¿y si fuera ella?

Treinta y Tres

Xavier

Cita 5

Canción: More Than words / Extreme 
 


El anhelado fin de semana había llegado, la pastelería ya empezó a andar y Micaela anda un poco ocupada, pero las chicas han hecho un engranaje muy bueno, mi hermana dejó el trabajo en los molinos y esta al 100 % con la pastelería.

Retomaron los pedidos y entregas, tanto mi hija como yo somos los más felices ya que tenemos brigadeiros a cualquier hora del día, el único problema es que Micaela se dé cuenta que algunos se han perdido de la vitrina.

Referente a la cita 5 todo va caminando, en inicio quería las 5 citas para reconquistarla, pero me encontré conquistado, jamás me imaginé tener una hija, lo que mis padres han hecho, hemos pasado por todos los estados de ánimos y emociones, hemos experimentados desde el dolor hasta la alegría.

Para esta última es especial, ya que las 4 anteriores tenían como base eventos ocurridos hace 10 años atrás, traídos a la actualidad dándole un toque romántico, esta 5ta cita, no. Con esta quiero reafirmar mi amor y mi compromiso con ella y con mi hija.

El sábado había llegado, al despertar no estaba a lado, camine hacia la habitación contigua y ahí estaba conversando con mi hija, ese pequeño ser se había vuelto mi talón de Aquiles, tenía la respuesta del abogado respecto al enciso que mi abuelo dejó en el testamento donde dejaba a Martina Aragón, mi hija, dueña de todo y a mí su albacea, pero las noticias se las deba hoy en la noche.

Las dejo que conversen y me retiro darme un baño; al salir esta sentada en la cama

- ¿Para dónde vamos Xavier?

- Es sorpresa bonita – bufa y empieza a buscar su ropa – Te va a gustar ... alístate rápido, ropa cómoda – asiente y entra al baño –

Teníamos una cabaña a las afuera de Bogotá, en el municipio de la Calera, para allá íbamos todo el fin de semana; salimos después de almuerzo, en el trayecto note que Micaela iba en silencio como si tramara algo.

Cuando hice desvió hacia una zona boscosa y solitaria me voltea a ver y yo me hice el desentendido, por esa carretera de arena avanzamos como 20 minutos, vislumbramos una cabaña en medio de la nada, había llovido así que el frío es bastante fuerte, la miré y su mirada era de asombro

- ¡En serio! ¿vamos a estar todo el fin de semana aquí? – sale del auto y abre los brazos –

- Si ... ¿no te gusta? – me sonríe y se me acerca bastante –

- ¿Gustarme? ... me encanta, imagínate a Martina con los perros aquí, serian felices – la veía moverse por todos lados, como si estuviera viendo a nuestra hija aquí –

- La próxima venimos todos ¿te parece? – asiente y me había quedado observándola, quieto –

- Claro que si ... - se detiene y me voltea a ver con el ceño fruncido-

- ¿Qué pasa? – se acerca y me señala con el dedo índice -

- Tu me dijiste que esta era la última cita, no se que te traes entre manos, pero no puede ser la última – me carcajeo y la atraigo hacia a mí y la cargo –

- Yo te dije que era la última de este ciclo y tu decides si activas el siguiente ciclo – la llevo cargada y está riéndose –

- Decido ... activar el siguiente ciclo – la bajo y estamos en la entrada de la cabaña –

- No decidas todavía ... - le hago una reverencia – adelante a su casa señora Aragón – se sonríe -

Teníamos un silencio cómodo, para nada tenso ni hostigante, la veía caminar por toda de la cabaña, dentro no hay frío ya que contamos con una chimenea pequeña, se voltea hacia mi

- ¿Estaremos solos? – niego –

- Técnicamente no – la llevo hacia una de las ventanas y le señaló otra cabaña a unos metros de la nuestra – allá viven las personas que cuidan la cabaña

- Aja ... estarán por acá

- Si ... nos asistirán – se sonríe –

- Bueno ...

Le hago señas para que suba a la parte de arriba donde están las habitaciones, la recorrimos y llegamos a una puerta y me detengo

- Cita 5 bonita ... es una cena romántica – le señalo la puerta – ahí dentro encontrarás todo lo que necesitas y te espero abajo a las 7 pm

- ¿Todo lo que necesito?

- Si, entra y veras

Le abro la puerta y la hago pasar, su rostro cambiaba de expresiones con todo lo que había ahí, me voltea ver y niega

- En serio Xavier ... – me sonrió -

- Sí, hay todo lo que necesitas, maquillajes, zapatos y no sé cómo se llaman las de mas cosas

- ¿Como conseguiste todo esto?

- Tengo mis contactos – le hago guiño y se quita los tenis y se prueba los zapatos –

- Eso veo, porque es mi talla de zapatos – esta sorprendida –

- ¿Necesitas algo más o falta algo? – se acerca a mí y me susurra –

- No ... creo que hay demás

- Bueno a las 7 ... abajo – asiente –

- ¿Tú dónde estarás?

- Estaré abajo y luego en la habitación del al lado

- Ok – me da un beso –

Me voy dejándola sola, Carmen y Xiomara me había ayudado a acondicionar esa habitación como un vestier gigante, ellas dispusieron de todo, yo solamente escogí el vestido, no sabría decir de qué color es, me la imagine con el puesto, tiene una abertura justo debajo de los senos y tiene un escote generoso.

Me dispongo a arreglar la parte de debajo de la cabaña, la señora Amelia y su familia, cuidaban desde que tengo uso de razón, son personas de confianza. Cuando bajó ya tiene las cosas un poco arregladas; quiero una mesa con flores y algo de pétalos a nuestro alrededor, una cena sencilla, eso es todo, creo que la cabaña genera ese ambiente romántico y más de noche.

Me entretengo de más conversando con los que cuidan la casa; reaccionó cuando ya es bastante tarde, viendo el trabajo terminado, subo a arreglarme para la cena. Mientras me visto trato de escuchar que ocurre en la habitación donde esta Micaela, pero lo que escucho es el sonido como un de un secador y de cosas cayéndose, quiero entrar, pero no quiero que se sienta abrumada con mi presencia.




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