Capítulo 18

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— Buena suerte jóvenes. – La profesora de matemáticas había dejado la prueba sobre nuestros escritorios y justo ahora nos estaba diciendo que debíamos comenzar. Anoche no había dormido muy bien, estaba cansada y un poco somnolienta, pero a pesar de todo me obligué a darme pequeños pellizcos cada vez que sentía que me iba a dormir. - ¿Min Hana? – la voz de la profesora me hizo levantarme de mi profundo sueño.

— Lo siento – instintivamente esas fueron las primeras palaras que salieron de mi boca.

— El examen terminó hace cinco minutos, es hora que me devuelva su examen. – el pesado sueño que se había apoderado de mi cuerpo no me dejaba entender muy bien lo que estaba sucediendo. Me incorporé, mis ojos se encontraron con la hoja del examen y entonces fue allí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Mi nombre era el único rastro de tinta que yacía en aquella hoja de papel.

— No me lo esperaba de usted, qué lástima.

— Profesora…

— Algunos estudiantes se copian, mienten, no se presentan y otros son lo sufrientemente honestos para aceptar que no estudiaron. Cual sea que haya sido su caso, no la puedo ayudar. Vaya a casa señorita Min.

No quería ir a casa. No podía ir a casa. No fui a casa. De todos los lugares del mundo me hallaba sentada en las gradas de la pista de atletismo, llorando mis miserias y recriminándome como fui tan tonta en perder lo único que pude llegar a tener.

— Min – este me extendió un sobre blanco. – La encargada de las universidades me lo dio para ti. – Kim subió un par de escalones quedando justo al frente de mí. – tómalo. – dijo posándolo frente a mi rostro. Kim casi no obtuvo reacción de mi parte, solo tomé el sobre y le agradecí por lo bajo.

— Gracias.

— No es nada. – se dio media vuelta para irse, pero se detuvo a mitad de camino, se quedó allí debatiendo consigo mismo si debía irse o debía quedarse con la excusa de que ataba sus agujetas, pero al final se quedó. Lo pude observar allí sentado dándome la espalda.

— ¿Qué estudiarías?

— ¿Uhm? – levanté mi rostro guiado por su voz.

— Si te dan la beca, ¿Qué estudiarías?

— Artes dramáticas.

— Interesante. – no estaba viendo su rostro, pero aun así sentí que se estaba riendo de mí.

— ¿Por qué te ríes?

— No, no me río… - me aseguró.

— Entonces, ¿Qué es tan interesante?

— Pues, me parece un poco increíble que hayas escogido una carrera tan incierta, nunca me imaginé que esas eran tus aspiraciones.

— ¿Cuáles con mis aspiraciones según tú?

— Una profesión de poder, tal vez la CEO de alguna compañía importante o abogado o doctora. Tu constante búsqueda de la perfección por medio de esa actitud fría y controladora. Así te imaginaba.

— Pues ahora te queda claro que soy una tonta ilusa. – dije mirando el sobre que estaba en mis manos.

— Me alegra saber que tienes corazón, sueños y esperanzas. Te irá muy bien de seguro. – Kim se había volteado en mi dirección. Este trató de mantener una actitud agradable y juguetona durante el corto periodo de tiempo que estuvo allí. – Hana, tú y yo no éramos muy unidos, pero enserio espero que no seas tan dura contigo misma. La vida sigue o, mejor dicho, el show debe continuar.

— ¿A cuál de todas mis miserias te refieres?

— A la de nuestro amigo por supuesto. – asentí.

— ¿Él te lo dijo?

— Jimin lo hizo, está preocupado por ti. – contestó. – en cuanto a Jungkook, hace una semana que no lo veo.

— Entiendo.

— Si, solo quería decirte que todos nos equivocamos, pero al final lo que importa es quienes fuimos moldeados con esas experiencias, no quienes somos durante ellas.

— Gracias – admití. – Enserio – dije mirándolo a los ojos. – por tus disculpas de ese día y por esto.

— No es nada. – una pequeña sonrisa incómoda apareció en su rostro. – debo irme – dijo viendo el reloj de su muñeca. – adiós. – se despidió. – Por cierto, mañana habrá un pequeño viaje para conocer ciertas universidades. Por si quieres venir.

— ¡Gracias Taehyung! – asentí. - Adiós. – en ocasiones las personas intentan darte energía y hacer que te sientas mejor, pero hay cosas que simplemente no tienen solución, por lo menos no en ese momento. No pude evitar derrumbarme en un mar de lágrimas nuevamente cuando la silueta de Kim estuvo lo suficientemente lejos. Me sentía tan mal por todo lo que estaba sucediendo. - ¡Discúlpate! ¡Discúlpate con Jimin!