un tiempo.
Cuando se fue Gina note que la casa estaba en silencio, no había rastro de Xavier, ni de Martina y mucho menos de Sole; doy vueltas y vueltas y nada, de pronto siento unas pisadas a mi espalda
- Micaela Mendoza esta carta es para usted – Martina con sole me entregaron un sobre y al levantar la mirada ya no estaba ahí –
Busco donde sentarme y al abrir el sobre caen miles de papelitos plateados, al abrirlo completamente me encuentro con una leyenda "Avancemos ... que pronto encontraremos las estrellas"