Comenzó todo

CAPÍTULO III

Ya era la 1 de la mañana Ian no podía dormir y aún se encontraba molesto por lo que había sucedido con su madre, él sabía que ella le volvería a llamar la atención por su comportamiento una vez que empezara su día, eso era algo típico en la señora Allen, cuando alguno de sus hijos no hacía lo que ella quería, los fastidiaba cada vez que  podía hasta que le dieran la razón, se disculparan e hicieran lo que pedía. Ian Estuvo dando vueltas en la cama, hasta que después de una horas logró dormirse. 
Había pasado el tiempo los rayos de sol entraban por la ventana de la habitación de Ian y cubrían su rostro, después de unos Minutos el despertó. Miró su teléfono, ya eran las 8 am, se levantó, tomó un baño, se arregló y salió de su habitación para desayunar. En el comedor se encontraban su Madre y Hanna.
–buenos días hermano–dijo Hanna cuando vió a Ian
–buenos días–respondio él mirando a su madre, estaba esperando su regaño mañanero, pero para su sorpresa fue todo lo contrario.
–Buenos días querido, siéntate vamos a desayunar–dijo la señora Allen, con una voz dulce, algo inusual en ella. Ian se dió cuenta de eso, así que la miró extrañado, no sabía que pensar, tenía muchas ideas sobre el comportamiento de su madre, 
"Tal vez quiere pedirme algo, o por primera vez en su vida siente arrepentimiento por lo de anoche e intenta disculparse, tal vez amaneció de buenas, o tal vez esa mujer no es mi madre" pensaba Ian.
–¿Que estás esperando Ian? Come.–dice la señora Allen
–ah, si madre.
–¿Estarán ocupados hoy hijos?¿Necesitan que los ayude con algo?
Ian y Hanna miraron a la señora Allen con sorpresa, ella nunca les había echo ese tipo de preguntas y mucho menos se ofrecía a ayudarlos.
"Efectivamente ella no es mi madre, a la verdadera Sara Allen nunca de le ha interesado lo que sus hijos hagan, solo si a ella no le perjudica" pensaba nuevamente Ian .
–¿Ian me escuchas?–decía la señora Allen con una sonrisa.
–Ah si madre– responde Ian
–Y bien ¿Que harán?¿Estarán ocupados?¿Les ayudo con algo?
–En realidad hoy no estaré ocupado, sólo iré a ver cómo va todo en la empresa y volveré, últimamente no hay mucho que hacer–dice Ian aún sorprendido 
–Ok ¿Y tú Hanna?
–Ah yo... También no tengo nada que hacer, así que planeaba salir con mis amigas hoy.
–Ya veo, no lleguen tarde, tengo que hablar con ustedes de algo queridos– dice la señora Allen levantándose de la mesa.
–¿No terminarás de desayunar mamá?–pregunta Hanna
–no querida, no tengo hambre, que disfruten su desayuno, provecho–dice la señora Allen, con una sonrisa. Una vez que ella estuvo fuera del comedor Ian le pregunta a Hanna:
–¿Que demonios le pasa a mamá? ¿Ya no recuerda que nos peleamos ayer?
–¿Cómo podría saber que le sucede? Yo también estoy sorprendida.
–Hanna ella no es nuestra madre
–¡Ay por dios Ian! ¡No digas estupideces! Termina de desayunar.
–¿Entonces porque actúa de esa forma? ¿Te diste cuenta de que nos preguntó nuestros planes para este día? ella nunca lo hace
–por supuesto que me dí cuenta Ian, también me sorprende su forma de actuar, pero no hay forma de que ella no sea nuestra madre eso es imposible. Tal vez quiere algo, ella dijo que quería hablar con nosotros, quizá por eso actúa así.
– Ah es cierto, en ese caso si es nuestra madre–dice Ian, levantándose de la mesa.
–¿Ya te vas?–pregunta Hanna
–si hermana, nos vemos–dice Ian besándole la mejilla.
– que te vaya bien Hermanito
–gracias igual a tí–dice él mientras salía del comedor.  El caminó hacia su auto, entró y comenzó a conducir. Después de un momento Ian empezó a hablar sólo sobre lo que había sucedido con su mamá
–por un momento pensé que ella no era mi madre, estaba tan confundido por su comportamiento que no había tomado en cuenta lo que dijo al último. Me pregunto que querrá tal vez quiera dinero–Ian guardó silencio por un momento y después continuó – hubiera sido lindo si ella hubiese tenido un comportamiento así cuando fuí pequeño, así yo habría crecido sintiendome amado, y no tendría miedo de dar amor a los demás,  definitivamente yo sería otro tipo de hombre, no tuviera la necesidad de mostrar una personalidad diferente con cada persona que estoy y... ¿Qué tonterías estoy diciendo? Además estoy hablando sólo– dice Ian riendo burlonamente
Él continuó conduciendo hasta que llegó a la empresa. Bajó del auto y le entregó las llaves de su coche al joven que formaba  parte del servicio de aparcacoches. Ian entró a la empresa donde todos los empleados lo saludaban respetuosa y alegremente. Ian les devolvió el saludo y se dirijió a se oficina. Para terminar algunos pequeños asuntos que había dejado pendientes. Una vez que terminó todo, fué a un restaurante a comer. Dió un paseo por la ciudad y volvió a su casa. Estaba un poco nervioso por lo que les diría su madre. Tiempo después llegó a la gran mansión en donde vivía. Tocó la puerta y Margaret acudió a abrir.
–Bienvenido joven Ian– dijo ella.
–Gracias Margaret, ¿Ya llegó mi hermana?
–no aún no ha vuelto jóven
–entiendo, Gracias–dijo Ian mientras caminaba  hacia la sala.
– oh ya llegaste–dijo la señora Allen 
–si ya estoy aquí–  respondió Ian– Y, ¿De que querías hablar?
–Te diré en cuanto llegue Hanna, no debe tardar– dijo la señora Allen.
–Bien, mientras llega iré a cambiarme de ropa– dijo Ian.
–esta bien.
Ian se fué a su habitación, se cambió de ropa y tiempo después llegó su hermana. Cuando Ian escuchó la voz de Hanna, salió inmediatamente de su habitación y fué a la sala, ahí encontró a su madre y a su hermana sentadas en el sofá.
–Sientate Ian, vamos a hablar– dice la señora Allen. Ian obedeció  y se sentó frente a su madre.
– Bien mamá, aquí estamos, ¿de que querías hablar?–preguntó Hanna.
– bien–respondió la señora Allen con una suspiro–como les dije ayer, es hora de recuperar lo que nos pertenece y vengar la muerte de su padre, yo ya he planeado algo para lograrlo
– Ah, así que era está la razón por la que actuabas así–dijo Ian– entonces¿Que plan tienes?
– Si mamá cuéntanos,–dice Hanna
–Bien, escuchen con atención, no voy a volver a repetir...