Un profundo terror se adueñó de su cuerpo y con desesperación comenzó a arrastrarse hacia atrás mientras no apartaba la mirada de la imagen frente a ella.
El hombre abre con lentitud el ventanal mientras un irritable chirrido acompañaba el arrastre del mismo.
—¡Ailan!— llama con desesperación.
El hombre ingresa a través del ventanal y sus pasos comenzaron a acercarse hacia Yana.
—¡¿Quién sos?!— grita mientras intenta apartar el temor.
No hubo respuesta por parte de quien sea que estuviera frente a ella.
—Si estás intentando asustarme, lo conseguiste, ahora deja de hacerlo- pidió mientras retomaba su postura.
Pero el hombre no hacía más que avanzar hacia ella.
Yana se gira con rapidez en búsqueda de la salida y a la distancia observa el pequeño cartel iluminado que señalaba la salida de emergencia.
Da una última mirada hacia el hombre y esta vez este se encontraba a unos centímetros de su cara mientras apuntaba la cuchilla hacia ella. Un grito de horror se escapó de sus labios y Yana vuelve a girarse con desesperación para correr hacia la salida del lugar.
Al atravesar la salida de emergencia, siente unas manos rodeándola y nuevamente, un grito de horror sale de su boca mientras que con la mayor fuerza posible intentaba zafarse de ellas.
—Soy yo, Yana— oye una voz familiar— Tranquila, soy Ailan— consoló.
La respiración de Yana comenzaba a normalizarse sin embargo sus manos continuaban temblando.
—¿Qué pasó?, ¿por qué saliste corriendo de esa forma?
Yana observa a Ailan y posteriormente lleva la mirada a su alrededor, todo el lugar se encontraba iluminado.
—¿Dónde está Kay Frago?
—¿Frago?, ¿el actor?
—Sí, ¿dónde está?
—No sé, creo que estaba por irse de la productora.
Y sin emitir palabra alguna, Yana salió en la búsqueda de Kay Frago. Se dirige hacia la recepción del lugar y a la distancia advierte la característica cabeza de conejo que acaba de ingresar en el ascensor.
"PB"
Aparece en el panel que señalizaba los pisos. Yana presiona el botón del ascensor contiguo, el cual no tardó en llegar y al adentrarse en el, presiona la botonera sobre el piso que la llevarían al estacionamiento.
Da una rápida mirada a su alrededor en cuanto llega al estacionamiento sin embargo no encontraba a Kay. De por sí, el estacionamiento lucía un poco tétrico y como si no fuera suficiente, las luces del sitio comenzaron a titilar repetitivamente.
—Bien, es normal que las luces se comporten de esa manera en un estacionamiento- se convence a sí misma.
Y en medio de la vibración de las luces, el hombre con la cabeza de conejo vuelve a aparecer frente a Yana, pero esta vez se encontraba a una larga distancia.
—¿Kay Frago?— llama, pero no había movimientos de parte del hombre.
Yana inhala aire en un intento por tranquilizarse para seguidamente exhalarlo y caminar hacia la figura con pasos ralentizados.
Yana avanzaba hacia el hombre mientras este se mantenía completamente inmóvil.
De pronto, un apagón sacudió todo el sitio hasta que segundos después volvieron a encenderse y el hombre con la cabeza de conejo había acortado la distancia.
—¿Qué está pasando? — Yana volvía a sentirse inquieta.
Volvió a dar un paso hacia él, pero fue detenida por otro apagón momentáneo y cuando las luces volvieron a encenderse, el hombre se encontraba aún más cerca de Yana.
Y otro apagón la tomó de sorpresa, sin embargo, un reflejo de luz podía verse por donde se encontraba parado el hombre con la cabeza de conejo y esta vez, las luces comenzaron a titilar repetitivamente y el hombre cambió su postura, estaba listo para correr hacia Yana y así lo hizo, la desesperación volvía a invadirla.
Vuelve sobre sus pasos en dirección hacia el ascensor, el cual presionó repetidamente con desesperación.
—¡Dale, por favor! — pide en un ruego.
Y Yana nuevamente volvía a caer de espaldas en cuanto las puertas del ascensor se abrieron de par en par, el hombre se encontraba frente a ella.
Un grito por parte de Yana resonó en cada rincón del estacionamiento y el hombre se agachó hacia ella.
—¡No te acerques más! — grita a todo pulmón.
El hombre tomó la cabeza de conejo para seguidamente deshacerse de ella, Kay Frago se encontraba frente a ella.
—Escritora, ¿se encuentra bien? — interroga con preocupación.
Kay tomó a Yana de sus manos para ayudarla a levantarse y con dificultad logro hacerlo.
—Sus manos están temblando— comenta Kay.
—Hay alguien aquí abajo— comenta Yana con espanto.
—¿A qué se refiere? — interroga Kay con desentendimiento.
—Alguien con una máscara de Tokki.
Kay observa su máscara para seguidamente salir del ascensor.
—¿Alguien la ha estado asustando?
Yana asiente mientras intenta tranquilizarse.
—Seguro es una especie de broma, muchos fanáticos se han estado presentando en la productora con máscaras de Tokki.
—¿Estás seguro? — las manos de Yana continuaban temblando.
Kay asintió en respuesta.
—Por cierto, ¿estaba yéndose de la productora?
Yana recordó a lo que había venido al estacionamiento y negó con la cabeza.
—¿Estabas en el estudio momentos atrás?
—Luego de que finalizamos la grabación, estuve organizando mis cosas en el camarín. Había olvidado la máscara en el estudio, por lo que regrese a buscarla, pero solo fue momentáneo. ¿Por qué lo pregunta?
Yana negó nuevamente.
—No es nada, alguien me debe estar haciendo una broma pesada y están tratando de asustarme, pensé que tal vez podrías haber sido vos.
Yana llama al ascensor para volver de regreso hacia el primer piso.
—Voy a regresar al primer piso, nos vemos en la próxima filmación— se despide Yana.