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Hana
Las manos del pelinegro se mantuvieron en mi cintura mientras que yo descansaba mis manos en sus hombros. Ambos nos mirábamos con un desespero casi insaciable, se suponía que Kyung-seok y Mira estaban completamente enamorados el uno del otro y eso se expresaba por la forma en que se miraban. Sinceramente no era sencillo mirar a una persona sin parar durante un minuto entero, aparte que todos los ojos estaban en nosotros.
— ¡corte! – salté en mi lugar. Ambos nos separamos al instante. La señorita Mei nos observaba con seriedad. – necesito que sean más naturales, cariño – me miró – no aguantes la respiración, estoy segura que Park es un joven bastante guapo. – todos reímos.
— Park – ahora miraba a Jimin – debes tratar de colocar tus manos un poco más relajadas, están tensas. – este rascó su nuca un poco apenado. – No se hagan los santos ahora, estoy segura que no es la primera vez que hacen esto. – siento decepcionarla señorita Mei, pero mi experiencia en este ámbito se iguala a la de una patata, pensé.– no se alteren, lo hicieron bastante bien. – esta sonrió al final. Miré a mi alrededor encontrándome con los ojos de Young-mi sobre nosotros. Esta sonreía mientras que levantaba ambos pulgares frente a ella. – es todo por hoy – habló de nuevo la mujer – son libres, pero recuerden no quiero personas con resaca el lunes.
— Señorita Mei, todos somos menores de edad – la voz de Namjoon se escuchó a lo lejos. – jamás haríamos tal cosa.
— Ja – se rió la mujer sin gracia alguna. – como si eso fuera un impedimento. – agregó. La gran mayoría sonrió aceptando lo que esta decía.
Nos despedimos de esta y salimos del lugar. La gran mayoría tomó rumbos distintos hasta que el grupo se redujo en los cuatro de siempre. Se podía percibir una incómoda tención entre todos los que estábamos presentes.
— ¿Qué haremos ahora? – habló Young rompiendo el silencio incómodo.
— Han... - el castaño, Jungkook, fue interrumpido por una voz que se aproximaba a lo lejos. Park Jimin se acercaba casi corriendo a donde nos encontrábamos. Todos lo miramos.
— Hola – saludó – era solo para recordarles lo de la reunión y que todos están invitados.
— ¿Reunión? – preguntó de inmediato Jungkook. Young y Kim le empezaron a explicar de que se trataba.
— Espero que vengas – dijo casi en un susurro. mis mejillas habían empezado a arder, lo observé por unos segundos antes que se fuera nuevamente corriendo.
Sentí como Jungkook me tomaba del brazo y nos disculpaba con los otros dos restantes. ¿Cuál era su problema? Me jamaqueo hasta llegar a las gradas del campo de futbol. Este se detuvo mientras que pensaba que era lo que iba a decir.
— ¿Puedes calmarte? – me solté de su agarre – no lo vuelvas a hacer, nos soy un animal, me corrijo ni a los animales los trataría así. – este se veía un poco alterado.
— Lo siento – se disculpó – no quise... ser grosero.
— Está bien – le quité importancia a la situación - ¿Qué querías?
— Ayer cuando te fuiste, debí...
— No – interrumpí – escucha, ayer estaba estresada y no sé me dio un ataque hormonal, la verdad no me sentía bien. Yo lo siento, debía apoyarte cuando me dijiste eso – Young-mi y Kim se habían ido a sentar a las gradas no muy lejos de nosotros.
— Me preocupé por ti – me dio un pequeño empujoncito en el hombro. - ¿Estás mejor? – asentí de inmediato.
— Lo consulté con la almohada y esta dijo que estaba siendo una niña tonta – este sonrió por mi cometario. – así que confía en mi cuando te digo que enserio te apoyaré con Young.
— Solo no te alejes tanto
— No esperes que esté allí cuando se anden comiendo la boca – lo miré asqueada – no gracias, asco – empecé a "vomitar" falsamente. Me volvió a dar un pequeño golpe en el hombro. Me quejé.
— Enserio, lo siento.
— Ya basta – chillé. – lo vuelves más incómodo – Jungkook me observó sonriente. – hablo enserio, saber "eso" no es motivo de chistes. – El castaño seguía riendo, pero al mismo tiempo se veía bastante confundido.
— ¿De qué hablas? – exigió saber aun con una sonrisa de conejo en su rostro. Por el rabillo del ojo pude observar a un Kim Taehyung corriendo a nuestra dirección.
— ¿Nos disculpas? – dijo Kim mientras me tomaba de los hombros por la espalda. – Jungkook me miró y luego a su extraño amigo. – ve con Young, la pobre está harta de escucharme, pero no se atreve a decirlo.
— ¿okay? – dijo sin más y luego se fue.
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— ¿Entonces no le dijiste nada? – lo observé aun con desconfianza, enserio que no me creía que la perra chismosa de Kim no había abierto la boca. – no confió en ti.
— No me creas si no quieres – se cruzó de brazos. – sinceramente, no tenía pensado en decirle nada, no es como si me importara tanto tu vida. – se burló.
— ¿Entonces de qué mierda hablaba ayer? Dijo que tu le habías dicho algo.
— No eres la única que me cuenta sobre su tormentosa vida amorosa niña – maldito idiota, encerré la mirada, muy en el fondo me sentía aliviada que el no supiera nada. Young y Kook estaban sentados en el césped del campo, hablaban y se reían entre ellos. Mientras que Kim y yo nos habíamos trasladado a la parte más alta de las gradas.
— No me asombraría si amaneces muerto – admití con honestidad. – supongo que esto sería todo... no esperes que te agradezca por "no haber contado mi secreto"
— Bueno – comenzó a hablar. – pude haberlo hecho...